En ese sentido el también excandidato a vicepresidente en 2019 destacó que «No debe dejarse a nadie afuera. Tenemos que hablar hacia adentro y perfilar un conjunto de ideas hacia afuera. Es cierto que la derrota produce en Juntos por el Cambio una discusión mucho más horizontal, como le pasa a todos los partidos cuando pierden. Cuando gobernás tenés más homogeneidad, aunque hoy la pongo en duda” en el oficialismo, agregó el excompañero de fórmula de Mauricio Macri en las últimas elecciones presidenciales, al cuestionar la centralidad de Cristina Kirchner en la gestión oficial.
En ese sentido destacó “las marchas y contramarchas” que experimentó la administración de Alberto Fernández luego del primer año de gestión, y a lo que calificó como “la gravitación cada vez más fuerte” de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. “El origen del poder del gobierno está en la figura vicepresidencial, y el Presidente tiene un poder compartido”, manifestó
JUNTOS POR EL CAMBIO «MÁS HORIZONTAL»
.“Juntos por el Cambio es un espacio más horizontal, que se refleja en los Zoom que se hacen donde participan dirigentes de distintos sectores. Yo estoy trabajando en un espacio ligado a mi visión, de centroderecha, con peronistas y sectores de la derecha. Eso es lo que visualizo como contrapartida al gobierno”. En ese sentido compartió la visión de Torcuato Di Tella de que “en la Argentina se van a plantear dos grandes coaliciones: una de centroizquierda, con eje en el gobierno, y otra de centroderecha, y en ambas habrá peronismo”, planteó.
«Tenemos que dejar las diferencias menores de lado y dedicarnos a pensar en las cosas más amplias que nos unen», subrayó el rionegrino.
En ese sentido destacó que tanto actuales gobernadores de extracción peronistas entre los que señaló al cordobés Juan Schiaretti, y personalidades ligadas al PJ, se fueron alejando de la visión que calificó como “socialdemócrata o de izquierda” del Frente de Todos, a los que instó a sumarse a la construcción de Alternativa Federal, que consideró fallida por el alejamiento de Sergio Massa primero y de Roberto Lavagna después. Y en ese sentido consideró que ese sector puede convertirse en la pata peronista de Juntos por el Cambio, hasta convertirlo en una opción de poder.
Si bien Pichetto consideró que las elecciones legislativas de este año no serán sencillas para la oposición, dado que pone en juego muchas más banas que el oficiaismo, también dijo que no serán sencillas para el Gobierno que debe hacer frente al deterioro de la economía y poner en marcha el esquema de vacunación masiva que muestra un notorio retraso.
LAS ELECCIONES PRIMARIAS
En otro tramo de la videoconferencia, Pichetto se manifestó en contra de la suspensión de las elecciones primarias previstas para agosto, dos meses antes de los comicios generales de octubre, pese a que consideró que el sistema de las PASO tiene fallas de origen dado que debería aplicarse sólo en aquellos lugares donde haya más de un candidato. “Nunca es bueno cambiar las reglas de juego del proceso electoral en el mismo año pese a que estamos en una situación especial por la pandemia”, señaló.
Sin embargo, reconoció que en esa fuerza política no hay unanimidad de criterios. “En Juntos por el Cambio tenemos una posición contraria a la modificación y creemos que hay que sostener las primarias. Pero hay un punto intermedio que sería la de suspenderlas si EN el partido político se ponen de acuerdo en que no haya confrontación”.
Pichetto, por otra parte, evitó condenar un eventual indulto a ex funcionarios de la anterior etapa kirchnerista investigados por casos de corrupción, si bien reconoció que hay una postura opuesta de Juntos por el Cambio. «El indulto es una facultad presidencial y no creo que pueda surgir de algún sector parlamentario, como se insinúa ahora. Son debates estériles, que sólo sirven para algún titular de diario o se hagan comentarios, pero no lo veo posible», consideró el exsenador nacional.
Ante su visión sobre el futuro del peronismo dijo que Juntos por el Cambio debe “dejar las diferencias menores de lado y dedicarnos a pensar en las cosas más amplias que nos unen», e insistió en la idea de abrir la coalición opositora a dirigentes peronistas.
En otro tramo del extenso reportaje, Pichetto también cuestionó la reforma judicial que consideró que apenas es un intento de modificar los Juzgados de Comodoro Py, para ampliarlos y crear algunos más, en cambio sí consideró una verdadera reforma la implementada en 2014 durante el gobierno de Cristina Kirchner que creó el sistema acusatorio y que nunca se puso en funcionamiento a nivel nacional, como sí se implementó en la Provincia de Buenos Aires, porque «se quita poder al juez”.
En ese sentido también cuestionó el organismo de consultas creados por el Presidente para definir cambios en la Justicia, y no se opuso de plano a la ampliación de la Corte Suprema, pero como en el caso de una posible amnistía consideró que no hay voluntad política para llevarla a cabo.
CRÍTICAS AL PAPA
Y advirtió sobre la injerencia de la Iglesia en la política partidaria, un tema que vinculó con una postura del propio Papa Francisco. “Fui uno de los primeros en hablar del mundo del pobrismo. Me alegra que las ideas se desarrollen. A veces apuntan a una mirada crítica sobre la Iglesia”, comentó.
“En la Argentina, la Iglesia ha tenido una mirada muy negativa en este último tiempo. Por su silencio significativo. Este gobierno empieza con la Mesa del Hambre y con una participación muy notable de la Conferencia Episcopal. Y después prácticamente la Mesa del Hambre se ha reducido a un organismo del Ejecutivo”, cuestionó.
Pero Pichetto aclaró que no intenta criticar a la Iglesia por su acercamiento al gobierno de Alberto. “No lo digo en tono despectivo. ‘Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios’. La Iglesia tiene que tener una mirada pastoral, una visión espiritual y no un compromiso con la política. Siempre que se mezcló con la política, y al Papa le gusta ese juego, al país le fue mal”, alertó.
Si bien, el actual auditor general de la Nación rescató la implementación de los ATP (Asistencia de Emergencia para el Trabajo y la Producción) para asistir a empresas y trabajadores afectados por la Pandemia, criticó el “nivel de asistencialismo complejo y extremo” instrumentado por el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
“El debate es cultural. Tenemos que preguntarnos cómo vamos a salir de esta crisis. De este nivel de asistencialismo que ya venía del gobierno anterior, con los muchachos de las cooperativas y los gerentes de la pobreza”, añadió al respecto en la videconferencia de Apera.
El exsenador pidió también “no tomar en cuenta las encuestas que se publican todos los domingos en los diarios para decirnos que tal figura creció en su imagen, ya que son mentira y sólo tienen por objetivo mejorar la posición del que las paga”.
Para Pichetto “hay sectores más progresistas dentro de Juntos por el Cambio, que sostienen que el espacio tiene que ir hacia un modelo socialdemócrata. Yo creo que nuestra visión tiene que ser más nítida. Tenemos que fortalecer un discurso ligado a la seguridad, las fuerzas armadas, la protección del Atlántico para que no lo depreden, la producción, la minería, el petróleo, en fin, compromisos con distintos temas del debate nacional que hoy no están”, comentó.
“Para mí tiene que haber un eje nacional en Juntos por el Cambio. Hay una tarea de dialogar con un conjunto de sectores que no se tienen que agrupar por un rechazo al kirchnerismo, sino por un conjunto de ideas que pueden hacer posible un futuro para el país. Un modelo que se contraponga al del gobierno. Además, tampoco sabemos cuál es el modelo del gobierno más allá de que siempre hay una intervención económica”, analizó Pichetto y puso por ejemplo, la reciente restricción en la exportación del maíz.
“La intervención sobre el precio y venta del maíz es negativa y genera un impacto en los sectores más vitales de la exportación en Argentina. Mañana pondrán límites al trigo porque no querés que aumente el pan. Esas intervenciones en los sectores más potentes de la economía, por los que se exporta, ingresan divisas y se genera empleo, son muy negativas. Y se vuelve a este tipo de medidas”, cuestionó Pichetto al ejemplificar la visión “productivista” que considera debe impulsar la oposición.
El ex senador dejó en claro que no está en contra de las exportaciones de carne de cerdo, para lo que se debe garantizar el alimento. Lo que habría originado el intento de cerrar las exportaciones de ese grano. “Hay que hacer un modelo de integración. Yo creo en la producción porcina y hay que exportar a China. Hay que producir ganadería y exportar a los mercados internacionales. Creo en el conjunto de ideas de una visión capitalista de Argentina, de integración al mundo, con el empleo y la producción como motores”, recalcó.
MALVINAS
Por último Pichetto reclamó volver a la mesa de negociaciones con el Reino Unidos sobre las Malvinas y propuso seguir el camino desarrollado por Carlos Menem en la materia. “No debe confundirse, no es que esté en contra del derecho inalienable sobre el archipiélago, pero considero que la única manera de hacerlo es mediante negociaciones diplomáticas que además contemplen otros temas trascendentes como son la Antártida y la pesca ilegal por parte de barcos chinos, coreanos y españoles en nuestra plataforma continental.”
Para eso hay que volver a impulsar un acercamiento que nos permita volver a la situación previa a la guerra de 1982, cuando el Reino Unido no tenía una base militar en el archipiélago.