Macri reconoció que su derrota en primera vuelta frente al actual presidente Alberto Fernández en el 2019, se debió a que «las expectativas no estaban alineadas con la realidad» en medio de la crisis económica que dejó su gestión, pero enseguida aclaró que hubo muchos argentinos que «se dejaron tentar por una propuesta que les decía vuelvan con nosotros que les damos asado gratis o les llenamos la heladera, y ahora en vez de llenarse la heladera muchos van a ver que la pierden».
Macri opinó que ahora, frente a la «crisis en la que hemos entrado que será peor que la del 2001, muchos van a entender» que el rumbo que había tomado su Gobierno era el «correcto».
El expresidente disertó este lunes en el encuentro virtual XIII Foro Atlántico «Iberoamérica y el mundo: desafíos postpandemia», organizado por la Fundación Internacional para la Libertad, que comanda el escritor Mario Vargas Llosa, donde volvió a acusar al Gobierno de «mal manejo» frente a la pandemia de coronavirus, y contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner dijo que intenta «demoler el sistema institucional».
LA CUARENTENA
Macri cree que la Argentina hizo el «peor experimento con la cuarentena más larga» y dijo que «hoy ranquea entre los países no solo con mayor número de contagios (de coronavirus) sino también de fallecimientos», aunque en las últimas semanas datos oficiales registran un marcado descenso del 30 por ciento en ambos indicadores.
Insistió en acusar al presidente Alberto Fernández de tomar «decisiones extremas» y, sin recordar que la Argentina es un país federal, dijo que «mediante decretos prohibieron la circulación de personas» en algunas regiones, dejando ciudades y provincias cerradas». Para Macri «el Congreso no está funcionando o funciona en forma virtual, la Justicia no funciona; sólo funciona el Ejecutivo», aunque dijo que los jueces fueron eficaces para que no haya «avasallamiento» de la propiedad privada.
También el expresidente se opone a la iniciativa que propone que el jefe de los fiscales sea elegido con mayoría simple y con un mandato de cinco años, entre otros cambios, porque apuntaría a ubicar a un «fiscal militante» al frente de la Procuración, pero Macri confía que el proyecto no lo aprueben los diputados.
Para el expresidente, el supuesto «riesgo institucional» también se evidenció en el rechazo de los traslados de los jueces Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia, considerados «irregulares» por parte del Consejo de la Magistratura y el Senado y a pesar de que los magistrados luego fueron devueltos a sus cargos transitoriamente por la Corte Suprema de la Nación.
Macri cree que hay falta de «garantía institucional» e interpreta que eso causa «derrumbe de la inversión en la Argentina» y «más estancamiento y pobreza». En su exposición y ante las preguntas realizadas por el periodista Alvaro Vargas Llosa, el hijo del escritor, y el titular de la Fundación Libertad, Gerardo Bongiovanni, Macri ensayó una autocritica sobre sus cuatro años al frente de la Casa Rosada.
«Cometimos nuestros errores», dijo, pero enseguida justificó que cuando arribó al Gobierno en el 2015 se encontró con una Argentina «quebrada, en default, sin energía, no tenía reservas el Banco Central, no tenía siquiera sistemas de información y estaba aislado del mundo», problemas que, juzgó eran, entonces, «asintomáticos» para la mayoría de los argentinos porque «había un nivel de consumo aceptable».
Reiteró que el actual será el «último Gobierno populista de la historia argentina», porque «la gente aprendió», y al destacar que su gobierno fue el primero de signo no peronista que en décadas terminó el mandato agregó: «espero que Juntos por el Cambio vuelva al poder y sea el primero en encarar el proceso de desarrollo de la Argentina».
MARADONA
Macri admitió este lunes que en su larga relación con el fallecido Diego Armando Maradona «fueron muchos los conflictos» que tuvo con el astro futbolístico, con quien, dijo, mantuvo diferencias políticas, aunque reivindicó las «alegrías» deportivas que le dio a los argentinos.
Macri también habló sobre la muerte de Maradona y dijo: «Estamos todos impactados», y agregó que todos «suponíamos que este desenlace iba suceder por la vida agitada que llevo, pero cuando llegó fue un golpe muy grande para todos».
El actual titular de la Fundación FIFA, reconoció que su relación con Maradona «tuvo buenos y malos momentos» y remarcó que «las alegrías que nos dio son únicas».
Macri, quien, antes de volcarse a la política, fue presidente del club Boca Juniors, además analizó: «Todos reflexionamos alrededor de los que nos dio y de lo difícil que fue para él llevar la carga de ser Maradona. Es muy complejo tener tanta centralidad, tan joven, de un día para el otro».
«Los conflictos que tuve con él fueron muchos, sobretodo como presidente de Boca» dijo, aunque aclaró nunca se enojo porque siempre entendió lo difícil que significó para él «ser Maradona».
Para Macri, Maradona «transmitía algo muy rebelde, muy convocante dentro y fuera de la cancha», y describió: «con el correr de los años fue derivando en posiciones que él tomó, incurriendo en política, y ahí no coincidimos».
El expresidente sostuvo además que Maradona era «muy solidario» con sus compañeros y cuando defendía el trabajo de los jugadores de fútbol «era un hombre que creía en el esfuerzo personal, en la superación, en el reconocimiento».
Por último, se refirió a la «Mano de Dios», el histórico gol que Maradona anotó frente a Inglaterra en le mundial de México de 1986: «Lo miro, lo miro, y no veo la mano», comentó.