En Argentina, el 12,7% de la población tiene glucemia elevada o diabetes, según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (2019), lo cual tiene relación con el crecimiento de la obesidad y de la inactividad física, ambos factores de riesgo de diabetes tipo 2. Esto da cuenta de la prevalencia de la enfermedad en nuestro país y de cómo se ha constituido como un problema de salud pública. Por eso la prevención, la detección temprana, los tratamientos y las iniciativas que colaboran en mejorar la calidad de vida de las personas con diabetes son fundamentales en este contexto.
En la vida de Mariana Garcete, enfermera hace 21 años y actual trabajadora del Hospital San Juan de Dios, la problemática de la diabetes llegó a partir del diagnóstico de su marido y el miedo constante de que se descompense en la vía pública estando solo y quien lo asista no sepa qué hacer. Pero ese miedo lo transformó en una oportunidad para darle un nuevo impulso a su oficio de tatuadora y llevar adelante una acción que pueda ayudar a otros a darles tranquilidad.
“Yo empecé en el mundo de los tatuajes hace seis años, pero hace dos que le dedico más tiempo. Siempre me gustó la cuestión artística, especialmente el dibujo y la pintura. Un compañero me dio la idea de que si me gustaba dibujar por qué no probaba tatuar. Y la verdad que probé, me gustó y empecé a preguntar para formarme”, recuerda Mariana sobre sus comienzos en diálogo con 90lineas.com. “Después de buscar mucho encontré una persona que me explicó lo básico: los cuidados de la máquina, la higiene y las técnicas. Después fui yo la que averiguó lo que hacía falta”.
En su camino autodidáctica, Mariana reconoce que su profesión de enfermera le fue de gran ayuda, tanto en tener muy presente las cuestiones de higiene y el trabajo con materiales estériles, como los conocimientos sobre las capas de la piel, especialmente en clientes que tengan diabetes, ya que cualquier infección puede convertirse en una situación de gravedad.
“En febrero de este año me decidí y ofrecí realizar tatuajes de salvación (o médicos) a personas con diabetes. Primero lo publiqué en un grupo de Facebook de compra-venta, y me escribió mucha gente de La Plata y alrededores. Se hizo viral”, cuenta con sorpresa por la repercusión que obtuvo. De a poco, fue organizando la respuesta a tanta demanda, actualizó su página para que le puedan escribir y acondicionó en su casa un espacio para convertirlo en, como ella misma dice, “un humilde estudio”.
Los diseños, por su parte, son dos que seleccionó luego de una investigación de distintos modelos. Ella optó por los más sencillos para realizarlos en poco tiempo, y ajustarse a los protocolos por la pandemia de COVID-19, y para economizar en materiales, ya que el servicio es gratuito.
¿Por qué “de salvación”?
Los tatuajes como los que ofrece Mariana se caracterizan por estar a la vista y ofrecer, especialmente a servicios de emergencia y personal médico, información sobre circunstancias médicas o patologías que deben tenerse en cuenta para socorrer o tratar a una persona. Por ejemplo, pueden consignarse alergias a ciertos medicamentos, enfermedades crónicas o hasta el tipo y factor de sangre.
Maite, de 51 años y vecina de Arturo Seguí, se realizó su tatuaje con Mariana a partir de su experiencia tiempo atrás: “Hace tres años me pasó que estaba en un nuevo trabajo como auxiliar de cocina, había entrado hace apenas dos meses y mis compañeras no me conocían. Yo tengo diabetes tipo 1 y me bajó mucho el azúcar y me descompensé. Enseguida llamaron a emergencias y cuando me asistieron me inyectaron insulina, lo que hizo que me bajara la presión de golpe y tuvieron que internarme en terapia intensiva. Por eso cuando vi el aviso de Mariana no dudé, le consulté y decidí hacerme el tatuaje para que se vea en caso de que me pase algo similar. La experiencia con ella fue muy buena, es muy amable”.
Por su parte, Claudio, de 47 años, también pasó por el estudio de Mariana. Fue diagnosticado con diabetes en enero del año pasado y también decidió contactarse para tener su tatuaje. “Salió todo muy bien, fue sencillo y muy rápido. Antes de saber que soy diabético me había hecho otros dos tatuajes que me habían dolido, pero en este caso en poco más de 10 minutos ya estaba listo y fue tranquilo. Tardamos más en los preparativos para garantizar la asepsia (ausencia de gérmenes que puedan provocar una infección) y por el coronavirus. Fue todo muy agradable”.
En total, Mariana ya ha realizado alrededor de 60 tatuajes y su único requisito es que las personas con diabetes “estén con niveles normales, que no tengan alteraciones y no estén transitando una infección”, según aclara. Debido a su trabajo en el hospital en este contexto tan particular, los tatuajes los está realizando sólo los días jueves, pero sigue recibiendo consultas y acordando turnos. “De la enfermería disfruto el agradecimiento del paciente y el sentirme útil, con esto también, así que lo voy a seguir haciendo”, cierra.
Información importante
Según información de la Federación Argentina de Diabetes, la diabetes es una enfermedad crónica “que ocurre cuando el páncreas ya no puede producir insulina, o cuando el cuerpo no puede hacer un buen uso de la insulina que produce. La insulina es una hormona indispensable que se produce en el páncreas. Permite que la glucosa del torrente circulatorio ingrese en las células del cuerpo, donde se convierte en energía. Además, es fundamental para el metabolismo de las proteínas y las grasas”.
En el marco de la pandemia, el mismo organismo recomienda a las personas con diabetes cumplir con el aislamiento, respetar las pautas médicas en cuanto a actividad física, plan alimentario y fármacos, asegurarse de tener suficientes medicamentos e insumos, y establecer con su equipo médico la regularidad de visitas y controles.
