Elisa Loncon, una docente y activista mapuche de 58 años, fue elegida para presidir la Convención Constituyente que redactará la ley de leyes que regirá la vida de todos los chilenos y chilenas, reemplazando la que rige actualmente y que fue producto de la sangrienta dictadura encabezada por Augusto Pinochet.
La decisión está “cargada de simbolismo”, al tiempo que “refleja el espíritu de la nueva Convención Constituyente” inaugurada este domingo 4 de julio en Chile.
Los 155 miembros del órgano designaron a Elisa Loncón, una mujer indígena de 58 años, para presidir la Convención que pondrá fin a la Constitución heredada de la dictadura cívico-militar que azotó al país trasandino entre 1973 y 1990, tras el suicidio de Salvador Allende, el primer marxista de la historia en ser consagrado presidente en elecciones libres bajo un Estado Derecho.
“Loncón, una profesora, lingüista y activista mapuche, la etnia indígena mayoritaria en Chile, fue elegida por mayoría absoluta (96 votos) en segunda vuelta de la sesión inaugural de la Convención, que se detuvo durante casi una hora por la protesta de un grupo de constituyentes después de los enfrentamientos en el centro de Santiago entre policías y manifestantes”, reseñó la BBC.
“Agradecerle el apoyo a las diferentes coaliciones que entregaron su confianza y depositaron sus sueños en el llamado que hiciera la nación mapuche, para votar por una persona mapuche, mujer, para cambiar la historia de este país”, dijo Loncón al aceptar el puesto con el puño cerrado por encima de la cabeza.
Cabe recordar que en las elecciones de mediados de mayo, la poderosa derecha chilena sufrió su peor derrota desde 1965, al punto que ni siquiera logró ingresar los convencionales necesarios para trabar los cambios de fondo que pretendieran llevar a cabo los integrantes de la Constituyente. Asimismo, perdió casi todas las gobernaciones y numerosas alcaldías claves, como la de la capital Santiago, donde se impuso una mujer del Partido Comunista.
“Se puede dialogar con nosotros, que no nos tengan miedo, porque también se ha instalado mucho la política del miedo. O sea, se instala una candidata indígena, mapuche, y hay mucho prejuicio. Entonces, esto también es un llamado a liberarnos de nuestros prejuicios y relacionarnos en igualdad de condiciones”, dijo Loncón en una entrevista reciente con el diario chileno La Tercera.
Su elección es “un cambio dramático” para un grupo que no está reconocido en la Constitución vigente.
“Esta convención transformará el país y lo volverá plurinacional e intercultural”, agregó la docente y activista.
El acuerdo entre partidos es que la presidencia de la Convención vaya rotando, aunque aún no está definido cuánto duraría cada período al frente de la asamblea. La elección de Loncón es también una muestra de la mayoría de progresistas entre los 155 miembros.
Con una derecha debilitada, que sólo ostenta 38 de los 155 escaños del órgano, y el auge de los candidatos independientes -en su inmensa mayoría de izquierda-, la Convención tendrá la misión de encarrilar a un país fuertemente afectado por una crisis social e institucional.
Loncon ocupa uno de los 17 escaños reservados para pueblos originarios, siete de los cuales fueron para el pueblo mapuche, dos para el aimara y un representante de cada uno del resto: kawésqar, rapanui, yagán, quechua, atacameño, diaguita, colla y chango.
Nacida en Traiguén, en la región sureña de La Araucanía, un bastión mapuche, Loncón vivió su infancia en la comunidad Lefweluan. La asambleísta constituyente relató recientemente en una entrevista con el diario español El País que para ir al colegio “debía viajar ocho kilómetros desde su casa de la comunidad mapuche”, un recorrido que muchas veces hizo a pie.
La mayoría de su familia aún vive en dicha comunidad.
Se tituló como profesora de inglés en la Universidad de La Frontera, en La Araucanía, y cuenta con estudios de posgrado en el Instituto de Estudios Sociales de La Haya y en la Universidad de Regina en Canadá.
También posee un doctorado en Humanidades por la Universidad de Leiden, Países Bajos, y un doctorado en Literatura en la Pontificia Universidad Católica de Chile.
FUENTES: BBC Mundo, El País de España, LaTercera de Chile