conservatorio de la plata
De la Redacción de 90 Líneas.-
Ayer nomás, el 2 de abril, se cumplieron diez años de la trágica inundación que azotó a la ciudad de La Plata. Durante una larga charla con el ex director del emblemático Conservatorio Gilardo Gilardi, Gerardo Guzmán, fueron surgiendo imágenes inéditas e historias desconocidas del largo y colectivo proceso de resurrección, que 90 Líneas compendió en una nota que puede leerse aquí.
Ayer, sábado 20 de mayo, esa joya arquitectónica llamada Edificio Servente, que acuna desde 2002 a la institución creada por el maestro Alberto Ginastera en 1949, durante la gobernación de Domingo Alfredo Mercante, fue el escenario de una noche mágica, repleta de música, alegría e imágenes que, a diferencia de aquellas, transmitieron vitalidad y una mirada constante hacia el futuro. Es que, por primera vez, el Conservatorio participó de la ya tradicional Noche de los Museos, y fue literalmente invadido por una multitud de niños, niñas, jóvenes y adultos que se deleitaron con las postales que regala el lugar desde sus añosos e impecables ventanales, al tiempo que esperaban por una nueva presentación musical a cargo de estudiantes y profesores.
Desde la tardecita, grupos de amigos y familias completas comenzaron a llegar a ese punto algo difuso situado en la intersección de las calles 12 y 523 de Tolosa, el pueblo fundado por Martín Iraola una década antes de que se inaugurara formalmente La Plata.
Subir la escalera de acceso, que ya cumplió 89 años y luce como nueva, es el instante previo a ingresar a uno de los edificios patrimoniales más bonitos de toda la región capital. Y particularmente ayer, todo relucía. No sólo por el trabajo previo, que vaya si lo hubo, de los trabajadores y trabajadoras de la institución, sino por la curiosidad, el color y las risas con que colmaron el lugar los chicos y grandes, en una cantidad inesperada hasta para los más optimistas.
Caminar por los pasillos del Edificio Servente es caminar sobre una riquísima historia, y como dijimos, observar por sus espléndidos ventanales el maravilloso parque que lo rodea, en una ciudad que lamentablemente ha ido perdiendo verde con el paso del tiempo, invita a la contemplación y, por supuesto, al click del celular.
Durante un discurso que pronunció en diciembre de 1951, Alberto Ginastera dijo: “A veces pienso que algún día llegará el conservatorio como lo soñé, con un magnífico edificio rodeado por jardines y una sala de conciertos”. El 25 de junio de 1983, el maestro falleció en Ginebra, Suiza. No vio cumplido su sueño. Pero ayer, desde una gigantografía ubicada en un sitio estratégico del inmueble y junto a distintos instrumentos musicales, debe haber disfrutado a lo grande. Porque el edificio es magnífico, se halla rodeado de hermosos jardines, hay sala de conciertos y cientos de alumnos y docentes que aprenden y enseñan, que ensayan y tocan, en el marco de una educación pública de excelencia.
Instrumentos, partituras, material de archivo tan valioso como entrañable, la posibilidad de acceder a información histórica y fotografías mediante códigos QR, el encanto de la arquitectura y, por supuesto, mucha música.
Desde la tardecita hasta las once de la noche, el hall de entrada, el aula 101, la sala Colabella, el auditorio y el pasillo del primer piso se convirtieron, progresivamente, en escenarios de conciertos y demostraciones. Piano y guitarra con el sistema Suzuki, ensamble de percusión, orquestas de vientos y de cuerdas. Jamás quedó una silla libre.
Ordenemos la información histórica…
Hemos nombrado varios años. Es hora de hacer un breve recorrido por la historia del Conservatorio y del Edificio Servente, que si bien en un momento se cruzaron y dicen que “para siempre”, hasta que amaneció el siglo XXI siguieron senderos paralelos.
-1934: Doña María Luisa Servente manda construir el señorial palacio que llevará su nombre. Destino original: un asilo para niñas huérfanas. Luego se le añadió una escuela primaria.
-1948: Por decisión del Gobierno nacional, en todo el país se comienzan a crear espacios de formación artística. El gobernador bonaerense, Domingo Mercante, convocó al compositor Alberto Evaristo Ginastera y le ofreció ponerse al frente de esa cruzada en la provincia de Buenos Aires.
-1949: El 18 de mayo nace el Conservatorio de Música y Artes Escénicas, que en principio funcionó en una casona de calle 7 entre 55 y 56, luego pasó a otra similar de 7 entre 59 y Plaza Rocha. La institución fue cuna de numerosos artistas que, en diversas ramas del arte, nutrieron al Teatro Argentino.
-1953: Ginastera delega la dirección del Conservatorio.
-1960: Empieza el desgranamiento. Nacen la Escuela de Danzas Clásicas, la Escuela de Danzas Tradicionales, la Escuela de Teatro, todas independientes del Conservatorio, que pasa a ser exclusivamente de música.
-1978: La dictadura convierte al Edificio Servente en un oscuro instituto de menores. Algunas noches, el lugar era utilizado para alojar a hombres y mujeres secuestrados antes de llevarlos a centros clandestinos de detención.
-1999: El edificio es cedido al Gilardo Gilardi; comienza su puesta en valor.
-2002: Se sella la unión: la institución se asienta, hasta hoy, en 12 y 523.
Cuando se cumplieron 70 años de vida del Conservatorio, Gerardo Guzmán nos contó que entre los egresados destacados del lugar se puede nombrar a José Luis Basso (quien llegó a ser director del coro de la Ópera de París); Andrés Máspero (director del coro del Teatro Real de Madrid); Lía Konias (pianista en París); Paula Gallardo (educadora musical, directora de coro y pianista en Roma); Susana Opanski (guitarrista de orquesta y conservatorio en Holanda); Zulema Peña (pianista en Suiza); Ezequiel Menéndez (organista en Estados Unidos); Dante Anzolini (director de orquesta en Boston, EEUU); Ana María Tomb (educadora en Italia). Y un largo etcétera que, demás está decirlo, solamente incluye a “embajadores”. Aquí hay cientos y cientos de músicos y profesores de excelencia. Y más también.
Y una buena pregunta que muchos se hacen: ¿Quién fue Gilardo Gilardi? Gilardo Gilardi Bignelli (1899-1963) fue un compositor, pianista, director de orquesta y, además, profesor de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), que incorporó elementos de música autóctona a algunas de sus más célebres obras.
Noche mágica, pueblo de Tolosa, ciudad de La Plata.