Por Carolina de Soto.-
Si bien para algunos puede ser un hecho meramente simbólico frente al descalabro histórico que está padeciendo la sociedad y a la deriva en la que ha entrado la Nación toda, no lo es, pues una patria se forja con acciones concretas que responden a ideas. Nos referimos a la eliminación del Salón de las Mujeres que existía en la Casa Rosada y su reemplazo por un Salón de los Próceres, que pierde cualquier viso de seriedad con la incorporación del ex presidente Carlos Saúl Menem.
La ultraderecha, aquí y en cualquier rincón del planeta, se alimenta de la provocación (además de la violencia, la agresión, el insulto, la discriminación, la xenofobia, etc). Por ello, no podía inaugurarse en otra fecha el flamante Salón de los Próceres que desplazó al Salón de las Mujeres: el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
Así las cosas, mientras cientos y cientos de miles de mujeres se movilizaron en pleno centro porteño y en las principales -y no tan principales- ciudades del país por sus derechos y contra las políticas y el ajuste del Gobierno ultraderechista, los retratos de Juana Azurduy y María Remedios del Valle, verdaderas heroínas de la Revolución Independentista, fueron descolgados por orden de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, según indicó el vocero presidencial, Manuel Adorni.
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El mismo camino siguieron los retratos de Mariquita Sánchez de Thompson (anfitriona de la presentación en sociedad del Himno Nacional hacia 1811); Cecilia Grierson (primera doctora en Medicina argentina, graduada en 1889); Dolores Candelaria Mora Vega de Hernández, conocida como Lola Mora, la más importante escultora argentina que creó la monumental Fuente de las Nereidas, hoy emplazada sobre la costanera sur de la CABA, una obra reconocida a nivel planetario.
La dirigente socialista Alicia Moreau de Justo (médica, política y luchadora feminista que nació en 1885 y falleció en 1986), Eva María Duarte de Perón y la política radical Florentina Gómez Miranda, abogada (UNLP), diputada nacional y copromotora de la patria potestad compartida y el divorcio vincular.
Las enormes escritoras, poetas e intelectuales Victoria Ocampo, Alfonsina Storni y María Elena Walsh, todas reconocidas a nivel local, regional y mundial, también fueron llevadas al depósito en el Día Internacional de la Mujer.
Mercedes Sosa, Tita Merello, Blackie (periodista y conductora pionera en la radio y la TV argentinas), Aimé Painé (primera mujer que cantó en lengua mapuche y difundió la cultura de su pueblo tras haber sido arrancada a su familia a los 3 años), estaban en el Salón de las Mujeres.
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Igual destino para las Madres de Plaza de Mayo, Diana Sacayán (activista trans asesinada en 2015), Claudia Pía Baudrucco (luchadora por la identidad de género).
No, no es un hecho meramente simbólico
Ahora, allí donde faltan Hipólito Yrigoyen (primer presidente argentino elegido por el voto universal, secreto y obligatorio), Juan D. Perón (el hombre que instauró en una sociedad argentina que conservaba relaciones sociales y laborales filomedievales todos los derechos sociales y laborales, lo cual convirtió a nuestro país en faro a nivel mundial en ese sentido) y Raúl Alfonsín, quien le puso nombre y apellido al regreso definitivo de la democracia tras la noche dictatorial más oscura de la historia, aparece un sonriente Carlos Menem “insultando” a Manuel Belgrano, José de San Martín y Domingo F. Sarmiento.
“Sus reformas propiciaron el desarrollo de uno de los mayores períodos de prosperidad económica soberana jamás vistos en Argentina”. Sí, sí, aunque usted no lo crea, así define el Gobierno de ultraderecha al hombre que encarnó la mayor estafa electoral de que se tenga memoria, remató la totalidad de las empresas del estado incluyendo a la petrolera YPF (todo para mantener la mentira del 1 a 1), institucionalizó la pobreza estructural en un país que hasta 1974 tenía 8% de pobreza, creó al desocupado como sujeto social, destrozó la escuela pública con la hiper regresiva reforma educativa de 1994, llevó la desocupación al borde del 20%, estableció “relaciones carnales” con los EEUU como única política exterior, hizo “virtud” de la ostentación de la riqueza y la frivolidad, se convirtió en cabeza de un desgobierno que llevó la corrupción a niveles nunca vistos hasta entonces (al menos en democracia) y a toda la sociedad a las puertas del fatídico 2001.
Juan Bautista Alberdi, Julio Argentino Roca y Justo José de Urquiza son otros que secundan al riojano. También hay una foto de una tumba perteneciente a “los soldados no identificados en Malvinas”, quienes dieron la vida por una causa que el actual Ejecutivo no defiende.
Así describe el gobierno nacional a Carlos Saúl Menem: “Sus reformas propiciaron el desarrollo de uno de los mayores períodos de prosperidad económica soberana jamás vistos en Argentina durante el Siglo XX”
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