La Gran Logia Escocista Argentina a través de su titular, con el cargo de Muy Respetable Gran Maestre, Ricardo Senn emitió hoy una Carta Abierta hacia el corazón de la Gran Logia Unida de Inglaterra que comanda el Duque de Kent, Eduardo Paul donde la masonería argentina le pide “mediación directa con el gobierno inglés” y “una resolución al legítimo reclamo que mantiene la República Argentina sobre nuestras Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur, actualmente bajo ocupación británica, situación que representa un enclave colonialista inaceptable en el siglo XXI”.
“Nos imaginamos que le extrañará este pedido en forma clara, concisa y abierta el cual expresa el sentimiento de los ciudadanos de nuestra Patria como así también de todos los Hombres Libres esparcidos por la faz de la Tierra. Más aún, sabiendo que nunca en la historia se hizo algo así por parte de la Masonería Argentina”, detalló Senn.
Es que claro, no puede olvidarse que la llamada Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones (Coloquialmente llamados “Calle Cangallo” o “Calle Perón”) son reconocidos por la Logia Inglesa y responden a los intereses de esta organización anglosajona.
La Carta lo explica: “Entendemos porqué la Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones, ubicada en la calle Perón de la República Argentina, nunca procedió de esta manera. Esta particularidad se debe principalmente a que es una Gran Logia Argentina que obedece a las regulaciones, reconocimientos e intereses de la Gran Logia Unida de Inglaterra, desde su creación a través del Doctor Roque Pérez, una tradición que sus autoridades continúan honrando hasta la actualidad”.
Como lo cortés no quita lo valiente la carta que puede ser interpretada como de un tenor muy duro continúa definiendo su posición: “la Gran Logia Escocista Argentina – la cual tengo el honor circunstancial de presidir – no está reglamentada por la Gran Logia Unida de Inglaterra ni tenemos relaciones masónicas alguna, pero aun así, somos Masones regularmente iniciados en el Rito Escocés Antiguo Aceptado. Nos regimos por los 7 Principios Fundacionales del Rito, el cual nos hace ser Regulares y Reconocidos por diversas autoridades masónicas alrededor del mundo. Nuestro compromiso es con los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad, pilares del iluminismo que inspiraron la fundación de repúblicas democráticas en oposición a los regímenes Monárquicos Absolutistas”.
Finalmente, Ricardo Senn, titular de la masonería escocista argentina, expresó que “en lo personal, tuve el alto honor de servir a mi Patria como soldado de la Fuerza Aérea Argentina durante el conflicto de 1982. Por lo tanto, me siento con la absoluta libertad de conciencia de realizar esta carta al recordar la heroica sangre vertida en ese tiempo y que deseo nunca más vuelva a suceder”.
Agrega entonces que “tenemos el convencimiento que nuestros lazos Iniciáticos y Fraternos serán factor importante que permitirá un acercamiento de las posiciones que la política partidaria en cada una de nuestras naciones no pudo realizar a través de los años. Hacemos votos para que así sea y de esta forma poder abrir un canal masónico que ayude a la pronta devolución del territorio nacional”.
La carta, lo político y lo masónico
Fuentes allegadas a la organización evitaron hablar de cisma, fractura o cualquier otra división dentro de la masonería, aunque admiten que “estamos tomando posición sobre un tema central para la soberanía nacional, un caro interés para nuestra Patria y no podemos decir que nos alumbramos en el brillo de la espada libertadora de San Martín si no reclamamos firmemente un canal de diálogo masónico por la recuperación del territorio usurpado impunemente, respondemos a la triple bandera de Libertad, Igualdad y Fraternidad, que no es un fenómeno abstracto, representa la unión entre libertad, justicia social y unidad del pueblo en su conjunto y eso no ocurre en el éter, ocurre en un país, en un Estado Nación, en una comunidad que se desenvuelve en un territorio, por supuesto, que son valores que defendemos en el mundo pero no olvidamos nuestra raíz, ni las luchas de nuestros padres fundadores”.
LA CARTA