Greta Gerwig lo hizo de nuevo. Esta vez ha creado una historia muy singular donde Barbie (Margot Robbie) se ve obligada a abandonar Barbieland después de descubrir que tiene los pies planos y pensamientos sobre la muerte. Lejos quedó la perfección de la muñeca Barbie y para recuperarla emprende un viaje al mundo real. Este viaje lo hace junto con Ken (Ryan Gosling) que también choca con ese mundo, pero de una forma distinta a la de Barbie.
La película es el tercer gran éxito de Greta Gerwig después de Ladybird (2017) y de Mujercitas (2019). En el guión, co escrito con Noah Baumbach se exploran las formas en las que un universo en apariencia perfecto, puede desmoronarse.
Visualmente la película brilla con sus animaciones vibrantes y detalladas. Los escenarios y vestuarios son un deleite para los ojos, transportando al espectador a un mundo de ensueño lleno de imaginación. Sin embargo, la trama tiende a carecer de complejidad, lo que podría alienar a una audiencia más madura.
Los personajes a menudo caen en roles arquetípicos que se han visto en películas infantiles durante décadas. Barbie suele ser la heroína carismática y valiente, pero la falta de evolución en su desarrollo a lo largo de las películas la hace sentir predecible. Además, los personajes secundarios, como amigos y villanos, rara vez trascienden sus papeles unidimensionales, lo que priva a la película de oportunidades para explorar conflictos más profundos.
Aunque Barbie puede ser una experiencia encantadora para los más jóvenes, carece de la profundidad y la originalidad que podría atraer a un público más amplio. La narrativa repetitiva y los personajes estereotipados limitan su potencial para convertirse en una obra verdaderamente memorable en el mundo de la animación. A pesar de sus limitaciones, la película sigue siendo una escapada alegre y visualmente atractiva que seguramente deleitará a los fanáticos más jóvenes de la franquicia.
Es una cinta que va más allá de las apariencias, es más ambiciosa que una simple película para niñas, y busca poner en cuestionamiento el rol de Barbie como juguete, con el cual crecieron generaciones de niñas. Y de esa forma tirar a la muñeca estereotipo para que nazca la nueva Barbie de este tiempo.