Emilia Salazar es médica egresada de la Universidad Nacional de La Plata y hace dos años se desempeña como residente de Medicina General en el Hospital Gutiérrez, ubicado en diagonal 114 entre 39 y 40, donde durante septiembre tuvo lugar un evento muy especial. En el patio de la institución se llevó adelante recientemente una jornada artística organizada por el grupo “¿De qué hablamos cuando hablamos de Chagas?” -ONG que hace diez años trabaja el tema y del que la profesional es integrante- que incluyó una muraleada, presentación musical y stands con folletería, postales, lupas y vinchucas, unos pequeños insectos que se alimentan de sangre y pueden transmitir el Trypanosoma cruzi, parásito que causa la enfermedad de Chagas.
“El hospital tiene atención materno infantil, lo cual hace necesario visibilizar la problemática pensando en la transmisión materno-fetal, y la realización de exámenes obstétricos de rutina, seguimiento y tratamiento de niñxs”, cuenta en diálogo con 90lineas.com Emilia, quien fue el nexo entre el grupo y la dirección. Durante los días previos al evento, que fue reprogramado en varias ocasiones por la pandemia, ella se ocupó de coordinar todas las tareas necesarias para su desarrollo, rol que disfrutó especialmente al poder compartir tiempo con compañeras y compañeros con quienes habitualmente no lo hacía. “Fue una jornada que además significó el reencuentro con el grupo de Chagas entre colores, caleidoscopios, banderines y música”.
¿Pero qué es el Chagas? En líneas generales, se trata de una enfermedad parasitaria crónica que eventualmente puede ocasionar problemas cardíacos y en el tracto digestivo. Sin embargo, es importante señalar que sólo en el 30 por ciento de los casos se da esa situación, por lo cual hay que diferenciar entre estar infectado/a y estar enfermo/a de Chagas (es decir, tener o no una manifestación clínica). Respecto a las vías de transmisión, además del rol de las vinchucas y la posibilidad de que haya una transmisión de madre a hijo/a, también existen otras menos frecuentes que son la transfusión de sangre y la donación de órganos de donantes infectados/as, y la ingesta de bebidas o alimentos contaminados con materia fecal de vinchucas infectadas. No hay transmisión por leche materna, relaciones sexuales, besos ni saliva.
Pero hablar de Chagas y comprender la problemática requiere no sólo informarse sobre cuestiones biomédicas, sino entender que “se trata de una problemática de salud socio-ambiental” en la que intervienen aspectos biomédicos, epidemiológicos, socioculturales y políticos, según promueve la ONG . Por eso, hay que abordarla a partir de la “mirada caleidoscópica”, conjugando todas sus partes y pensando sus relaciones como un todo.
El arte al servicio de la comunidad
“Creo que el muralismo logra tener un diálogo muy cercano con la sociedad, con las personas que lo observan y lo aprecian en diferentes momentos del día. Es inevitable que no te impacte. Esa es una de las cosas que me gustan del muralismo. También el hecho de que te invita a reflexionar”, dice Verónica Martínez, profesora de artes visuales egresada de la Escuela Municipal de Bellas Artes «Carlos Morel» y la encargada de diseñar y concretar el mural que puede disfrutarse en el Gutiérrez.
“Junto a mi compañera Patricia vimos la pared unas semanas antes y pensamos en que queríamos una imagen con una frase que sintetice la idea de la mirada caleidoscópica y que también esté presente la cuestión de compartir y terminar con los silencios. Por eso la frase final fue: Nuestras voces crean mundos, ¿y si en vez de invisibilizarlos los compartimos?”, relata la artista sobre el proceso creativo. “A partir de ahí jugamos también con las paredes con esto de un niñe que se acerca a una ventana y mira por un caleidoscopio. Todo con colores llamativos. Queríamos que la gente al salir al patio se encuentre con eso, con colores que sean vibrantes y vayan al alma”.
Durante los días sábado y domingo 18 y 19 de septiembre, la artista pasó gran parte del día frente a la pared que acondicionaron desde el hospital y sobre la que plasmó su boceto. “Disfruté mucho la jornada. Me encantó la preparación, la organización y que el grupo siempre estuvo atento. Hubo mucha gente que ayudó pintando y fue genial volver a hacer algo así en vivo, tan hermoso y cálido”.
Al muralismo, lo acompañó el primer día la presentación de “Las Nunca bien ponderadas”, más conocidas como “Las Nunqui”, banda que nació en 2010 y que define su estilo como “cumbia free con un poquito de todo”. Vane Romano, una de las integrantes -junto a Piqui, Leti, Mati y Sofi-, es compañera de residencia de Emilia, por lo cual el vínculo de estas músicas con la salud se fue fortaleciendo a lo largo del tiempo y fue una de las razones que las motivó a participar, además de volver al ruedo luego de tanto tiempo sin tocar frente al público.
“La jornada del sábado nos llenó un montón, nos pareció hermoso lo que sucedió y nos resonó mucho poder habitar espacios en los que naturalmente no suceden cosas musicales, como es un hospital. Así que agradecemos mucho la apertura a recibir esta propuesta y estamos felices de haberla compartido con otras formas de expresión”, dice Vane en representación de sus compañeras.
La invitación a mirar
Con diversos materiales, propuestas y actividades, el grupo “¿De qué hablamos cuando hablamos de Chagas?” busca promover el abordaje de la problemática del Chagas desde una perspectiva integral e innovadora. Emilia se unió hace varios años, motivada por la mirada colectiva y transdisciplinaria, el dinamismo del trabajo y sentir que “se aprende siempre”. Con ese espíritu, el mural se convirtió en una excusa para reflexionar sobre la problemática.
Mientras la muralista “solamente sabía que era una enfermedad que la transmitía un bichito”, las músicas no tenían conocimiento sobre lo que implicaba, pero “lo lindo fue que aparezca una idea sobre el tema y sobre todo con el enfoque que realiza el grupo”. En ese sentido, la médica suma: “Algunos trabajadores comentaban por qué no había una vinchuca o que se imaginaban otro dibujo hablando de Chagas. Pero cuando charlamos sobre la complejidad de la problemática y la mirada caleidoscópica, se comprende mejor el gran trabajo que hicieron las muralistas para mostrar nuestra mirada del Chagas”.
