El Puerto local posee un rica historia que no todos conocen, que data desde las propia fundación de la ciudad capital. Su construcción, estuvo a cargo de la empresa Lavalle, Medici y Cía. y fue dirigida por el ingeniero holandés J. A. Waldorp.
Los planos fueron aprobados por el Congreso y la Legislatura en abril de 1883 y en agosto comenzaron las obras. Finalmente, tras una serie de postergaciones el Puerto fue inaugurado el 30 de marzo de 1890 en presencia del entonces presidente Juárez Celman.
El proyecto se estructuró básicamente a partir de un canal que, desde la costa del Río de la Plata, atraviesa la isla y el río Santiago, resto de la antigua caleta entarquinada por la acumulación fluvial, un dique central de 1145 metros de longitud y dos canales laterales que, con un recorrido de 14 Km. posibilitarían la existencia de un Puerto de cabotaje en las puertas mismas de La Plata, todo a pesar de que en ese entonces, de los cuatro diques proyectados sólo se terminó uno.
PROLONGACIÓN DE LA PLATA FUNDACIONAL
El diseño del Puerto surgía como una prolongación del Eje Fundacional de la ciudad que alojaba todos los edificios representantes del poder del Estado de la nueva capital. La procedencia holandesa de Waldorp introdujo en el diseño del Puerto los conceptos de Dock de Ultramar y Diques de Cabotaje que aún hoy en día se evidencian como una marca imborrable en el territorio portuario.
Las obras definitivas de construcción del Puerto La Plata tuvieron un costo de 18 millones de pesos oro, y para ello se emplearon 4.500 obreros con sus directivos, jefes y capataces. El ferrocarril no tardaría en llegar a la nueva terminal fluvial, denominada desde entonces Puerto La Plata. Un año antes de la conclusión de las obras de construcción, se procedió a la extensión de un ramal del Ferrocarril Oeste desde la estación Tolosa hasta la estación «Dock Central», en el área portuaria. Posteriormente se prolongó el ramal hasta Río Santiago y se lo empalmó con la nueva estación de La Plata, ubicada en Av.1 y Diagonal 80.
LA DESTILERÍA YPF
La zona tomaría más impulso con la llegada de más de cinco mil toneladas de materiales que fueron enviadas para la destilería del puerto La Plata, de esta forma progresa el trabajo preliminar relacionado con el contrato gigantesco aceptado por la Bethlehem Steel Corporation, para levantar una destilería de petróleo en La Plata, por encargo del gobierno argentino.
En virtud de dicho contrato, la compañía otorgó contratos subsidiarios para el suministro de maquinarias y aparatos indispensables para completar la destilería. Casi acto continuo de firmado el contrato a principios de diciembre de 1924, un perito de la compañía fue a Buenos Aires para estudiar la situación y desde entonces han partido para la Argentina varias remesas de material de construcción, calculándose que el peso total excede ya de 5.000 toneladas. Las consignaciones de material seguieron sin interrupción a medida que progresaban los trabajos. El material remitido consistía en armazones de acero, necesarios para la primera etapa de los trabajos de construcción.
Allá por 1942 en la apacible tranquilidad del puerto La Plata, se registró el 3 de marzo la entrada de un barco. Hasta aquí nada de particular en un puerto, pero el que entró era el primer barco de la Marina Mercante argentina, de esos que surcan las aguas del Atlántico para llevar y traer aún de los países beligerantes, el producto que ellos y nosotros necesitamos en rutas cada vez más peligrosas, pero no para los barcos como el Río Chubut que llevan en su mástil la bandera de la paz.
En abril se produjo el arribo al puerto local del nuevo petrolero argentino adquirido por Yacimientos Petrolíferos Fiscales al gobierno de Estados Unidos de Norte América, el Ulysses, al que se ha dado el nombre de San Blas
Otra entrada de un barco importante llegó al puerto La Plata el 22 de agosto de 1973 la nave de mayor porte que haya ingresado, el barco World Gratitude. Tenía un porte bruto de 27.500 toneladas; una eslora de 228,17 metros; 26,63 metros de manga y 16,20 de puntal. Traía 20.000 toneladas de petróleo crudo consignadas a YPF, procedentes del golfo Pérsico.
La reactivación del Puerto La Plata constituía sin dudas una realidad largamente esperada allá por el año 1981. De ser un puerto que en otras épocas fuera el de mayor importancia en el país, se ha pasado a otro de baja operatividad, circunstancia agravada por lo dificultoso de su mantenimiento puesto que en épocas en que el mismo se encontraba casi paralizado este mantenimiento fue prácticamente nulo, debido a que no se estaba justificado y, además, por su baja operatividad, puesto que al mismo sólo ingresaban embarcaciones afectadas al servicio de YPF y no se introdujeron mejoras sustanciales que lo mantuvieran en una condición acorde con la época.