El 17 de marzo de 1992 una explosión borró del mapa la Embajada de Israel. Hoy se cumplen 29 años de ocurrido el terrible atentado y me sigo preguntando ¿por qué?.
Restos de hierros y vigas que parecen papeles y la Menorah -uno de los símbolos más viejos del judaísmo, un candelabro de siete brazos- que se encontraba dentro de la sede diplomática de la calle Arroyo, se mantuvieron en pie para devolverles la vida a las 29 personas y acompañar a los cientos de heridos. Estos símbolos -en honor y respeto a la memoria de los que ya no están- se encuentran en la embajada de Israel.
¿Por qué el terrorismo destruyó tantas vidas y provocó el fallecimiento de muchos familiares, ante la irreparable pérdida de sus seres queridos?
¿Por qué esta sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror?
¿Por qué un ataque terrorista en lugar de un diálogo franco y sincero entre seres humanos.
¿Por qué no se respeta la vida?
¿Por qué existe impunidad en un ataque del terrorismo internacional, un acto de guerra contra Argentina e Israel?
Muchos por qué me siguen dando vuelta en la cabeza.
¿Por qué pasó esto? -me preguntan mis nietos-. Cómo responderles a ellos ante este aberrante, cruel, sangriento, inhumano, doloroso atentado a la vida.
¡EL TERRORISMO NOS MATA!
Fotos: Monumento a las víctimas/ Menorah que se encontraba dentro de la sede de Arroyo.