La Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) realizó con éxito una prueba del sistema moto propulsor (conjunto motor y hélice), del AVIEM 100 Epower, el primer avión eléctrico del país.
El Centro Tecnológico Aeroespacial de la Facultad de Ingeniería de la UNLP (CTA-UNLP) trabaja en el fuselaje del primer avión eléctrico de la Argentina. La aeronave es desarrollada en forma conjunta por profesionales de la Unidad Académica y Aviem Aeronáutica SRL, una empresa de General Rodríguez.
La Facultad de Ingeniería tiene un rol protagónico en este proyecto, ya que se encarga de colocar las baterías de litio para la propulsión eléctrica en el avión. El AV100 Epower estará volando este año, culminados los testeos de rigor y superados los compromisos burocráticos en materia de permisos en el marco de las habilitaciones que realiza la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).
«Pusimos en marcha el motor y se están realizando pruebas de distintos parámetros. Instalamos la hélice y la pusimos en condiciones para que trabaje adecuadamente con el motor en cuanto al régimen de revoluciones. Hicimos una evaluación de la temperatura e instalamos un sistema de refrigeración», explicó Marcos Actis, director del Centro Tecnológico Espacial y decano de Facultad de Ingeniería.
Por su parte, el investigador y uno de los responsables del proyecto, Ing. aeronáutico Claudio Rimoldi, detalló que en el hangar de la Facultad de Ingeniería en el Aero Club La Plata se realizaron varios ensayos funcionales del avión Eléctrico AVIEM 100 Epower. “Se probó, básicamente, la instalación de la hélice y cómo funcionaba el motor y las baterías con esta hélice de tipo tripala, de materiales compuestos y paso variable en tierra. Se midió la fuerza de tracción que tiene la hélice en dos condiciones de vuelo, en el despegue y en el crucero. De estos ensayos se obtuvo información para la determinación de curvas características del sistema. Se controlaron varios parámetros, entre ellos, la temperatura”.
Guillermo Garaventta, Claudio Rimoldi, Santiago Garaventta Pascual y Francesco Gennaro
Los resultados fueron más que satisfactorios. Participaron de estos ensayos el Ing. electrónico Guillermo Garaventta (también responsable del proyecto) y el Ing. electrónico Santiago Garaventta Pascual, todos investigadores con lugar de trabajo en el Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA-UNLP), y el estudiante de la carrera de Ingeniería Aeroespacial y becario de dicho Departamento, Francesco Gennaro. También participó de las pruebas el ingeniero Ernesto Acerbo, gerente de AVIEM Aeronáutica SRL.
Cabe destacar que el proyecto fue seleccionado para recibir financiamiento en el marco del Programa Potenciar Economía del Conocimiento, impulsado por el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, durante el gobierno anterior. El resto del financiamiento, está a cargo del CTA-UNLP, que destina fondos propios para llevar adelante este proyecto, y la empresa Aviem, que entregó el avión y toda la estructura de armado.
Según explicaron desde Aviem, el vehículo estará habilitado en categoría experimental, con un certificado de aeronavegabilidad para investigación y desarrollo. El peso de la aeronave es de 750 kg, con una carga útil de 180 kg, y podrá transportar hasta dos personas con una autonomía de vuelo de una hora.
En relación a los avances y pasos a seguir, el decano de la Facultad de Ingeniería detalló: “se viene un proceso de habilitación, porque se trata de un avión de categoría experimental, cuyo propósito es la investigación y el desarrollo. La idea es tener un vehículo probado y evaluar las baterías que están en producción en Centro Tecnológico Aeroespacial, así como establecer las normas de certificación para aviones eléctricos”.
El proyecto surgió a partir de los desarrollos iniciados por la UNLP sobre la propulsión de vehículos con energías renovables con baterías de litio, y de la necesidad de incursionar en la aplicación de estas tecnologías en el área aeronáutica en base a las experiencias adquiridas por la Facultad de Ingeniería sobre vehículos terrestres con la misma tecnología, u otras tecnologías aplicables a productos producidos por AVIEM.
“El avance continuo de las tecnologías de almacenamiento de iones de litio ha demostrado al mundo que es factible movilizar vehículos terrestres y aéreos puramente eléctricos. A su vez, los actuales motores Brushless (BLDC) de alta eficiencia, sin mantenimiento y bajo peso, nos dan mayor confiabilidad en este desafío”, concluyó Actis.
Textos y fotos: Facultad de Ingeniería de la UNLP