Agua podrida en el arroyo “El Gato” (video)

El curso de agua es una gran cloaca a cielo abierto que atraviesa Ringuelet. Los líquidos recorren el canal de cemento que se construyó para sanearlo y evitar las inundaciones. Recorrida por dentro del drone terrestre de 90lineas.com. Galería de fotos

El drone terrestre: Recorrida por el cauce del arroyo El Gato

Vivir junto al arroyo El Gato, en Ringuelet, es tan peligroso como mezclarse sin tapaboca entre un grupo de negacionistas de la pandemia y que te estornuden en la cara. La cuenca acuífera, que ya llega contaminada por los desperdicios que se arrojan a lo largo de todo su recorrido desde Brandsen, tiene numerosos receptores de contaminantes industriales y cloacales que hacen que El Gato sea un arroyo sin vida posible, y por tanto, un foco infeccioso para quienes viven en sus cercanías.

Desde 520 entre 16 y 17, hasta 1 y 514, el canal hídrico atraviesa la localidad platense encajonado en un conducto de hormigón armado de 20 metros de ancho por aproximadamente 4 metros de alto, y solo muestra su torrente original en un pequeño tramo que va de 11 y 517 (desde allí abandona por unos metros el entubado con que uno de sus brazos atraviesa Tolosa) hasta 515 entre 8 y 9 en donde se une al canalón principal.

En todo ese tramo, según pudimos constatar recorriéndolo junto a su lecho, el “agua podrida” es lo común, como así también la recepción de vertederos pluviales, cloacales e industriales que no hacen más que seguir generando peligro a los vecinos de la zona.

Más allá de las constantes denuncias de los vecinos, ABSA parece hacer oídos sordos y sigue utilizando la cámara ubicada en 1 y 115 para arrojar ahora dos potentes chorros de aguas servidas al arroyo, que justamente desemboca en el Río de La Plata, justo en la zona en que ABSA tiene la planta potabilizadora en Punta Lara.

Vale destacar que el sistema de red cloacal de la zona llega a la planta de tratamiento que tiene sus piletones en 515 y 118 separando lo que es el Barrio Nueva Unión y El Mercadito, pero como esta no funciona adecuadamente, muchos desperdicios se arrojan desde allí mismo al arroyo y otros son trasladados hasta la cámara de inspección de 1 y 515 para terminar arrojándolos al curso de agua y provocar en la zona un olor nauseabundo que invade las fosas nasales de todos los vecinos de la zona.

En la recorrida que hicimos por el arroyo (ver video), pudimos observar que el agua no tiene vida, hay numerosos sectores donde se arrojan desperdicios, muchos caños que llegan semiocultos con desechos industriales y cloacales de las casas adyacentes, o desagües pluviales que acercan los desperdicios de otras zonas de la región.

El olor es en algunos sectores prácticamente insoportable, y hay zonas donde un lodo pestilente se ha depositado junto al canal principal, por lo que se hace difícil poder recorrer con tranquilidad el cauce

Es de destacar que hoy se considera a la cuenca del arroyo El Gato, una de las más contaminadas del país, incluso superando al Riachuelo.  Este curso de agua recibe vuelcos cloacales, efluentes industriales, lixiviados del CEAMSE y descargas pluviales de buena parte de la Ciudad, motivo por el que no tiene vida, puesto que el agua carece de oxígeno suficiente y evidencia contaminación con organismos coliformes, de origen fecal.

También contiene alta concentración del anión nitrato disuelto en la superficie, así como una elevada presencia de hidrocarburos y detergentes.

Muchos son los que culpan de la basura que corre por sus aguas a los vecinos que viven a sus lados, pero lo cierto es que la mayor contaminación llega por parte de las diferentes industrias que arrojan sus desperdicios a su cauce, como así también a la propia ABSA, o el mismo CEAMSE, que tiene a su planta de relleno sanitario a un lado del mismo.

 

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