De la Redacción de 90 Líneas.-
Cuando el Gobierno nacional está en el tramo final de una delicadísima negociación con el FMI para reestructurar la impagable deuda tomada por Juntos por el Cambio en un lapso de apenas 29 días del año 2018 -la mayor deuda en la historia del país y del organismo internacional-, JxC, ahora en el rol de «oposición destructiva», dejó al país sin presupuesto para 2022.
Los argumentos, para quienes siguieron la sesión, fueron confusos. Es que el objetivo central ya lo venían anunciando los medios hegemónicos, que ahora mismo destapan champán, desde hace días: debilitar al Gobierno para que tenga que ceder ante ciertas exigencias del Fondo Monetario, les quite impuestos a los poderosos y atienda más el déficit fiscal que la enorme deuda social.
Eso no llama tanto la atención, aunque algunos esperaban, inocentemente, un gesto constructivo. Más aún teniendo en cuenta que sectores que hoy integran el Frente de Todos y por tanto el Gobierno, durante el mandato de Mauricio Macri (Pro), la UCR y la Coalición Cívica, les facilitaron todos los caminos. Hay que recordar que el macrismo no tenía mayoría en el Congreso.
Lo que sí llama la atención es el comportamiento del interbloque federal de Randazzo, Camaño, De la Sota y compañía, aunque esta sesión sirvió para comprobar que asumieron públicamente que representarán una suerte de peronismo de derecha liberal.
En tanto, la izquierda trotskista, la misma que no apoya a las izquierdas latinoamericanas como la encabezada por Boric en Chile -a pesar de que enfrenta al mismísimo pinochetismo-, ni al MAS de Evo Morales en Bolivia, ni al Frente Amplio en Uruguay, ni al izquierdista Pedro Castillo en Perú en su lucha contra la neofascista Keiko Fujimori, volvió a refugiarse en su dogma trostkista y se alineó en la negativa al presupuesto con JxC y la ultraderecha (un grave error de los periodistas es calificar como «izquierda» sin más a ese sector, cuando en rigor representan a un espacio ultradogmático como el trotskismo, que hoy en día no hace pie en ningún sitio del planeta).
EL OFICIALISMO PIDIÓ UN CUARTO INTERMEDIO; NI ESO

LA SESIÓN
La Cámara de Diputados rechazó el proyecto de presupuesto 2022 por 132 votos de la oposición contra 121 del oficialismo y una abstención.
Previamente, el cuerpo había rechazado por ajustada mayoría un planteo de postergar hasta el martes próximo el debate y convocar nuevamente a la comisión de Presupuesto al ministro de Economía, Martín Guzmán.
La moción planteada por el diputado de Juntos Somos Río Negro, Luis Di Giácomo, logró 122 afirmativos contra 128, correspondientes al interbloque de Juntos por el Cambio, que anticipó su rechazo a ese planteo tras un fuerte cruce en el recinto con el Frente de Todos.
Con el debate trabado, el diputado Cristian Ritondo había solicitado un cuarto intermedio: «Lo que estamos haciendo es tener una respuesta en común. Les pido que nos respeten, no queremos salir para dejar sin quórum y lo estamos debatiendo acá”, añadió Ritondo, en torno de la posibilidad de pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo martes, impulsado por el oficialismo.
GRAN DEBUT DE MANES, SANTILLI Y VIDAL COMO REPRESENTANTES DEL PUEBLO

La propuesta de pasar a un cuarto intermedio y analizar la posibilidad de retomar el martes la discusión fue avalada por el presidente del bloque de diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner.
Fuentes parlamentarias señalaron que para entonces aún se mantenía la incertidumbre sobre cómo saldría la votación.
Cerca de las 7 (de la mañana de este viernes 17 de diciembre), desde el Frente de Todos, el presidente de la Comisión de Justicia, Rodolfo Tailhade, pidió a la Justicia que «deje de dictar prisiones preventivas», y consideró al Poder Judicial como «el más corrupto y peor servicio del Estado», a la vez que recordó que ese Poder tiene un total de 26.513 empleados y más de 5 millones por cada uno de esos magistrados y funcionarios.
El oficialismo hizo concesiones. Luego pidió un cuarto intermedio. No hubo caso. El objetivo de la derecha/ultraderecha estaba claro: dejar al Gobierno y al país sin presupuesto. El trotskismo y el peronismo de derecha acompañaron
«Cerca de 153 millones de pesos va a juntar la política para darle al Poder Judicial: 130 mil son para el Consejo de la Magistratura, el resto para la Corte Suprema», aseveró Tailhade, al advertir que «tienen gran cantidad de privilegios como los fiscales que trabajan desde Miami».
Por Evolución Radical, Emiliano Yacobitti cuestionó la «discrecionalidad» del presupuesto y consideró que el proyecto «se está tratando como si fuera una ley más», al cuestionar la urgencia del oficialismo en llevar el proyecto al recinto.
Por el Frente de Todos, Carolina Moisés criticó a las fuerzas de izquierda al sostener que ese espacio «termina votando con la ultraderecha», y dijo que muchas de las banderas que defiende ese sector y que garantizan derechos «están en este presupuesto».
Por su parte, la diputada de Encuentro Federal, Margarita Stolbizer, cuestionó al oficialismo y dijo que «la responsabilidad de garantizar el presupuesto es de la bancada oficialista», a la vez que rechazó que el FdT «se vista de progresista. No es un dibujo, es un garabato que no hace reír sino llorar».
Desde el oficialismo, Sergio Palazzo aseguró: «Venimos a cuidar un presupuesto que defiende el bolsillo de los argentinos».
Por su parte, desde el denominado Frente de Izquierda, la diputada Miryam Bregman rechazó que ese espacio haya respaldado algunas políticas del gobierno del ex presidente Mauricio Macri, y cuestionó que «están envalentonados porque se eligió el camino del Fondo (Monetario Internacional)».
La sesión especial en la Cámara baja comenzó poco después de las 13 del jueves, pero el tratamiento del dictamen de la ley de presupuesto recién se inició a las 18,30 con el informe del presidente de la comisión de Presupuesto, Carlos Heller, del Frente de Todos.
EL PERONISMO DE DERECHA, PRESENTE

Los principales referentes del Frente de Todos mantuvieron durante la agitada jornada diferentes reuniones con diputados de la oposición, a fin de conseguir los votos necesarios para obtener la mayoría que permitiera aprobar el texto elaborado por el Poder Ejecutivo.
Pero el interbloque Juntos por el Cambio (116 miembros); el Federal (8); los denominados libertarios (4) y la izquierda trotskista (4) ya habían anticipado públicamente sus rechazos al proyecto, más allá de que el Frente de Todos atendió algunas de sus demandas con la esperanza de lograr un acuerdo.
Varios legisladores oficialistas hicieron hincapié durante sus discursos en la importancia que le asignan a la aprobación de este proyecto para la ejecución de obras públicas en sus provincias o en los municipios.
LA IZQUIERDA TROTSKISTA, DETRÁS DE LA DERECHA LIBERAL Y LA ULTRADERECHA

Fuente de consulta: agencia Télam