Ya en noviembre 2020 la ciudad capital de la provincia de Buenos Aires tendrá que generar espacios de reflexión y de gestión también para readecuar la vida de sus habitantes para vivir en un nuevo espacio con profundos cambios de paradigma. El Covid 19 ha cambiado partes de nuestra vida personal como también la vida laboral, escolar, el disfrute del espacio de ocio, la vida de las empresas y la gestión del espacio público. En estos meses de aislamiento hemos comprendido que muchas cosas que hacíamos en forma presencial se pueden hacer por medios electrónicos.
Por nueva normalidad hacemos referencia a un período de retorno paulatino y por etapas a las actividades sociales y económicas por parte de la ciudadanía.
Este nuevo espacio profundizará la transformación digital de nuestra sociedad. Esta trasformación digital impactará fuertemente en la eliminación del uso del papel y esto afectará a gobiernos, banca, empresas y sociedad civil. De hecho ya impacta en las comunicaciones que ya algunos diarios del mundo se editan solamente en formato digital.
Hablar de transformación digital deriva en camino directo hacia la alfabetización digital. Entendemos por este concepto el conjunto de destreza, conocimientos y actitudes que necesita una persona para desenvolverse funcionalmente dentro de la sociedad de la información. La alfabetización digital es la puerta a la inclusión social y digital. La sociedad de la información y la transformación digital son ámbitos llenos de posibilidades y oportunidades, si no conocemos sus herramientas y sus usos de muy poco nos sirve.
Debemos contar con políticas públicas plenamente enfocada en la alfabetización digital a los efectos de no generar desigualdades sociales por no tener una capacitación mínima y básica para todos los y las ciudadanas que así lo necesiten.
Esta nueva normalidad generará cambios en nuestra vida diaria, laboral, comercial, en el transporte y en algunos casos cambio de vivienda. Pasada la pandemia ya casi nada será igual, ni las propuestas ni las ideas. Nuestra ciudad necesita que sus ciudadanos y ciudadanas se ocupen de gestionar esta nueva normalidad con la premisa de generar una ciudad inclusiva que promueva el desarrollo, la paz, la armonía y la igualdad de oportunidades.