Durante todo el año pasado alrededor de 17.500 personas donaron sangre en las 377 colectas externas que se realizaron en 86 localidades de la provincia de Buenos Aires. Se trata de un incremento exponencial de este tipo de colectas donde el Instituto de Hemoterapia sale a la calle con su equipamiento y personal, y se acerca a los donantes en sus propios barrios. La razón de esta medida es clara, la pandemia de COVID-19 y las primeras semanas de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio generaron una merma de las donaciones, por lo que la respuesta tuvo que ser rápida y concreta.
“En La Plata hubo una caída de donaciones que coincidió justamente con el aislamiento y por eso ideamos un certificado que les permitiera a las personas trasladarse para venir a nuestro espacio, en 15 y 66, pero también hicimos todo para acercarnos”, cuenta la Dra. Alejandra De Bonis, Directora Asistencial del Centro Regional de Hemoterapia La Plata, en diálogo con 90lineas.com y aclara: “Sin embargo, a pesar de que nuestro stock de unidades bajó, no se llegó a un punto crítico, fundamentalmente porque no había tanta necesidad de sangre con la suspensión de cirugías y la disminución de accidentes. Por supuesto la provisión había que mantenerla porque los tratamientos oncológicos siguieron y es mucha la demanda. Pero pudimos responder bien, así que estamos contentos”.
No es para menos si se tiene en cuenta la importancia vital de la donación. La sangre no se puede producir artificialmente y es fundamental en casos de pacientes que sufren accidentes, hemorragias, trasplantes, anemias, cirugías cardiovasculares, o están en tratamiento oncológico, como ya se mencionó. Para que cada paciente reciba lo que necesita la sangre donada se separa en sus distintos componentes: plasma, plaquetas, glóbulos rojos y crioprecipitado.
El plasma y su utilidad comenzaron a ser temas de conversación en el último tiempo también debido al coronavirus, y se trata de una gran oportunidad para acercar a más gente a la acción de donar en forma solidaria. “Muchos pacientes recuperados comenzaron a donar plasma y la difusión fue tremenda. Por eso trabajamos para que esa persona vuelva y done sangre. La gente se sintió muy útil con esta acción. Tenemos donantes que ya donaron 7 u 8 veces plasma porque tienen buenos anticuerpos. Y vuelven, y vuelven.
Al acercarse al ambiente solidario de la donación la gente queda ‘fidelizada’”, relata De Bonis, quien junto a su equipo analizan y desarrollan acciones para promover este deseo de donar.


En ese sentido, la profesional reflexiona: “La hemoterapia se basa en que el donante tiene que ser voluntario. Que uno se levante a la mañana y diga ‘tengo ganas de donar sangre para alguien, no importa a quién’, pero todavía falta trabajo en eso, un cambio cultural. Si bien hay mucha gente voluntaria es una tarea que hay que hacer todo el tiempo, la de la concientización. Por eso nos enfocamos en las escuelas, donde creemos que las semillitas van a dar fruto”. Y respecto a los pedidos de familiares, explica que de allí surge lo que se conoce como donante de reposición y es una colaboración de las instituciones para reponer la sangre que se utiliza en determinado tratamiento o situación.
Con espíritu solidario
Cuando las colectas salen a la calle, muchas veces están detrás organizaciones o grupos que se comunican con el Instituto de Hemoterapia o el mismo instituto las convoca para poder organizar estas jornadas especiales. El trabajo es en territorio y en redes sociales, donde la difusión y la interpelación a posibles donantes se vuelve clave. En esa tarea trabaja, entre otros, el grupo “Amigos de sangre” (https://www.instagram.com/amigosdesangre.lp/), que nació a mediados de 2017 como la idea de un grupo de amigos de ir en forma sostenida, organizada y con fechas a lo largo del año, a donar. “Queríamos también dar a conocer la propuesta entre amigos y conocidos, hacer correr la bola y que cada vez fuéramos más”, detalla Gabriel Martínez Niell, uno de los miembros que inició la propuesta.
“Y lo logramos, porque cada vez se fueron sumando más personas e incluso muchas lo hacían por primera vez y descubrieron su importancia. Creo que una de las cosas más lindas es que uno no sabe quién va a recibir la sangre pero sabe que está dando vida”, destaca.
Ya sea organizando y difundiendo campañas en redes, concientizando cara a cara, generando materiales y afianzando lazos institucionales, el grupo lleva casi cuatro años en marcha y buscando, tal como también sugiere De Bonis, que la donación sea una práctica cultural incorporada y naturalizada. “Así como se comparten asados, juntadas y charlas, nuestra razón de ser es compartir la amistad dando vida y queremos que eso sea algo común. Compartir esto genera un vínculo más profundo con las personas que nos rodean. Cuando estás con un amigo donando y lo ves con el brazo estirando dando sangre se genera algo muy fuerte. Es un orgullo. Te une con otros el lazo invisible de ayudar sin mirar a quien”.
Información importante para donar
Para donar sangre es necesario concurrir con DNI o algún documento, tener entre 16 y 65 años, pesar más de 50 kilos, sentirse en buen estado de salud y desayunar liviano antes de donar. Después de cada donación se hacen estudios de laboratorio a la sangre obtenida para conocer grupo sanguíneo y Factor Rh, y detectar posibles infecciones transmisibles por transfusión: sífilis, hepatitis B, hepatitis C, brucelosis, HIV/SIDA, chagas y HTLV I y II. Según informa el Ministerio de Salud de la provincia (http://www.ms.gba.gov.ar/sitios/hemoterapia/), si alguno de los estudios imposibilita la utilización de la sangre estudiada, la unidad se descarta y se llama al donante para su información, orientación y derivación adecuada.
En La Plata se puede donar, como se dijo, en la sede local del Instituto de Hemoterapia (15 y 66), de lunes a sábado de 7 a 13 horas. También, a través de su página oficial de Facebook (https://www.facebook.com/CentroRegionaldeHemoterapiaLaPlata) se pueden conocer otros puntos donde acercarse semana a semana.