De acuerdo con el informe, un mayor dinamismo de las ventas online, el levantamiento de restricciones de circulación en ciudades de alto consumo y la estabilidad del dólar ilegal contribuyeron a desacelerar la tasa de descenso que, en lo que va de 2020, acumula un declive del 24,3%.
Si bien las caídas se reflejaron en todos los rubros hubo diferencias marcadas entre, por ejemplo, Alimentos y bebidas, que solo se achicó un 1,2%, mientras que Relojería, joyerías y bijouterie se contrajo un 17,6% anual, una caída que no fue mayor porque, señala el informe, se compara contra un mes de fuerte desplome anual, como fue noviembre del año pasado (cuando cayó 9%).
Al igual que en los últimos tres años, el rubro de Calzados y Marroquinería volvió a mostrar un declive interanual (-15,3%) y, aunque hubo algunos faltantes especialmente en calzados de cuero, «los comercios creen que en el 2021 la demanda debería mejorar».
«En un mercado con algo menos de incertidumbre que los meses anteriores, el 45% de los comercios cree que en los próximos tres meses las ventas aumentarán en la comparación anual. Así, diciembre arranca con mejores expectativas y, sobre todo, el entusiasmo de fin de año», señaló CAME.
Uno de los problemas que relevó el relevamiento fueron los problemas con el suministro de mercadería que afectó al 57% de los comercios relevados, lo cual demoró ventas y que, según los comerciantes consultados, «la principal causa mencionada es que los proveedores no tienen productos».
Sin embargo, el informe apuntó que «los negocios encuestados también indicaron que en muchos casos los distribuidores sí tienen la mercadería, pero como no tienen precio, prefieren no vender».
Otro de los rubros afectados fue el de Indumentaria, cuyo descenso fue de 11,3% anual medido en cantidades, aunque las ofertas y liquidaciones que lanzaron muchos comercios permitieron detener la caída.
«En el retroceso incide también la falta de fiestas, cumpleaños y salidas en general. Para fin de año, las expectativas son moderadas, dado que la menor cantidad de reuniones como consecuencia de la Covid-19, derivará en menos regalos, siendo este rubro uno de los más afectados», se destaca en el informe.
Según los datos de CAME, la caída en las ventas minoristas es una constante en el país desde principios de 2016, y sólo interrumpido por corto período de recuperación a finales de 2017, atento a la recuperación del salario real que hubo ese año.