Preocupa la inseguridad en algunos hospitales platenses

Hay quejas de trabajadores de la Salud y una respuesta de la Provincia que busca que se terminen los hechos delictivos fuera y dentro de los centros asistenciales

En el hospítal de Romero, los trabajadores salieron a la calle para pedir mayor seguridad

A principios de este mes, dentro del predio del hospital Alejandro Korn de Melchor Romero se vivieron momentos de extrema gravedad, tensión y pánico cuando un grupo de delincuentes cometió dos robos en dos días, en ambos haciendo disparos con las armas de fuego que manipulaban e incluso en uno tiroteándose con la Policía. Finalmente lograron huir con el botín que ya se habían garantizado y hasta el momento, pese a la intervención de la fuerza de seguridad, nada se sabe de ellos ya que ni siquiera están identificados.

Claro que no se trató de una serie de hechos casuales sino todo lo contrario. Los trabajadores del centros asistencial ubicado en la avenida 520 y 175, incluyendo médicos, enfermeros, administrativos y guardias, admiten que los ilícitos allí dentro, como también en las inmediaciones, son moneda corriente. De hecho, dos profesionales que allí cumplen sus funciones haciendo una guardia semanal le contaron a 90líneas.com que tienen “miedo” cada vez que salen a hacer una compra. “Por lo general, en turnos de 24 horas, hacemos una cena con los compañeros de distintas áreas y dos o tres se encargan de realizar las compras en el barrio. Suelen ir alrededor de las 8 de la noche en auto pero cada vez lo hacen con mayores recaudos, como que uno se quede siempre en el coche para que no se lo lleven, y con temor a que pase algo, porque cuando oscurece es tierra de nadie. No se ven patrulleros ni agentes caminando”, aseveró un médico. 

Manifestación en la avenida 520

El viernes 5, sujetos desconocidos ingresaron al depósito de una sala del hospital de Romero y se llevaron medicación, ropa y cigarrillos, entre otros elementos de valor. Los pacientes allí internados le avisaron al personal que habían escuchado ruidos y estos salieron a ver. Se toparon con dos jóvenes con mochilas y al preguntarles qué hacían “uno sacó un arma y disparó al aire”, de acuerdo a una de las personas que cumplen funciones laborales allí. Ambos terminaron huyendo.

Pocas horas después los malvivientes regresaron, aunque ahora en un grupo mayor. Volvieron a apoderarse de medicación e indumentaria, pero en esta oportunidad los empleados le avisaron a vigilancia. Agentes del Comando de Patrullas La Plata constataron el hecho y se tirotearon con los implicados. “Hubo corridas y más de diez detonaciones dentro del predio, aunque no se atrapó a nadie”, puntualizó un vocero.

Tras la ola de ilícitos se llevó a cabo una protesta que incluyó un corte de la avenida 520, con el objetivo de exigir mayor seguridad y mejores condiciones laborales. Se celebró además una asamblea en la que participaron los trabajadores que cumplen distintas funciones diarias y que fue acompañada por diferentes gremios. Al mismo tiempo, les entregaron una nota a las autoridades del hospital, en la que reflejaban la preocupación por los dos sucesos y donde exigían una pronta solución a la escalada de robos.

Producto de esta movilización, el ministerio de Salud de la Provincia resolvió actuar en consecuencia “para optimizar las condiciones laborales del equipo de salud y garantizar la seguridad de los pacientes”, según publicaron. Detallaron que “se logró incrementar en un 34.11% la presencia policial en 87 centros de salud”.

Uno de ellos fue el Alejandro Korn, donde “se dispusieron nuevas medidas de prevención, como el aumento de agentes de seguridad y de cuidadores hospitalarios. Se implementó también una guardia nocturna con personal de infantería  y un plan de mejora de la iluminación en todo el predio”.

Nuevas medidas 

Concretamente, al citado hospital platense “fueron designados 20 efectivos de la bonaerense que lo recorren las 24 horas del día, distribuidos en diferentes puestos fijos para reforzar las medidas de prevención en todas las áreas”. 

Este personal se suma a la presencia de numerarios de Infantería del cuartel central de La Plata, que ya recorren en motos las calles externas del nosocomio de 18 a 23 horas, mientras que el hospital aumentó la planta de Cuidadores Hospitalarios que trabajan junto a la policía en la prevención en las diferentes aéreas del lugar y a su vez se sumará tecnología para agilizar la comunicación entre el personal del sitio y los agentes policiales, como así también se realizará el nuevo cableado para mejorar la iluminación y el mantenimiento exhaustivo de todos los espacios verdes, con mayor frecuencia en el corte de pasto y ramas de árboles.

Una de las manifestaciones frente al hospital «Alejandro Korn»

Por último, desde el ministerio de Salud provincial indicaron que se pondrán en valor “nuevos puesto de seguridad en diferentes puntos estratégicos del hospital: uno sobre las calles 171 y 523 y otro hacia el sector de la Sala ‘Solanet’”. 

Claro que más allá de todas las medidas, los profesionales médicos esperan con ansias que las mismas se cumplan y que puedan empezar a trabajar con tranquilidad. “Es muy grave lo que está pasando, el hospital es tierra de nadie. ¿Hasta cuándo vamos a naturalizar la situación, hasta que haya un muerto, trabajador o paciente?”, se preguntó una residente del lugar. Un camillero también se manifestó: “Exigimos que haya seguridad, luz y mantenimiento constante. Estamos cansados. Esto no es personal con nadie, no es partidario ni una cuestión política. Necesitamos respuestas”.

Dinero y un costoso reloj 

Con todas estas medidas, las autoridades esperan también que mermen los robos que sufren los pacientes de manera casi cotidiana. 

Este diario digital se entrevistó con cuatro profesionales, uno del Instituto Médico Platense, dos del Romero y el restante del policlínico San Martín, y cada uno aseveró no haber tenido conocimiento en sus más de 10 años de antigüedad en el cargo acerca de sustracciones de bienes personales a personas internadas. 

“Sé que se menciona eso y aparecen casos a menudo, pero particularmente nunca me tocó de cerca”, pormenorizó uno de los galenos, y un encargado de seguridad de un nosocomio platense indicó que “hubo muchos hurtos, sí. Ahora hace bastante que no me llega ninguno, pero en una época fueron frecuentes”. Y contó el protocolo que materializan ante cada persona que llega para una internación: “Se le juntan todas las pertenencias en una bolsa, que luego se le da a un familiar. Si el paciente no tiene familiares o no están presentes, se cierra la bolsa, se la rotula, se la firma y se le da aviso a seguridad. A veces estas bolsas se pierden porque no las guardan bien y quedan tiradas por algún lugar”. 

Esta misma fuente, por último, le confió a 90líneas.com un grave caso particular. “Hace unos años falleció un amigo en un accidente de tránsito. Lo llevaron al hospital de Romero y de sus pertenencias desapareció mucha plata y un reloj de un alto valor sentimental”. 

La víctima del incidente vial era allegado, a su vez, de un hombre que trabaja en Asuntos Internos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, y tuvo que interceder él para que apareciera, por lo menos, el reloj, prometiendo que no iba a haber denuncia si eso pasaba. Y pasó. El reloj fue devuelto. 

También en el Policlínico 

Claro que, pese a los cambios y las nuevas medidas, los incidentes dentro de los nosocomios continúan y en las últimas horas una auxiliar del policlínico San Martín narró lo que ocurrió con una paciente oriunda de la ciudad bonaerense de Lobos, allí alojada. “Le robaron el celular en la Sala B (ya es moneda corriente) y estaba desesperada, pobre. Cuando le conté a una compañera de la sala D, me dijo que ahí había pasado lo mismo”.

Indignada, confesó que “casi todos los días desaparecen las pertenencias de los internados, la mayoría de las veces cuando duermen o van al baño. Al personal de enfermería también le robaron, sobre todo los teléfonos personales”. Molesta, se preguntó: “¿Hasta cuándo tenés que seguir haciendo de cuenta que no pasa nada? Sentís culpa porque ves cómo sufren por no tener lo único que los acerca a sus familiares, porque están lejos y solos”. 

Por último, sentenció que “no quiero que esto siga siendo ‘normal’. Pedimos más seguridad, que las puertas están cerradas, que no entre cualquiera, que haya un horario en el que ya no pueda ingresar nadie de afuera. No hay control, la sala parece una calle por como transita la gente. No quiero seguir trabajando así, alguien tiene que hacer algo”. 

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