No es un cuento de un escritor porteño de fines del siglo XIX. Un día como hoy, pero hace exactamente 133 años, hubo un terremoto de 5,5 grados en la escala Richter en el Río de la Plata. El fenómeno provocó un tsunami leve.
¿Se sintió? Sí, claro. Principalmente en Buenos Aires, La Plata y otras ciudades ribereñas, tanto del lado argentino como del uruguayo. ¿Hubo víctimas? No. Pero lo que sí hubo fue suerte. Suerte que en esa época se contaba con pocos habitantes y con la inmensa mayoría de las construcciones lejos de la costa.
Los especialistas aseguran que de producirse hoy un sismo de esa magnitud en el mismo sitio, las consecuencias serían lamentables.
El terremoto del 5 de junio de 1888 fue el evento más importante causado por la falla del Río de la Plata. Tuvo su epicentro en la cuenca del río, a 41 kilómetros de Buenos Aires, a 36 de La Plata y a sólo 15 de Colonia del Sacramento, en Uruguay, país que de acuerdo a las crónicas de la época se llevó la peor parte, tanto en Colonia como en Punta del Este y Maldonado, aunque también sin víctimas fatales.
El sismo se produjo pasados 20 minutos de la medianoche. El 6 de junio, el periódico La Tribuna Popular, de Montevideo, relató que “el maderamen de las casas crujía fuertemente, las lámparas se bamboleaban, los muebles se movían y los cuadros caían de las paredes. Se rompieron objetos de cristalería y se pudo ver porcelana saltando de los aparadores. Los habitantes han permanecido en vela parte de la noche, azorados a causa de un fortísimo temblor de tierra”.
Por su parte, La Lucha, de Colonia, describió que “el vapor Saturno, que venía de Buenos Aires, navegaba tranquilo por el centro del canal con más de 20 pies de agua cuando de pronto se detuvo como si tocara fondo. El capitán hizo echar la sonda pero se encontró con que el barco, movido por una fuerza oculta, zarpaba por sí mismo de la varadura y seguía su camino”. El diario también dio cuenta de que en el paraje La Estanzuela (cerca de Colonia) parte de una casa se había derrumbado
Según la recopilación que realizaron los periodistas José Montero y Juan Manuel Trenado en noviembre de 2018, el diario rosarino El Municipio “transcribió telegramas llegados desde Montevideo”, como uno que decía: “anoche a las 12,20 horas sintióse en ésta (por la ciudad) un fuerte temblor. Durante toda la fría madrugada numerosos grupos vagabundeaban por las calles temiendo que se reprodujese el fenómeno. Hubo un primer pulso no tan fuerte, luego un reposo y posteriormente un segundo y ya fuerte pulso que duró 58 segundos”.
Otras crónicas de la época indicaron que el sismo provocó en Buenos Aires el derrumbe de muros que estaban en obra en la Iglesia de la Piedad.
Este fenómeno es el principal antecedente de un terremoto seguido de un tsunami leve en la costa argentina. Como detalló 90lineas.com en una extensa nota, en 1954 se produjo un tsunami en Mar del Plata. Tres olas gigantes, con intervalos de cinco segundos entre una y otra, barrieron las playas del centro el 21 de enero de aquel año. Con el tiempo, los expertos estudiaron el caso a fondo y concluyeron que el origen del evento fue un cambio brusco en las condiciones climáticas.
QUÉ ES LA FALLA DEL RÍO DE LA PLATA
¿A qué se debe esta actividad sísmica en una zona considerada normalmente segura?, se preguntan en el sitio Curioseantes, y responden: “antes que nada debemos aclarar que no existen zonas seguras en términos sismológicos, dado el permanente movimiento de las placas tectónicas. Obviamente, hay zonas con mayor actividad, generalmente donde interactúan distintas placas, pero también donde existe fallas (fracturas) geológicas que pueden presentar movimientos relativos”.
“Este es el caso de la llamada falla del Río de la Plata, que recorre la zona central del ancho río homónimo y se interna en el Río Uruguay, el cual marca la frontera entre Uruguay y Argentina”, se señala.
La Facultad de Ciencias de la uruguaya Universidad de la República editó en noviembre de 2016 un documento donde se explica que “el riesgo sísmico en la Cuenca del Plata no es nulo, como lo prueban registros históricos de sismos con intensidades bajas a moderadas”.
“Merece destacarse el sismo ocurrido en 1888 que afectó ambas costas del Río de la Plata, produjo daños de cierta significación y hasta un tsunami. En esa época la población era escasa. La repetición de un sismo de estas características hoy día podría producir daños materiales y humanos de gran envergadura, si se considera el aumento exponencial de la población en ambas riberas, el enorme y variado cuadro de infraestructura y la falta de concientización pública”.
“Otros sismos de relevancia en el Río de la Plata ocurrieron en 1971 y en 1988, este último en el borde de la plataforma continental, con epicentro 250 kilómetros al este de Punta del Este. Su magnitud, de 5.2, fue registrado por varios sismómetros de la región”.
“No obstante, la sismicidad de la Cuenca del Plata es virtualmente desconocida, en buena parte debido a la carencia de observatorios sismológicos en Uruguay y en sus cercanías. Este desconocimiento implica que no puede evaluarse con precisión el riesgo sísmico real de la región, así como la localización, extensión y actividad de las potenciales fallas activas. La instalación de la actual red de observatorios sismológicos en nuestro país permitirá comenzar a subsanar este déficit”.
Vale remarcar que en enero de 2018, casi un año y medio después de esa advertencia de los expertos, el Observatorio Geofísico de Uruguay instaló el décimo sismógrafo para controlar los movimientos que se producen en la cuenca del río más ancho del mundo.
