Irritabilidad al volante: “La gente está apurada por llegar a ningún lado” (Andrés Calamaro)

El tránsito en La Plata se torna día a día más difícil, con muchos conductores y conductoras que no aguantan nada, ni el mínimo error del otro, manejan enviando mensajes de textos con celulares y quieren llegar siempre apurados/as a dónde vayan

El tránsito en La Plata complicado y con muchos conductores y conductoras que manejan nerviosos/as

El tránsito en La Plata se torna cada día más difícil y desde la vuelta a cierta normalidad -luego de un año de pandemia y por tramos la implementación de cuarentena estricta- los conductores y conductoras se muestran más irritables, con tolerancia cero al error del prójimo, en su enorme mayoría apurados/as, y lo que es peor, en medio de esa «ensalada» peligrosa manejan con el celular en la mano enviando mensajes de textos lo que aumenta notablemente el peligro de accidentes. 

Así está hoy el tránsito en La Plata, difícil y riesgoso para todos, automovilistas, motociclista, ciclistas y peatones. Con observar solamente alcanza para darnos cuenta que de cada diez personas al volante, al menos seis están pendientes del celular quitando eso atención a lo que realmente están haciendo, es decir manejando un vehículo en una Ciudad convulsionada.

En este contexto debemos preguntarnos: ¿qué sucede que la gente está tan irritable al manejar? , el estrés parece encontrar una de sus expresiones al conducir. Es que todo el mundo vive apurado por llegar a su destino o quizás, como dice la canción de Andrés Calamaro, no hay un lugar al cual llegar. Esto indica que el apuro se ha internalizado, ya no importa por qué estoy apurado, si llego o no a tiempo…simplemente me apuro. Se ha mecanizado.

Este apuro suele ir asociado a una irritabilidad que hace que la gente toque bocina obstinadamente, infrinja las reglas peatonales pudiendo provocar accidentes. Suele ser aquello que hace que los conductores anden a mayor velocidad de lo permitido. Todo es parte de un estrés muchas veces crónico.

La ciudad se vuelve un caos, autos por todos lados, imposibilidad de estacionar…la gente no puede esperar y se desespera.

Debemos hacer el ejercicio de preguntarnos entonces para evitar riesgos para uno y los demás: ¿por qué manejar así, por qué estoy apurado, qué es lo que me desborda. Si realmente existe algo que me desborda. Esta palabra clara indica des- borde- que algo nos saca los bordes, nos borra los limites…¿entonces somos capaces de todo? De pasar un semáforo en rojo, de ir a mayor velocidad, ¿de todo? ¿Hay límites en la ciudad?.

Cuando salgamos a manejar preguntémonos ¿qué nos pasa’, y hay que plantearse cuanto más sano es si estamos pasando un mal momento dejar que otro maneje o tomarnos un taxi . Los tramites y el trabajo, lo cotidiano, llevar a los niños a la escuela, no nos debe borrar los limites.

“Quiero tiempo pero tiempo no apurado, tiempo de jugar que es el mejor; por favor me lo da suelto y no enjaulado adentro de un despertador” (Osías el osito; María Elena Walsh).

Lic. En Psicologia TCC Santisteban Belén MP 53820

Insta: @licsantisteban

Salir de la versión móvil