De la redacción de 90 Líneas.- Se realizará hoy, 10 de noviembre, una jornada de actividades organizadas en el marco del “Día de las trabajadoras y de los trabajadores del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Géneros y Diversidad Sexual” de la provincia de Buenos Aires, en la vereda del edificio ubicado en la calle 53 e/ 5 y 6 de La Plata, de 16 a 18 horas.
LA HISTORIA (Fuente: ministerio de Cultura argentina)
El 9 de septiembre de 1947, la Cámara de Diputados de la Nación convirtió en Ley el voto femenino. El Poder Ejecutivo fue quién presentó el proyecto, en el marco de una batería de más de cuarenta leyes que Juan Domingo Perón había anunciado dentro de la planificación estatal conocida como el Plan Quinquenal.
Hasta ese día, a partir de la Ley Sáenz Peña (1912), que estableció el voto secreto y obligatorio, los únicos habilitados para votar eran los hombres mayores de 18 años, nacidos en Argentina y residentes de las 14 provincias del país. Recordemos que Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Neuquén, La Pampa, Chaco, Formosa y Misiones eran considerados territorios nacionales, y por lo tanto, no eligieron autoridades hasta las elecciones de 1951.
Si bien la ley se promulgó en 1947, recién en 1951 las mujeres acudieron masivamente a las urnas. La demanda histórica que el peronismo materializó tiene sus antecedentes en las persistentes batallas y conquistas que llevaron adelante, desde principio de siglo, las mujeres organizadas en las agrupaciones feministas, las socialistas y radicales.
En 1911, los requisitos para empadronarse contemplaban, entre otros, ser ciudadano mayor de edad, saber leer y escribir, ejercer alguna profesión y tener domicilio en la ciudad de votación.
De 1911 a 1939 se presentaron diversas iniciativas que buscaron garantizar el voto femenino, aunque muchas de ellas ni siquiera se debatieron en el recinto. Fue el representante del Partido Bloquista, Aldo Cantoni, quien al asumir la gobernación de San Juan modificó la Constitución provincial y habilitó a las mujeres sanjuaninas a votar y a presentar sus candidatas en las elecciones municipales de 1928.
Los debates para apoyar o no la ley del sufragio femenino fue por lo menos acalorado. Sucedieron en el interior de los partidos políticos y entre las diferentes organizaciones de mujeres. El historiador Pablo Vázquez, especialista en peronismo, explica que “Perón, ya en 1945 desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, planteó el tema del voto femenino. Entre las sufragistas, sobre todo el colectivo que encabezaba Victoria Ocampo, no querían que saliese el proyecto, porque “lo daban” los militares; para ellas, el peronismo era la dictadura”.
Y agrega: “La oposición tenía contradicciones. Los radicales siempre apoyaron el voto femenino, más aún el sector de Frondizi, pero dar el voto implicaba beneficiar al peronismo, porque sabían que las mujeres lo iban a apoyar masivamente. Los conservadores estaban en contra bajo el argumento tanto de la especulación política del peronismo como del que no había tiempo suficiente para instruir a las mujeres en cuestiones cívicas, que se carecía de padrones electorales y que la participación de la mujer en la vida política iba a dividir a las familias”.
Algunas de las especulaciones de la oposición se cristalizaron el 11 de noviembre de 1951, cuando se celebraron las elecciones que permitieron la reelección de Juan Domingo Perón. La fórmula Perón-Quijano alcanzó nada menos que el 63.4%, seguida por los radicales Balbín- Frondizi, que obtuvieron el 32.2%.
“Para esas elecciones en el padrón figuraban 8.623.646 de electores, entre ellos, 4.222.467 mujeres. De ese total, el 90,32% se hizo presente en las urnas y más de la mitad votó al peronismo. El resto de las electoras, 1.375.096, lo hicieron por otras fuerzas políticas, que en total sumaban ocho candidaturas”, describe Laura Macek, investigadora del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón (INIHEP)- Museo Evita.