Fueron pocos los conjuntos nacionales que han tenido acción desde que sobrevino la pandemia de coronavirus: el fútbol en las eliminatorias, los Pumas en el Tri-Nations y el básquetbol con una selección de jugadores de la Liga Nacional en la previa de la AmericCup. Ahora llega el turno de otro equipo nacional, y con una copa del mundo por delante. Este miércoles 13 de enero comenzará el Mundial de Egipto y los Gladiadores, nuestra brava selección, se estrenarán el viernes. Esta vez, con un objetivo ambicioso, el de llegar a una etapa nunca alcanzada: la de cuartos de final.
Estar entre los ocho mejores del máximo certamen del handball sería un paso adelante para la Argentina, que alguna vez accedió a un octavo de final. Será alta la exigencia en el inicio de un año intenso para los Gladiadores, que tendrán otro gran compromiso dentro de seis meses: los Juegos Olímpicos de Tokio.
Por ahora, los signos son alentadores. El conjunto dirigido por el español Manolo Cadenas ha tenido una correcta preparación, tanto en exigencia como en resultados. La semana pasada, Argentina participó en un triangular amistoso en Moscú, en el cual cayó frente a Rusia por 22-21 y superó a España por un amplio 25 a 19, en el primer triunfo de la historia sobre el campeón europeo, aunque es cierto que al conjunto ibérico le faltaron numerosas figuras. Previamente, los Gladiadores habían protagonizado un cuadrangular en Qatar, donde perdieron ante el anfitrión por 24 a 22 y España por 33 a 31 y derrotaron a Túnez por 28 a 27. Qatar y Túnez son equipos de la estatura del argentino.
El Mundial de handball masculino se desarrolla en el primer mes de cada año impar. Esta vez se da la inusual coincidencia con los Juegos Olímpicos, por la postergación de Tokio 2020 para julio y agosto próximos, por la pandemia que hizo del año pasado un período de inactividad y reprogramaciones para el deporte. La selección será la primera argentina en participar en un mundial en tiempos de pandemia, en este caso con la peculiaridad de que la cita olímpica está por delante y no por detrás.
Sobre los Gladiadores se posa la misma interrogación que en otras competencias: cuál es su verdadero nivel. Se trata de un equipo conocido por su entrega y la pasión con la que juega, pero también algo irregular. Ha alternado victorias históricas -como aquélla sobre Suecia 2011- con derrotas inesperadas en un mismo certamen, y eso le ha impedido dar el salto de posición final que se espera desde hace tiempo y para el que fue contratado Cadenas en 2017 en lugar de “Daddy” Gallardo, que lo condujo a una suba de jerarquía. Aun inconstante, el seleccionado argentino consiguió el respeto de las selecciones europeas, con cuyos integrantes se enfrentan habitualmente los suyos en las mejores ligas nacionales del Viejo Continente. En verdad, Los Gladiadores llegan a este evento caratulado por la prensa especializada mundial como “equipo incómodo”.
Esta generación, liderada por jugadores experimentados y nutrida con talento joven, llega al campeonato con la base del Mundial Dinamarca-Alemania 2019 y adiciones en la defensa. Algunos de los más nuevos del plantel son Pedro Martínez (central), Santiago Cánepa (lateral), Pablo Vainstein (lateral) y Guillermo Fischer (lateral). Tanto para ellos como para los veteranos, el objetivo es ir más allá de lo logrado hasta ahora y están en un buen momento para lograrlo.
(Guillermo Guilo Gallo es ex jugador de handball de Estudiantes)