Elecciones 2023
Las recientes elecciones en Colombia no dejaron ninguna sorpresa en cuanto al ganador, pero sí de cara al balotaje. Si bien, como indicaban desde hace tiempo todas las encuestas, en la primera vuelta se impuso claramente el candidato de izquierda, Gustavo Petro, éste se enfrentará en la segunda ronda electoral a un populista de derecha, Rodolfo Hernández, quien desplazó al tercer lugar al postulante del establishment económico, Federico Gutiérrez, con el remanido discurso antipolítica y anticorrupción (aunque está investigado por delitos económicos) que utilizan los ultraderechistas latinoamericanos.
Hay, sí, dos elementos nuevos en la política colombiana postelectoral que son claves. Uno es que por primera vez en la historia de ese país podría haber un presidente de izquierda. El otro, que los partidos políticos tradicionales -como ya ocurrió, por ejemplo, en Perú y en Chile- quedaron varios metros bajo tierra.
Gutiérrez, el candidato de la clase dominante, hizo lo posible y lo imposible para despegarse de la figura del actual presidente Iván Duque, representante del ala dura del liberalismo colombiano (identificada con el ex primer mandatario Álvaro Uribe), quien dejará la residencia presidencial con un nivel de impopularidad que registra pocos precedentes. Pero no le alcanzó para evitar caer hasta el tercer lugar y quedar afuera del balotaje.
Las multitudinarias y largas jornadas de protesta en las calles de las principales ciudades del país; la brutal represión que ejerció el gobierno con decenas de muertos, desaparecidos y heridos graves, y así y todo la persistencia en aplicar las típicas políticas de ajuste liberal, provocaron un vuelco inédito de más del 40% de la sociedad en favor del economista y ex guerrillero Gustavo Petro, quien abandonó el Movimiento 19 de Abril (M-19) en 1987 para volcarse a la política. Fue diputado, alcalde de Bogotá y actualmente es senador nacional.
Elecciones 2023
Como líder del denominado Pacto Histórico, Petro conformó dupla presidencial con la afrocolombiana Francia Márquez, dirigente social, feminista y ambientalista con gran predicamento entre los sectores socialmente más postergados de Colombia.
El enfrentamiento que se avecina entre Petro y el populista de derecha Rodolfo Hernández tiene al menos dos puntos en común con el mano a mano que protagonizaron el sindicalista de izquierda Pedro Castillo y la neofascista Keiko Fujimori en Perú, y el izquierdista Gabriel Boric con el pinochetista José Antonio Kast en Chile. En primer lugar, la desaparición de las fuerzas políticas tradicionales. En segundo término, la compulsa en segunda vuelta de dos proyectos antagónicos que polarizaron a sendas sociedades.
En noviembre, los brasileños protagonizarán la gran elección latinoamericana dentro de la nueva realidad de “sociedades bipolares”, cuando el ex presidente y líder del Partido de los Trabajadores (PT), Lula da Silva, enfrente al actual mandatario ultraderechista, Jair Bolsonaro, quien al igual que Iván Duque en Colombia, o antes Sebastián Piñera en Chile, tiene niveles de impopularidad gigantes.
Elecciones 2023
Así las cosas, Bolivia, Perú, Chile, Colombia (con el balotaje pendiente) y Brasil dentro de 5 meses serán la antesala de un 2023 donde la Argentina renovará presidente y vice, gobernadores, intendentes y la mitad de los legisladores. En todos los casos mencionados, las elecciones polarizaron a las distintas sociedades. ¿Qué ocurrirá en estas pampas? Actualmente hay tantas hipótesis dando vueltas como argentinos y argentinas que van a votar, pero poner sobre la mesa dos o tres trazos gruesos nos ayudaría a reflexionar sobre algunas similitudes y diferencias entre nuestra realidad y las de nuestros países hermanos.
Oficialismos de derecha versus oposición de derecha
Bolivia fue a elecciones tras un golpe de Estado que, con la ayuda inestimable del gobierno de Cambiemos, sacó de la presidencia a Evo Morales y puso a una política-títere del poder económico que ahora está a punto de ser condenada por la Justicia. El partido de Morales (Movimiento al Socialismo) se impuso con Luis Arce como postulante a la presidencia con un demoledor 55,11% de los votos.
En Perú se presentaron 18 candidatos en la primera vuelta, lo cual fue un fiel reflejo del descalabro político en el país andino. Se llegó a los comicios luego de la renuncia del liberal Pedro Pablo Kuczynski, acusado de corrupción, y el interinato de Martín Vizcarra. Pasaron a segunda vuelta el docente y líder campesino de izquierda Pedro Castillo y la neofascista Keiko Fujimori, hija del ex dictador Alberto Fujimori. O sea, los dos extremos de la oferta electoral. Castillo ganó por 40 mil votos y quedó en una posición de debilidad extrema.
En Chile hubo sorpresas. En la interna de la izquierda no ganó el “a priori favorito”, el dirigente del Partido Comunista Oscar Daniel Jadue, sino el ex líder estudiantil y uno de los referentes del estallido social que el gobierno del liberal Piñera reprimió con brutalidad, Gabriel Boric. En tanto, por derecha emergió el ultracatólico y pinochetista confeso José Antonio Kast. Así quedaron enterrados los partidos tradicionales, y Kast y Boric fueron a un balotaje donde el segundo logró que la izquierda trasandina volviese al Palacio de La Moneda después de medio siglo de dictadura y gobiernos neoliberales.
Elecciones 2023
En Colombia, como dijimos, luego de décadas de gobiernos liberales, más del 40% de la sociedad dijo basta y puso a Gustavo Petro a tiro de la presidencia, aunque aún falta el balotaje y el “Trump colombiano”, Rodolfo Hernández, está bien posicionado en las encuestas. Habrá que esperar.
En Brasil, todos los sondeos de opinión dan ganador a Lula, quien así destronaría al primer político ultraderechista que llegó a la presidencia en América Latina mediante las urnas, Jair Messias Bolsonaro (aunque con un Lula preso sin pruebas).
La gran diferencia es que en Argentina la derecha/ultraderecha está en la oposición. Y que en nuestro país no existe una izquierda nacionalista y popular como en las naciones antes mencionadas, porque esa corriente de pensamiento siempre estuvo y sigue estando contenida en el amplio y plural espacio que representa el peronismo.
Ahora bien, hay algo de lo que no cabe duda alguna: en 2023 el peronismo actualmente en el gobierno competirá mano a mano con la derecha liberal y la ultraderecha en las elecciones generales. Sobre lo que sí abundan las dudas es sobre la corriente interna con que lo hará. ¿Con el denominado “albertismo”? Es decir, ¿con una opción de centro? Para ello, el gobierno tendría que sostener el crecimiento económico pero, sobre todo, lograr que llegue a los bolsillos de la mayoría de la población, lo cual requiere de un factor clave: contener la inflación (ningún gobierno gana una elección con 50% o más de inflación).
Elecciones 2023
¿O lo hará con su corriente más centroizquierdista referenciada en la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner? “Entre Alberto y Cristina me quedo con Cristina, pero mi candidato es Wado de Pedro”, dijo hace poco el dirigente social Juan Grabois. Y es un dato real que el actual ministro del Interior está siendo medido y se ubica tercero entre los presidenciables del Frente de Todos, por detrás de Cristina Fernández y de Alberto Fernández (este último, lejos de la vice).
¿Y si el triunfo de Lula en Brasil le da el empujón a la ex presidenta para jugar ella misma? Eso es lo que quiere la inmensa mayoría de la base social del peronismo, la misma que en las legislativas de 2021 protagonizó “la gran abstención”. Pero ello no quiere decir que vaya a ocurrir ni mucho menos.
El gran congreso de Mendoza que los grandes medios minimizaron
Hace poco, el FdT realizó una cumbre nacional en Mendoza donde estuvieron representados todos los sectores. Absolutamente todos. Sólo faltaron los Fernández. Incluso participó e hizo uso de la palabra el salteño Urtubey, quien formalmente no participa del Frente. Allí se acordó “emprolijar” la interna sin dejar de decir lo que cada uno piensa; se utilizó la expresión “unidad” de principio a fin, y se volvió sobre la idea de una gran Paso que defina todas las candidaturas para 2023. Conclusión a priori: el peronismo llegaría a los comicios unido, y la corriente que lo represente (centroderecha, centro o centroizquierda) se definiría en una interna abierta.
Elecciones 2023
Quienes tienen más grietas, aunque los medios hegemónicos se encargan de ponerles “la gotita” y agrandar las del oficialismo, son los aliados de Juntos por el Cambio. La reciente convención nacional de la UCR, que eligió como presidente a Gastón Manes, hermano del diputado nacional y neurocirujano Facundo Manes, dejó en claro que esta vez el radicalismo peleará en las Paso para coronar al candidato a la Rosada de JxC. “Que me disculpe Macri, pero tenemos a los mejores candidatos (…) La UCR va a presentar un candidato en todos los distritos y categorías”, sentenció Gastón Manes, para luego descartar -por enésima vez desde la vereda radical- una alianza con la ultraderecha (léase, Javier Milei).
En tanto, el presidente saliente de la convención nacional de la UCR, el cordobés Jorge Jerónimo Sappia, no anduvo con vueltas: dijo que Macri “va a romper Juntos por el Cambio” porque “está desesperado por aliarse con Milei”, al mismo tiempo que criticó con dureza las reformas laboral y previsional que adelantó Horacio Rodríguez Larreta en caso de llegar a la presidencia en 2023.
Conclusión a priori: es altamente probable que la oposición presente una opción de derecha conformada por las “palomas” del Pro, la UCR y la Coalición Cívica, quienes definirían las candidaturas en internas abiertas, y otra opción ultraderechista donde converjan Milei, Espert, ¿Patricia Bullrich y Macri? ¿O Macri le hará pagar derecho de piso a Larreta como “líder natural” del Pro que se siente?
¿Están dadas las condiciones en Argentina para un 2023 ultrapolarizado a la peruana, chilena, colombiana o brasileña? ¿O más bien se dará un mano a mano entre una derecha tradicional (JxC) y un peronismo de centro o centroizquierda? Todo dependerá en gran medida de la marcha de la economía, y en particular de la inflación durante el próximo año y fracción.
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