Desde hoy todas las regiones del país se encuentran en “zona blanca”, lo que significa sin restricciones por la muy baja circulación del virus. Por esta razón ya no es obligatorio el uso de tapabocas al aire libre, marcando un gran paso para el primer país de Europa azotado por la pandemia desde febrero del 2020.
Es una medida que fue recibida con entusiasmo por la mayoría de la población, sobre todo porque es verano y se ha desatado una ola de calor en todo el país, con temperaturas que llegan casi a los 40 grados Celsius en algunas zonas del sur de la península.
Según las cifras oficiales, en las últimas semanas la curva de contagios se ha reducido notablemente y ayer se registraron las cifras más bajas con 14 muertos y 800 nuevos positivos, muy pocos en comparación con el promedio de meses pasados.
Sin embargo, el ministro de Sanidad, Roberto Speranza, pidió a través de un mensaje dirigido especialmente a la población joven “prudencia y cautela en esta vuelta a la normalidad, sin bajar la guardia”, mientras el Comité Técnico Científico (CTS) que asesora al Gobierno en la emergencia del coronavirus advirtió esta mañana que “están listos para volver a imponer la medida restrictiva si las condiciones lo requieren”.
Los números positivos que levantan la obligación del uso de tapabocas al aire libre también permiten la apertura de las discotecas con espacio en el exterior, previa presentación del green pass digital y con una capacidad limitada.
Todas estas medidas son una incógnita que tiene nombre y que además asusta: la variante “Delta”. La cantidad de casos en el mes de junio se han cuadriplicado en Italia y contra la cual -advierten los infectólogos y el Ejecutivo- es necesario completar el ciclo de vacunación para alcanzar la inmunización, aconsejada para quién se toma unos días de descanso y se va de vacaciones.
Recordemos que estuvo prohibida la entrada al país por meses, pero afortunadamente los turistas de la Unión Europea, Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá y Japón han regresado después de que el gobierno eliminara el requisito de cuarentena para los visitantes vacunados o aquellos que dieron negativo a la prueba de hisopado.
El objetivo prioritario del Primer Ministro Mario Draghi es vacunar sin cesar durante todo el verano y alcanzar la inmunidad de rebaño vacunando al 80% de la población inoculada para el mes de septiembre, lo que significaría alrededor de 54 millones de italianos en condiciones de ser vacunados.
La campaña llega a diario a 500 mil personas, lo que significa que un tercio de la población de Italia mayor de 12 años ha sido vacunada con las dos dosis, cerca de 19.572.505 personas.
Es esto lo que el mercado económico requiere, ya que el sentido de confianza de los inversores está controlado y se mueve de acuerdo a los efectos y fluctuaciones del Covid. El país que logre inmunizar rápidamente a su población podrá reactivar su economía y alzar la tasa de crecimiento, pero ahora con la variante Delta que afecta principalmente en Europa al Reino Unido hay una fase de moderación y alerta que hace pensar que de la pandemia aún no hemos salido.