Se habla de variantes y cepas, ¿son lo mismo? ¿Qué es una variante y qué es una cepa? ¿Cómo se originan las variantes? Son más contagiosas, ¿y también más letales? ¿Cuáles prevalecen en el mundo y en particular en la Argentina? ¿Todas las vacunas responden a todas las variantes?
Las preguntas son infinitas. Y a cada uno le van surgiendo interrogantes y muchas dudas en la medida en que se habla todo el tiempo del tema en todos los programas de TV.
Es sabido que la sobreinformación es igual a desinformación. Por eso, en 90lineas.com creímos necesario hacer una pausa de 5 minutos, tomarnos un té, café o mate y pasar en limpio la información. Para ello consultamos al investigador del Conicet y prestigioso inmunólogo Guillermo Docena, fuente de consulta de las principales autoridades sanitarias y uno de los responsables, nada menos, que del desarrollo de la vacuna antiCovid platense.
En un lenguaje llano y en forma muy didáctica, como debe ser, nos quitó todas las dudas que le transmitimos. Aquí va.
¿Qué es una variante? ¿Una mutación del virus original (SARS-CoV-2 Wuhan) o incluso de otra variante? ¿Todos los virus mutan? ¿Es natural?
En la naturaleza, todos los microorganismos y organismos, entre ellos los humanos, varían en su genética, y lo pueden hacer siguiendo diferentes mecanismos. En particular los virus, cada vez que se multiplican introducen cambios en el material genético y esto es un proceso natural que está regulado por el mismo microorganismo. Por lo tanto, los distintos virus mutan empleando diferentes estrategias y esto determina que cada uno puede hacerlo generando mayor o menor variabilidad.
En particular, el SARS-CoV-2 tiene una baja capacidad de mutación comparado con Influenza o HIV. Pero a medida que se intensifica su transmisión entre animales o inclusive entre humanos se introducen nuevas variaciones genéticas, que son las que van generando los cambios en el virus con el tiempo. Dependiendo del grado en que se modifica el virus se puede generar una cepa (con marcados cambios) o variantes (con pequeños cambios), y así se construyen árboles filogenéticos para entender cómo se van desprendiendo los nuevos virus generados.
En este caso, hasta ahora se han generado distintas variantes virales del SARS-CoV-2, y sobreviven aquellas que llevan a una mayor virulencia o poder de transmisión. Por lo tanto, las variantes virales son virus que acumulan unas pocas mutaciones y según dónde se produzcan serán las características del mismo. Si el virus experimentara un cambio drástico en su ARN (ácido ribonucleico) se generaría una nueva cepa; hasta ahora esto no ha ocurrido.
Estas variantes virales del SARS-CoV-2 se denominan con letras y números (por ejemplo B1.1.7). Luego se les añadió el nombre del país o ciudad donde se describe que se originó (por ejemplo, Manaos, Británica). Y actualmente, a las variantes de mayor riesgo se les asigna una letra del alfabeto griego (por ejemplo alfa, beta, épsilon, delta).
¿El virus original sigue presente? ¿En qué medida?
El virus original o variante Wuhan originario de China existe aún en muchas poblaciones, aunque cuando en las mismas se han introducido estas nuevas variantes con mayor poder de contagio, las variantes existentes han sido desplazadas.
En nuestro país todavía se puede hallar la variante Wuhan, aunque actualmente predominan la variante Andina (o lambda) y la Manaos (o gama).
¿Cuántas variantes se desarrollaron? ¿Todas son más contagiosas? ¿Se pudo demostrar que alguna o algunas son más mortales?
En realidad, hay cientos de variantes de SARS-CoV-2 en el mundo. Cuando se descubre una nueva variante con una nueva secuencia de ARN viral se estudia qué porcentaje de muestras en análisis tienen a la misma y cómo se disemina por la región y en otros países. Cuando el porcentaje es menor al 1% de las muestras analizadas no se la considera una variante de interés. Cuando el porcentaje es mayor y creciente (10%, 20%, 30%, etc) se comienza a prestar atención y se la define como variante de interés (por ejemplo, Andina en nuestra región). Posteriormente, se estudia la capacidad de la misma de desplazar a las otras variantes, si genera mayor severidad en la enfermedad, mayor número de hospitalizaciones, mayor número de fallecimientos, no respuesta en vacunados o previamente infectados y se identifican cuáles son las mutaciones presentes; a éstas se las clasifica como variantes de riesgo o preocupación (por ejemplo Británica, India, Sudáfrica, Manaos, etc)
El 7 de julio en Reino Unido hubo 32.000 casos pero sólo 33 muertes, ¿eso es por la vacunación?
Probablemente sí. Se está observando que la variante Delta o India en Inglaterra y otros países afecta principalmente a no vacunados. En vacunados genera una patología asintomática o leve, lo cual significa que las vacunas protegen. Pero inclusive en no vacunados, al no observarse un aumento en las hospitalizaciones, podríamos afirmar que esta nueva variante no genera una enfermedad más severa. Sí está claro que la variante Delta tiene el doble de poder de transmisión con respecto a la variante Wuhan. Es decir, si un individuo infectado con la variante original contagia a 3 personas, la Delta contagia a 6 individuos susceptibles.
Cuando “estalló India”, la comunidad científica internacional mostró una honda preocupación porque, teniendo un tercio de la población mundial, era caldo de cultivo para el desarrollo de nuevas variantes. Dicho esto: ¿qué condiciones se requieren para el desarrollo de nuevas variantes?
En realidad, en India se detectó esta variante en el mes de octubre de 2020 y no se la clasificó como variante de riesgo. Sin embargo, en el mes de abril de 2021 se produjo una explosión de casos llegando a registrarse alrededor de 400.000 por día, y por esa razón actualmente se la clasifica como variante de preocupación. Esto probablemente se deba a que en ese lapso de tiempo se hayan introducido nuevas mutaciones. Delta tiene 13 mutaciones en la zona RBD de la proteína S, y eso generó la aparición de nuevas subvariantes. Actualmente hay tres y la B1.617.2 es la que genera las nuevas olas de casos en el mundo.
Para que exista la posibilidad de que el virus cambie está claro que tiene que haber un elevado número de contagios, como ocurrió en las poblaciones antes mencionadas. Habiéndose controlado las situaciones de Brasil e India, uno podría inferir que las chances de que aparezcan nuevas variantes de este tipo estarían reducidas. Sin embargo, uno nunca sabe con qué nos va a sorprender la naturaleza… y el comportamiento humano!!
¿Cuáles prevalecen en Argentina? ¿Qué se puede hacer para frenar el ingreso de nuevas variantes?
En Argentina prevalecen las variantes Wuhan, Andina y Manaos. Hay muy pocos casos de variante Británica y se está comenzando a encontrar la variante Delta en viajeros procedentes de países donde esta variante está diseminada. Por el momento, no se han detectado casos de infectados que no hayan viajado.
¿Todas las vacunas responden (al menos hasta hoy) a las nuevas variantes?
Todas las vacunas han sido diseñadas en base a la variante original. Sin embargo, podemos observar que las respuestas inmunes generadas por las vacunas son diferentes y algunas neutralizan en mayor o menor medida a las distintas variantes. Es cierto que con todas las vacunas las eficacias de protección frente a las variantes disminuyen con respecto a la variante Wuhan. Sin embargo, tratándose de vacunas tan potentes, la eficacia residual frente a estas nuevas variantes son suficientes para contenerlas, como ocurre con las variantes Delta o Gama.