clementina XXI
De la Redacción de 90 Líneas y agencia Télam.- La colega María Alicia Alvado nos cuenta en el portal de la agencia Télam que “de la mano de Clementina XXI, la nueva supercomputadora puesta en marcha este miércoles (27 de septiembre de 2023) en el Centro de Cómputos del Servicio Meteorológico Nacional, Argentina tiene por primera vez un pie dentro del ranking de los 100 ordenadores más potentes del mundo y se consolida como vanguardia de Sudamérica”.
Agrega que “una supercomputadora es un ordenador con capacidades de cálculo muy superiores a las comunes, que además está orientada a fines específicos. La mayoría de las supercomputadoras se componen de unidades menos poderosas pero trabajando de forma conjunta con un objetivo común, aumentando tanto la potencia del conjunto como su rendimiento”.
Luego comenta que fue “bautizada así en homenaje a ‘Clementina’ a secas, la primera supercomputadora del sistema científico argentino que funcionó entre 1961 y 1971”.
¿Y qué ocurrió con Clementina “a secas”?
Tras el ataque al sistema universitario y científico nacional que comenzó el 29 de julio de 1966 con la nefasta Noche de los Bastones Largos, noche de represión brutal a investigadores, profesores, estudiantes y autoridades de la UBA, el gobierno de facto de Juan Carlos Onganía provocó la primera gran fuga de cerebros del país.
Argentina perdió, a partir de entonces, a muchísimas de sus mentes más brillantes. Vale destacar que lo iniciado por Onganía lo completaron Jorge Rafael Videla y Cía desde el 24 de marzo de 1976, cuando la nación terminó de perder a las generaciones mejor formadas de nuestra historia.
El “onganiato” desmanteló equipos completos de investigación científica, así como equipamiento que ponía al país entre los de punta a nivel planetario. Y un caso emblemático, como se dijo, fue el de la destrucción de la Clementina en 1971, la primera computadora de América Latina comprada durante el gobierno de Arturo Frondizi (1958-1962) y operada por el Instituto de Cálculo de Ciencias Exactas: renunciaron y se fueron del país los 70 integrantes del instituto.
Asimismo, se destruyeron bibliotecas de un valor inconmensurable y laboratorios completos, lo cual desarmó a muchos otros equipos de investigación y puso en fuga a cientos de científicos de primer nivel que fueron recibidos con los brazos abiertos en los países desarrollados.
La mayoría de los renunciantes pertenecía a los sectores más dinámicos del cuerpo docente y se encontraban entre ellos muchos de los científicos más calificados de la Universidad, cuya formación había insumido recursos materiales e implicado el trabajo de muchos años.

1971-2023
¡Bienvenida sea Clementina XXI! Pero debemos cuidarla como a un bebé, pues acechan nuevamente los chacales de la ignorancia que quieren desfinanciar la educación y privatizar el Conicet, por ejemplo.
Llevó más de medio siglo contar con otra Clementina. Eso da la pauta de que destruir es sencillo, pero reconstruir lleva generaciones, y las que quedan en el medio del proceso se pierden.
Para investigadores e instituciones de todo el país
Nos explica María Alicia Alvado que “la unidad de medida usualmente utilizada para expresar la potencia de cálculo de una supercomputadora es el ‘FLOPs’, la sigla en inglés para ‘Operaciones de Coma Flotante por Segundo’ (Floating Point Operations Per Second)”.
Clementina XXI tiene una capacidad de cálculo de 15,4 petaFLOPs y será de uso compartido y abierto para investigadores e instituciones de todo el país.
Para graficar la potencia de Clementina XXI, la directora del Servicio Meteorológico Nacional, Celeste Saulo, explicó que “un celular de última generación más o menos tiene una capacidad de cómputo de un teraflop”, pero como hacen falta 1.000 teraFLOP para tener un petaFLOP, “esta computadora que tengo a mis espaldas equivale a tener 15.000 celulares operando exactamente todos en sincronía y con el mismo objetivo”.

En el puesto 82 del mundo
Con esta potencia de cómputo, que es 40 veces superior a la computadora más poderosa instalada hasta hoy en Argentina -la Huayra Muyu utilizada por el SMN para hacer su pronóstico operativo y con una capacidad de cálculo de 0.37 petaFLOP-, Clementina XXI se encuentra en el puesto 82 del Top 500 de supercomputadoras, una lista de referencia mundial y actualización bianual que utiliza la prueba de rendimiento comparativa “Linpack”.
Estos megaordenadores son indispensables para estudios de genómica, diseño de fármacos, nuevos materiales, diseño industrial, modelado de cuencas petroleras y gasíferas, el desarrollo de la inteligencia artificial y la ciencia de datos, el modelado de sistemas complejos, la confección de pronósticos meteorológicos, entre otras cosas.
Clementina XXI fue adquirida en el marco de la Iniciativa Nacional de Supercómputo, implementada conjuntamente entre las carteras de Ciencia, de Defensa, el SMN y el Conicet, licitada por la empresa Lenovo y financiada por el Ministerio de Ciencia con fondos provenientes de un crédito del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF)
“Hoy es un día que nos emociona porque estamos haciendo un aporte para la ciencia que es lo mismo que decir para el mejoramiento de las condiciones de vida de nuestra gente, porque para eso sirve la ciencia. Pero también yo creo que es un día para comprometernos a defender la ciencia, porque después será tarde”, subrayó el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus.
El funcionario aseguró que “los países desarrollados son los que más invierten en ciencia y tecnología”, y que “hoy no se defiende la soberanía con los sables, como hace 200 años, sino de la mano de la capacidad que tienen los países de tener el desarrollo científico tecnológico propio”.

“No me imagino ningún sector privado en Argentina que pudiera comprar una computadora de 1.700 millones de pesos, por eso el trabajo de esta supercomputadora va a estar también al servicio del sector privado. De hecho, el primer ‘cliente’ que se acercó es (el yacimiento) Vaca Muerta que necesita hacer cálculos muy sofisticados para la explotación no convencional de petróleo y de gas”, contó.
Su par de Defensa, Jorge Taiana, destacó que Clementina XXI forma parte del Plan Estratégico para la Computación de Alto Desempeño 2019-2024, que “no es un trazado de páginas entusiastas sino un plan que tiene cumplimiento efectivo”, en virtud del cual “se están haciendo cosas” como la Iniciativa Nacional de Supercómputo adoptada en diciembre de 2021 entre los dos ministerios, el SMN y el Conicet, que hoy ve concretada en Clementina XXI uno de sus objetivos.
