los 6 estudiantes que le ganaron al no hay plata
Durante los últimos 30 años, el Senado de la Nación costeó el viaje de los estudiantes argentinos que clasificaban para la fase mundial de la Olimpíada de Matemática. Pero esa tradición se rompió, por primera vez, durante la gestión de la ultraderecha. La vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, se negó a financiar los pasajes, mientras repartía viáticos a distintos legisladores. Los chicos hicieron una colecta, viajaron igual y volvieron con enormes resultados: obtuvieron una medalla de plata, tres de bronce y una mención de honor.
Las Olimpiadas Internacionales de Matemáticas se llevaron a cabo en Bath, Inglaterra, y quedarán en la memoria como un oscuro capítulo más del “no hay plata” de la extrema derecha.
La medalla de plata fue para Felipe Klir, del Instituto Libre de Segunda Enseñanza (ILSE), de la Ciudad de Buenos Aires. Las de bronce, para Matías Álvarez Oviedo (del Instituto Politécnico Superior General San Martín de Rosario, Santa Fe); Emiliano Sosa, de la Unidad Académica Dante Alighieri de Campana, Buenos Aires; Ignacio Javier Naguil, del Colegio Nuestra Señora de Fátima de Río Gallegos, Santa Cruz, y Uriel Isaac Digestani, de la Escuela Técnica ORT de CABA. En tanto que la mención de honor la recibió Lola Muriel Ruffolo, del Instituto Politécnico porteño.
Compitieron entre 609 alumnos, de 108 países. Klir ya había obtenido una presea de plata en la edición anterior del certamen, realizada en Japón. Para él y para Digestani fue la tercera experiencia internacional. Para Naguil, la segunda. Sosa, Álvarez, Oviedo y Ruffolo llegaron por primera vez.
Los seis jóvenes habían sido noticia un mes atrás, cuando desde la OMA (Olimpíada Matemática Argentina) salieron a pedir ayuda. Entonces se supo que, por primera vez, el Senado no estaba aportando los fondos para garantizar el viaje del equipo seleccionado.
“No hay plata”, fue la respuesta que recibieron por parte de la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, mientras abría la chequera para financiar -por ejemplo- la estadía de Lucila Crexell en Ginebra.
Desde hace más de 30 años, la Cámara Alta financia la participación argentina en este certamen científico a través de las resoluciones DR 405/89 y la complementaria DR 682/99, que mediante el otorgamiento de un “Premio a las Ciencias Matemáticas” permitían el viaje de estudiantes locales a la competencia internacional. Sin embargo, este año, cuando los coordinadores nacionales intentaron iniciar las gestiones para obtener el dinero, la respuesta no fue positiva.
Ante la negativa, desde la OMA se abrió una colecta que logró gran difusión. “Este año, la Olimpíada Matemática Argentina tiene dificultades para pagar los pasajes de los equipos para las olimpíadas internacionales en las que participa nuestro país. La primera es la más importante: IMO (Olimpíada Internacional de Matemática), del 11 al 22 de julio en Bath (Reino Unido). Tenemos que comprar ocho pasajes, por lo que toda colaboración es bienvenida”, decía la publicación que lanzaron a través de sus redes sociales.
Finalmente, gracias a los aportes que llegaron por esa vía, el equipo de seis estudiantes y dos adultos docentes pudo viajar a Bath, donde la competencia comenzó el 11 de julio y finalizó con excelentes resultados para los chicos argentinos. Los mismos por los que el Gobierno no hizo nada para que compitan.
Fuentes: Página 12, Resumen Latinoamericano, Tiempo Argentino, OMA
los 6 estudiantes que le ganaron al no hay plata