Apuntes de Tolosa, un pueblo con identidad propia

Una zona platense que es mucho más que un barrio. Sus orígenes -antes de la fundación de La Plata- le otorgan un valor histórico distinto al de otros sectores del Gran la Plata

Los talleres de Tolosa

Cada pueblo, cada localidad, casa suburbio lleva en sí su pequeña historia, ocupa su página en el gran compendio del país y cada uno de sus solares, de sus casas, de sus árboles, de sus zanjas y de sus piedras, son otros tantos motivos de recuerdos, otros tantos motivos de hondo cariño, que se prenden como abrojos al íntimo recuerdo de sus vecindades.

Tolosa tiene su historia en la opinión de algunos comentaristas acerca de que, entre los móviles que impulsaron a Martín J. Iraola a decidir la fundación del pueblo de Tolosa, influyó, de manera considerable, el éxodo producido entre los habitantes de Buenos Aires por la gravedad de la epidemia de fiebre amarilla que la azotó en el primer semestre de 1871.

Es justo reconocer que una tercera parte de la población, en cuanto tuvo conocimiento cabal del carácter colectivamente mortal de la epidemia y del ímpetu y la rapidez de propagación, huyó atemorizada.  La gente pudiente inició el éxodo, trasladándose a los pueblos vecinos de Flores, Belgrano, Morón, Olivos, San Isidro y otros lugares distantes del foco de acercamiento.

Otros huían hacia el campo u otras localidades. Tal vez pueden haber influido ambos aspectos, la cercanía de un puerto natural y el temor que a veces hace salir de su tranquilidad a la gente pudiente, no olvidemos que Martín J. Iraola, hombre de fortuna, había nacido en Buenos Aires el 15 de octubre de 1835, vinculado al campo desde pequeño, en 1860, arrendó seis leguas en San Antonio de Iraola partido de Juárez en la provincia de Buenos Aires con la laguna y una vivienda precaria que le pertenecía. Fue funcionario de la Legislatura de Bs. As. desde 1857 y luego senador hasta 1877 entre otros cargos de importancia.

Para el período 1871-1923, se destaca la presencia de dos generaciones fuertes, la de los fundadores y la de sus hijos, quienes penetran en la vida vecinal en los años 1900, confundiéndose con los constantes aportes inmigratorios que le confieren a la sociedad local y tal vez a todas las sociedades argentinas que se benefician del flujo inmigratorio, rasgos de sociedad pionera que apuesta sólidamente al futuro.

Tolosa fue desde sus primeros tiempos parada obligada de los arreos de ganado que tomaban por el conocido como “camino blanco” llamado después camino Rivadavia, para después embarcar las reses al exterior. Si nos remontamos a la segunda etapa en el tiempo, el origen de Tolosa fue ferroviario y, en menor medida también aparece un sector de la población empleada en los frigoríficos y en la construcción, y con la fundación de La Plata con la inclusión de muchos de sus vecinos en la administración pública, lo que permite al identificar a Tolosa como un barrio esencialmente obrero, luchando siempre por mejoras en sus calles hasta no hace muchos años sin pavimentar, por cloacas, iluminación moderna y todo lo que hace a una barriada progresista.

¿Tolosa tuvo vida propia?, digamos que sí, Ensenada y Berisso estaban lejos, definir a Tolosa especialmente era limitarnos a las calles 532 a 520 y de 13 hasta 120, extendiéndonos con reservas hasta la calle 38 o 39 de La Plata hasta los años 50. En este espacio se puede identificar la existencia de distintos barrios, siendo los dos más antiguos y característicos Villa Rivera (528 a 520 y 3 a 7) y El Churrasco (526 a 520 y 2 a 120).  Y el centro de Tolosa abarcaría las calles 532 a 528 y de 7 a 118, tal vez hasta 119.

La prensa local tuvo fuerte incidencia. En el año 1890 se editaba en Tolosa un periódico llamado El Pueblo (posiblemente 1897). En 1896 se publicaba La Revista Tolosana. En 1906 tenemos datos sobre la existencia del periódico El Tolosano, dirigido por el Sr. Julio F. Crehuet. En 1913 aparecen dos periódicos: El Defensor de Tolosa (publicado por primera vez el 1º de mayo y editado hasta el 29-12-1915) y La Semana (dirigido por Miguel J. Maza). En setiembre de 1930 (poco antes del golpe de Estado) salían a la luz Ateneo, publicación del Ateneo Popular (al menos dos números) y Tribuna Radical, publicación del comité Leandro Alem y del Ateneo Radical de la sección 6ª. En 1936 el Círculo Cultural Tolosano publicaba la revista Destellos. El 7 de julio de 1934 se inicia la publicación del periódico Tolosa que al menos existió hasta 1946 ya que en febrero de ese año se publicó el Nº 138.

¿Pero qué es Tolosa?, evidentemente es algo más que un barrio. Indudablemente en sus orígenes fue un pueblo como tantos otros fundados en la Provincia de Buenos Aires en aquellos años, pero desde su fundación careció de autonomía administrativa, ya que dependía del partido de Ensenada. Al fundarse La Plata, Tolosa pasa a depender administrativamente del nuevo partido, junto con la anterior cabeza de jurisdicción (que recobrará su autonomía en 1957), dependencia formal que con el tiempo se transformaría en absorción, a pesar de la intermitente existencia de la Delegación Municipal. Una cosa es cierta: los fundadores de la “nueva capital” se alojaron en Tolosa para desde allí organizar la fundación y la posterior construcción de la nueva ciudad.

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