Suena muy raro. Pero así fue. El Banco Central de Bolivia (BDB) le devolvió al FMI el préstamo por 346,7 millones de dólares que gestionó Jeanine Añez al final de su corta presidencia de facto (12/11/2019 – 8/11/2020).
El ex mandatario Evo Morales, quien gobernó el país desde el 22 de enero de 2006 hasta que presentó la renuncia, el 10 de noviembre de 2019, por la presión de las fuerzas armadas en el marco de un golpe de Estado, había roto lazos con el Fondo Monetario por considerar que “impone políticas en desmedro de las grandes mayorías”.
Pero Jeanine Añez no necesito más que su cruento año en la presidencia para retornar al organismo y endeudar al país. La excusa fue la pandemia de Covid-19.
El Banco Central de Bolivia informó que el crédito implicó una serie de imposiciones fiscales, financieras, cambiarias y monetarias que “vulneraron la soberanía e intereses económicos del país”
Lo cierto es que la fugaz y polémica mandataria de facto, además, hizo todo mal. No consultó al parlamento, que según la constitución boliviana es el poder que debe aprobar endeudamientos por parte del Ejecutivo.
No lo hizo porque era la titular de una administración nacida de un golpe de Estado. Pero además porque el poder legislativo boliviano contaba con amplia mayoría del Movimiento al Socialismo, el partido de Morales y del actual jefe de gobierno, Luis Arce.
Añez tomó un crédito, rápidamente aprobado por el FMI, de poco más de 320 millones de dólares. Pero los intereses, comisiones y variaciones cambiarias lo llevaron a 346,7 millones.
Así las cosas, la ex presidenta y “todos los servidores y ex servidores públicos que hayan tenido indicios de responsabilidad en el proceso de endeudamiento” afrontarán “acciones administrativas, civiles y penales”. En el parlamento ya empezaron a accionar en ese sentido.
Por caso, los trámites para acceder al crédito se realizaron durante la gestión del ex ministro de Economía de Añez, José Luis Parada.
Como se dijo, el préstamo no fue exactamente de u$s 346,7 millones, pero hasta febrero acumuló adicionales por 24,3 millones, de los cuales 19,6 millones fueron por “variación cambiaria” y 4,7 millones “producto de comisiones e intereses”.
Es decir que no sólo fue “gestionado irregularmente” sino que, además, es “oneroso por las condiciones financieras”.
Cabe recordar que tras el rotundo fracaso del gobierno surgido del golpe de Estado, Bolivia celebró elecciones libres. El candidato del MAS, Luis Arce, quien fuera ministro de Economía de Evo Morales e ideólogo del denominado “milagro boliviano”, alcanzó un aplastante triunfo en primera vuelta con el 55,11% de los votos, algo que no anticipó ninguna encuesta.
En fin, no todos los que endeudan irresponsablemente a sus países y comunidades salen indemnes.
(Se toman datos de la Fuente: Diario La Razón de Bolivia)