Sergio Karakachoff, o el “Ruso” Karakachoff, fue asesinado el 10 de septiembre de 1976 por la dictadura cívico-militar.
Dirigente estudiantil, abogado laboralista y de derechos humanos, periodista y político argentino, fue miembro relevante de Franja Morada, de la Unión Cívica Radical y co-fundador de la Junta Coordinadora Nacional (1968) y del Movimiento de Renovación y Cambio (1972) que lideró Raúl Alfonsín.
Cuando se produjo la denominada Revolución Argentina que derrocó en 1966 a Arturo Illia, Sergio Karakachoff rompió con las ideas conservadores de la UCR conducida por Ricardo Balbín.
Una década más tarde fue secuestrado, torturado y asesinado por su oposición a la dictadura cívico-militar que empezó ese año y finalizó en 1983. Su cuerpo apareció el día 11 en las afueras de la ciudad de La Plata. Apenas unos días antes había denunciado la violencia del régimen.
“Un militante no es un héroe. Simplemente quiere vivir. Simplemente no se conforma con aceptar que otros han decidido ya su vida, su futuro, sus módicas ambiciones y su muerte” (…) “No hay nada que conversar, ya conversamos bastante, ahora hay que dejarse de joder y salir a trabajar con la gente”, son dos reflexiones que lo pintan de cuerpo entero.
Recuerdo haber recorrido la muestra sobre el fútbol durante el nazismo y el holocausto en el edificio de calle 48 entre 6 y 7 que lleva su nombre. Un más que merecido homenaje a su memoria.