Sobrevivir al desmadre de las motos en las noches platenses

Cuando el sol cae, caminar por la Ciudad puede convertirse en una trampa mortal, donde todo vale para los motoqueros, desaparecen los semáforos y las plazas se transforman en una vía más de circulación, a toda velocidad. Una locura que crece sin control

Motos

Caminar distraído por las calles de La Plata puede ser letal. Las motos circulan descontroladas

Sentarse en el banco de una plaza, caminar por algún parque, circular en auto o andar de a pie por cualquier rincón de la Ciudad, de noche, puede ser el principio del fin para cualquier vecino platense. Cuando empieza a esconderse el sol y hasta que vuelve a salir, las motos, de todo tipo, pero principalmente las que manejan los deliverys de comidas, se adueñan del espacio público y hacen, literalmente, lo que se les plazca.

Los inspectores municipales que ya hicieron su trabajo llenando de multas a quienes estacionan mal durante el día, de noche brillan por su ausencia. Y entonces comienza el desmadre de las motos.

Circulan a toda velocidad en contramano, por sobre las veredas, arriba de plazas y parques atravesándolos como si se trataran de autopistas; no miran el color de la luz de los semáforos, ellos pasan; esquivan mesas en las entradas de bares y restaurantes; copan las bicisendas (esta infracción también es habitual de día), y mientras cometen todo tipo de violación a la normas viales poniendo en peligro la vida del resto, saben que no tienen barreras de ningún tipo porque no se les exige ni siquiera tener la documentación de sus rodados al día, como así tampoco el aspecto laboral, ¿para quiénes trabajan los deliverys?, aunque este último tema es harina de otro costal que muy bien ha contado el ex ministro de trabajo de la Provincia, Oscar Cuartango, en este diario.

Con cajas a veces más grande que las veloces motos que usan, pasan holgadamente las velocidades permitidas en una Ciudad, andan a más de 60 kilómetros por cualquier lado, no aprietan el freno en ninguna esquina ni en ninguna plaza, ni arriba de las veredas donde, también circulan a más de 60. Una verdadera locura. Se creen inmortales.

El último informe anual de la ONG Corazones Azules Argentina sobre víctimas de siniestros viales ocurridos en La Plata, señala que en 2021 de los 44 fallecidos por causas viales 22 fueron en motos, es decir el 50 %. La participación de las motos en sinestros viales en 2016 fue (sobre 95 muertes viales) del 43 % (41 fallecidos); en 2017 (105 muertes viales) ascendió al 49 % (51 muertes); en 2018 (68 muertes) ascendió esta vez al 61.8 % (42 muertes). En 2019 sobre 59 muertes viales 27 fueron en moto es decir el 45.7 %. En 2020 sobre 33 muertes viales, 21 fueron en moto, por lo que el 63,6 % de los casos estuvo involucrado este tipo de vehículos.

Los fríos números de las estadísticas a lo largo de los últimos años, indican que las motos son las principales protagonistas de accidentes de tránsito en La Plata, y parece que eso a nadie le hace ruido. Sólo basta con verificar lo que venimos diciendo en estas líneas, saliendo una noche por cualquier rincón de la Ciudad.

La necesidad laboral, que por cierto en nuestro país se hace carne en miles y miles personas, debe convivir, en este caso de los deliverys, con normas ya preestablecidas que atañen al tránsito.  «Es que si van rápido y entregan los pedidos en más casas, ganan más dinero…», suelen decir a la ligera quienes de alguna manera pretenden justificar la circulación descontrolada de los motoqueros, muchos sin sus cascos puestos.

Pues en esa afirmación hay dos cuestiones, la primera es ¿quien les paga? ¿cuanto?, ¿cuáles son las condiciones laborales de estos trabajadores? En varias oportunidades hemos acudido a protestas callejeras de los propios protagonistas por reivindicaciones laborales ¿contra quiénes? contra empresas fantasmas que se manejan con aplicaciones de celulares, pero jamás conocemos la cara de ningún responsable.

Y la segunda, si todos los que trabajan con vehículos se apuraran para ganar más, se imaginan entonces lo que sería el tránsito: fleteros, transportes de carga, taxistas, remiseros, colectiveros, todos a más de 100 Km…¿impensado no? Para los motoqueros, pareciera que no.

En las madrugadas de domingo, o de lunes, el panorama es peor. Por eso hay que andar con muchísimo cuidado, caminar por una plaza puede ser letal si no se está atento, de hecho ya han ocurrido cientos de accidentes sobre espacios por los cuales está terminantemente prohibido andar en moto: Plaza Moreno, Parque Alberti en 25 y 38; la Plaza Güemes de 19 y 38; el Parque San Martín de 50 y 25, o el Castelli de 66 y 25, son puntos donde «esas motos que van a mil…», han provocado desastres.

Es hora que la Municipalidad de La Plata haga algo en serio con esta problemática, antes que sigan sucediendo accidentes mortales. Algo serio significa no un control esporádico en algún punto clave y secuestrar diez o quince vehículos, sino un relevamiento de deliverys, sus condiciones laborales, quienes los mandan a la calle, y que se hagan cargo de las infracciones. Es necesaria, además, la educación vial a través de cursos a los que puedan asistir quienes manejan motos, porque evidentemente les hace falta. Así, como estamos, no deberá sorprendernos si a fin de año la lista de fallecidos por el andar descontrolado de las motos, se dispara aún más.

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