El inocente: un thriller de culpa y tragedia

Estelarizada por el chico de oro del cine español de los últimos años, Mario Casas, El inocente realmente es una producción enorme y con una gran ambición detrás. Se planta como un thriller cargado de suspenso y un tono oscuro  por momentos deprimente. Esto muestra una vez más a España como el gran productor audiovisual en Hispanoamérica en la actualidad.  Realmente es un desafío contar la serie.

La historia está protagonizada por Mateo, o matt, un joven que pasó cuatro años en la cárcel por una muerte accidental durante una fiesta. El mismo vivirá una serie de eventos trágicos tras recuperar su libertad que pondrán en juego toda su vida, y expondrán a las personas que lo rodean. A grandes rasgos estamos frente a un policial negro con una narrativa muy original.

Cada capítulo comienza con alguno de los personajes contando su historia en voz en off, con un relato que pareciera que la persona se lo cuenta a sí misma. Este recurso narrativo al principio no me gustó, sentí que era una vez más el poner a un narrador a soltar toda la información al espectador sin ser capaz de usar el lenguaje cinematográfico.  Pero en este caso creo que es el gran acierto de la serie, porque cada relato profundiza a los personajes de tal manera que cada aparición suya llegue con un desarrollo profundo, y mostrando lo coral que es la historia y dando a cada personaje su episodio.

De este modo, podemos ver que está muy bien trabajada en cuanto a su estructura, pero principalmente el tono siempre se mantiene. Es una serie melancólica y violenta, y dicha violencia es tanto simbólica como gráfica, sin ningún pudor a la hora de mostrar cadáveres o asesinatos perturbadores. Todos los protagonistas se ven atravesados por mentiras y tragedias que marcan sus actos.

El director y realizador es Oriol Paulo quien tomó mucha fama con su aclamada Contratiempo (2017), aquí otra vez vuelve a mostrar su talento a la hora de llevar adelante esta producción con escenas de ritmo lento con planos largos, que generan un suspenso y un sentimiento de ahogo y agonía en el espectador. Siempre subrayando la angustia y estrés que padece cada uno de los personajes.

No obstante, quizás los puntos flojos de la serie estén en el guión. Como dije antes la historia es enorme, principalmente en cuanto a todos los temas que quiere tocar y la verdad es que hubiera sido una genialidad si podía cerrar sin huecos importantes, pero sí los tiene. Por momentos cae en la inverosimilitud de la actitud de ciertos personajes, y por otros momentos los giros son bastante obvios.

De todos modos quiero destacar como la serie abordó una temática tan delicada como la trata de personas. Teniendo en cuenta que el reciente estreno de Sky rojo pareció un mal intento de hacer una comedia de la trata con personajes que oscilaban entre lo caricaturesco y lo vulgar, El inocente aborda esta problemática desde un lugar realmente trágico y nos sumerge en la agonía de sus víctimas, lo cual expone aún más el desastre de la serie de Alex Pina.

Finalmente, creo que pese a sus errores es una serie que vale la pena ver, principalmente para quienes disfrutan el cine negro y violento. Destaco su narrativa y su dirección, lo cual da ganas de ver más obras de Paulo en el futuro, es un buen estreno de Netflix que muestra que si se trabaja con esfuerzo la calidad y lo popular pueden convivir.

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