Garage: el boliche de los ´80 donde tocaron los redondos e hizo que se agotara la ropa femenina en la Ciudad

En un época de oro donde también estaban complexe, Chatarra, Fancy, Juana, Platino (luego Metrópoli) y los centros de estudiantes de Bahía y Necochea, Garage salió de ese circuito del microcentro y algo más alejado, en 10 entre 58 y 59, se dio el lujo de meter más de 4.000 personas por cada fiesta. Hoy uno de sus exdueños, Javier Luchetti, recuerda en un nota exclusiva con 90lineas.com una de las mejores épocas de los boliches platenses y, por supuesto, de la música nacional e internacional

Uno de los recitales de Los Redondos a mitad de los ´80 en La Esquina del Sol. De Garage sólo queda el sonido del un gran show (crédito Infobae)

Por Alejandro Salamone.– Se imaginan hoy un boliche en la Ciudad donde la entrada sea la «trompa» de un Cadillac verdadero que sobresale de una pared como si la hubiera atravesado. ¿Cuantas fotos y cuantas selfies ocuparían espacios con esa imagen en los celulares de jóvenes y adolescentes? ¿Miles y miles verdad? Decir que La Plata tuvo un boliche así que ocupaba 1.200 metros cuadrados y metía un promedio de 4.000 personas por fiesta, en calle 10 entre 58 y 59, y que sin embargo no hay ni un testimonio gráfico hoy suena irreal.

-¿No tienen ni una sola foto? «Nada, estamos buscando si algún platense tiene material gráfico, a nosotros nos quedaron algunos afiches y hace poco subimos a Youtube una verdadera joya, el recital de ´Patricio Rey y sus redonditos de ricota» del 8 de diciembre de 1988 que nuestro DJ grabó desde la consola (ver abajo el recital completo), pero es sólo el sonido», cuenta con orgullo y algo de nostalgia Javier Luchetti (61 años), uno de los dueños de Garage junto a su hermano Mauro.

En ese entonces (diciembre del 88) ya habían quedado atrás otros tres socios que optaron por abandonar cuando a los tres días de la inauguración del 20 de septiembre de 1986 la Municipalidad clausuró el boliche por «falta de factibilidad», a pesar de la enorme inversión realizada -el intendente era el radical Juan Carlos Albertí- pero también por algunos intereses de aquellos años. Sucedía que Garage duplicaba en espacio y concurrencia a todos los demás, estaban Platino, Complexe (luego Maximiliano), Fancy, Juana, Siddharta, Macondo, entre otros.

«Cuando inauguramos -recuerda Luchetti- nos comentaban que los locales de ropa femenina del centro se habían quedado sin stock, en aquellos entonces los jean mom y las minifaldas volaban de las tiendas ante cada fiesta que se hacía en Garage», y agrega: «Las colas de autos y de gente para entrar iban por 10 desde 59 hasta calle 47, sin exagerar en nada, para nosotros que veníamos de otro palo porque con mi hermano teníamos una galletitería era algo impensado, no salíamos de nuestro asombro, aunque nos jugó en contra no conocer a fondo la movida bolichera de los ´80».

En Garage también había Matiné: «Eran otras épocas, a veces terminábamos nosotros llevando a las píbas y pibes a sus casas porque sus familias se olvidaba de venir a buscarlos»

Los Luchetti parecían tocar en su momento el cielo con las manos, «en los mejores momentos nos llevábamos dos bolsas de consorcio llenas de billetes a nuestra casa con cada fiesta que hacíamos y que nos sirvió para saldar todas las deudas y comprar todos los equipos en apenas ocho meses», señala Javier y para ilustrar agrega: «Renegábamos porque los billetes estaban arrugados y había que acomodarlos».

Sin embargo, el camino que transitó Garage fue más bien sinuoso y con muchos obstáculos. Después de esa primera clausura de 1986 donde le desmantelaron el boliche por los embargos ya que los agarró habiendo realizado una gran inversión -se plantearon el negocio como empresa- y con 112 cheques entregados que debían cubrir, todo pareció desplomarse; los juicios por deudas pusieron entre las cuerdas a los hermanos que, a pesar de todo y contra un entramado del rubro muy bien armado y enquistado en los ´80, no bajaron los brazos.

SALIR DEL CIRCUITO 

En aquellos años en que Los Redondos ya empezaban a darse cuenta que estaban para algo gigante y los Fabulosos Cadillac tocaron en Centro Bahía (57 entre 6 y 7) una noche de intensa lluvia y con un Vicentico muy joven, en los que Michael Jackson hacía «explotar» las disquerías con su álbum Thriller y Cindy Lauper decía que «Las chicas sólo quieren divertirse», el circuito de los boliches platenses crecía en el microcentro, desde 41 hasta 50 y de 7 hasta 13 estaban casi todos, en 8 entre 44 y 45 (Fancy y Complexe); en 45 entre 8 y 9, Macondo; en diagonal 74 y 10, Platino (luego Metrópoli); en 44 entre 10 y 11, Juana; sobre 7 entre 42 y 43, Chatarra, y en 46 y 14, Siddharta. Había muchos más, era una época en la que salir a bailar y esperar a las 4 o 5 de la madrugada los lentos generaba una enorme movilización de jóvenes.

Afiche original para anunciar la presentación de los redondos en Garage

«Nosotros salimos de ese circuito, porque buscábamos locales, espacios grandes y no encontrábamos. Por eso nos fuimos a 10 entre 58 y 59, nos salimos de la zona y sucedió lo impensado, todos venían a Garage. Pasa que, vuelvo a repetir, lo pensábamos en términos de empresa. De Garage vivían unas 100 familias directa e indirectamente y todos tenían la camiseta puesta, ser de Garage era como ser de Gimnasia o Estudiantes», grafica Javier.

Agrega: «Después de la galletitería queríamos abrir un bar de estilo antiguo pero no se dio y en una inmobiliaria fue cuando nos propusieron reabrir Garage. Algunos referentes de la noche de aquellos años, como Carlos Ferroviera que te conseguía un cohete espacial a la hora que se lo pidieras, nos hicieron abrir los ojos y empezamos a conocer bien el paño. Hasta que después de tanto luchar y conseguir la habilitación (entre tanto funcionó allí un tiempito Centro Mar del Plata) pudimos reabrir en 1987».

LA EPOCA DE ORO

Desde 1987 hasta 1989 cuando cerró definitivamente por la acción ante la Justicia de un fiscal que vivía en la zona y no pudo dormir al igual que otros vecinos -el barrio era en su mayoría de gente mayor- durante esos dos años, Garage fue el furor de la Ciudad.

Entre otros tantas bandas tocaron allí los redondos, Todos tus muertos, Divididos, La Zimbabwe, y en la cabina de DJ estaba nada menos que Pablo Balat (fallecido en 2014 por un accidente cerebro vascular), uno de los históricos que también pasó música en varios boliches de la Ciudad e internacionales.

Javier asegura que «esos dos años no tuvimos competencia. Hoy comprendemos a esos vecinos…eran cuadras y cuadras de colas de autos, de gente, de chicas hermosas. Nosotros buscábamos más que nada al estudiante del interior porque estaban muy de moda los centros como Bahía -con el cual casi nos asociamos antes de reabrir Garage- y Necochea en una casona en 9 y 53, pero venían todos, era impresionante. Una noche recuerdo que tuvimos casi que secuestrar (sonríe) un camión de Pestarino (distribuidor) que iba hacia la costa repleto de cervezas y lo vendimos todo, nos habíamos quedado sin bebidas en plena madrugada».

Garage era enorme, tenía en todo su alrededor, en el interior, una especie de pasadizo por donde la gente circulaba y en el medio la pista, en la entrada la «trompa» del Cadillac que, cuenta Javier, «cuando lo instalamos era pesadísima, a tal punto que la volcamos y quedó medio inclinada y la dejamos así porque no queríamos más lola para acomodarla (se ríe)».

En Garage también había matiné para los más chicos

LA NOCHE MAS GLORIOSA CON LOS REDONDOS

La noche del 8 de diciembre de 1988 fue la más gloriosa para los hermanos Luchetti y para Garage. Esa noche que hoy recuerda Javier como «algo histórico» estuvo Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. «Metimos en lo que canta un gallo 4.500 entradas de preventa, se lo comentamos a la Negra Poly (mánager de la banda)  y si ya el boliche explotaba de gente todos los fines de semana esta vez iba a ser especial». Y así fue, «había jóvenes hasta en los techos, fue infernal, la calle era un mundo de chicas y chicos que querían ingresar, se nos iba de las manos, luego de ese recital los redondos hicieron un Polideportivo y dos Atenas para al poco tiempo tocar en el Monumental, la historia después ya es hiper conocida. Yo en ese momento pensaba en que los había visto tocar ante apenas 70 personas en el Candombe y no podía creerlo».

El anuncio de «Todos tus muertos»

«La mayoría de las bandas argentinas de aquel entonces las integraban quienes venían de ´La Cofradía de la Flor Solar´», comenta Luchetti. Se trataba de una comunidad de artesanos hippies de La Plata y  un conjunto de rock psicodélico formado por esos mismos artesanos. Estuvieron activos a fines de los ’60 y principios de los ’70 y llegaron a tener presentaciones en el festival Barock y un La Plata. No obstante, el desgaste por la vida comunitaria hizo que en 1971 la comunidad, y por consiguiente el conjunto de rock, se separara. En los años posteriores sus exmiembros pasaron a engrosar filas de destacados conjuntos de rock como Billy Bond y La Pesada del Rock and Roll, Miguel Abuelo & Nada, Punch, y Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.

Garage cerró en 1989, dijo adiós para siempre para dejar atrás esa época de pantalones nevados y botas texanas y de minifaldas incomparables. Es cierto, fotos no hay, pero quedan los afiches y como documento histórico el sonido de un recital de los redondos. También queda otro papel de museo, el acta de clausura definitiva que conserva consigo uno de los hemanos Luchetti. Hoy en parte de ese espacio que fue inmensamente feliz hay un vivero, ¿qué mejor que un vivero? donde crecen las plantas y con ellas las ilusiones.

Escuchá el recital de Los Redondos del 8 de diciembre de 1988:

 

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