Por Roberto Pascual.-
Para muchos observadores la política exterior argentina de Javier Milei tiene como objetivo central lograr el apoyo financiero de Estados Unidos o más precisamente de la futura administración de Donald Trump a la que claramente se subordina en sus lineamientos fundamentales. Es decir que para estos analistas, Milei se somete a los designios de Washington en la búsqueda de “un puñado de dólares”.
La frase nos remite al histórico filme de Sergio Leone, que junto a “La muerte tenía un precio” y “El bueno, el feo y el malo”, conforman la trilogía que inauguró los spaghetti westerns, que no sólo llevaron a la fama al director sino también a Clint Eastwood, a Gian María Volonté, a Lee Van Cleaf, a Eli Wallach y a la inolvidable musicalización de Ennio Morricone.
Sin embargo, los objetivos del presidente argentino superan largamente la búsqueda del respaldo del republicano y de la Casa Blanca para obtener dólares frescos del FMI, que a todas luces son imprescindibles para avanzar con el plan económico. En realidad, apunta a conformar un nuevo polo de poder mundial sobre la base de países de tendencia ultraderechista a partir de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) que integra al igual que Donald Trump, con quien logró una esperada foto mientras no se privaban de intercambiar elogios en la búsqueda de un giro a la ultraderecha al predominio global de Washington.
Se trata del intento de conformar una masa crítica de países conservadores con el objetivo de librar la “batalla cultural” contra la llamada Agenda 2030 de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, con una enérgica defensa de la propiedad privada, el capitalismo de libre mercado basadas en las ideas de la libertad que incluyen un tratado de libre comercio bilateral e incluso de cooperación militar con el país del norte.
PATA DE UN NUEVO ORDEN MUNDIAL
Milei propuso que nuestro país se convierta en una de las patas de ese nuevo orden mundial de claros contenidos ideológicos que pregona con el objetivo de salvar a Occidente del peligro socialista o comunista y de la “agenda woke” (despertar), el término surgido en contra de la discriminación racial, pero que se fue ampliando al reclamo internacional de una serie de movimientos y de reivindicaciones sociales, como el feminismo y la defensa ambiental, entre otros.
En su discurso, ante la conferencia ultraconservadora, el presidente argentino propuso que “Estados Unidos debe liderar en el norte, la Argentina en el sur, Italia en la vieja Europa, e Israel debe ser el centinela en la frontera de Medio Oriente. Porque solo con la fuerza y la cooperación de las naciones libres puede haber una esperanza global de paz y prosperidad. Y porque no hay causa más noble que la de Occidente”.
El encuentro desarrollado en el complejo Mar-e-Lago en el marco de una cena de gala del agrupamiento conservador permitió que ambos líderes se prodigaran elogios mutuos y precedió al discurso del mandatario argentinos del viernes de la semana pasada donde profundizó sus propuestas y al encuentro que la CPAC tendrá el 4 de diciembre en Buenos Aires a donde participarán, entre otros, el líder de Vox, el español Santiago Abascal, el expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro y la primera ministra italiana Giorgia Meloni.
“SOS MAGA”
Milei logró que Trump lo felicitara por su trabajo al frente del Ejecutivo argentino y por las medidas para “hacer a la Argentina grande de nuevo. Es increíble cómo la estás arreglando y es un honor que estés aquí”, en el evento del First Policy Institute, donde elogió su “discurso espectacular, pero tu trabajo en Argentina es incluso mejor. Felicitaciones y muchas gracias por estar acá. Vos sos MAGA: Make Argentina Great Again» (Hacer a Argentina grande de nuevo).
El mandatario argentino no se quedó atrás en las alabanzas, felicitó a Trump “por su contundente victoria, por la remontada política más grande de la historia enfrentando a todo el establishment político”. Incluso destacó que “puso en riesgo su propia vida y gracias a eso hoy el mundo es mucho mejor porque hoy los vientos de libertad soplan muchísimo más fuerte”. “Es un verdadero milagro y prueba fehaciente de que las fuerzas del cielo están de nuestro lado”, se ufanó.
Tampoco se privó de parafrasear a Marx “En 1848 –dijo del teórico alemán- comenzó aquel panfleto siniestro que fue su Manifiesto Comunista diciendo que un fantasma recorría Europa, el fantasma del comunismo. Hoy un fantasma distinto recorre el mundo, el fantasma de la libertad”.
Lo cierto es que Milei, a quien en Miami le cortaron el micrófono en medio de su discurso por haberse excedido del tiempo asignado, consolida su presencia internacional alineado a Estados Unidos y al gobierno de Israel, con el cual se solidarizó luego de la condena del Tribunal Penal Internacional a Benjamín Natanyahu y a su ex ministro de Defensa Yoav Gallant. También se emitió una orden de arresto contra Mohammed Deif, un comandante militar de Hamás, pese a que el ejército israelí afirmó que murió en un ataque aéreo en Gaza en julio. A todos ellos el tribunal internacional califica como responsables de presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Además Milei cerró un encuentro empresarial binacional con el anuncio de que firmará un “memorándum histórico” para forjar “una alianza bilateral entre dos naciones hermanas, en defensa de la libertad y la democracia en combate del terrorismo y las dictaduras”.
La sumisión de los libertarios a Washington adquiere, sin embargo actitudes que muchas veces rozan la ilegalidad y hasta la inconstitucionalidad, porque abandona en forma unilateral compromisos adquiridos por el país a nivel internacional y que están consagrados en la Carta Maga donde tienen rango constitucional a partir de la reforma de 1994.
Sólo por nombrar alguna de estas movidas, se produjo una crisis en el ministerio de Relaciones Exteriores con la renuncia de la canciller Diana Mondino y su reemplazo por Gerardo Werthein a partir de la votación en contra del sostenimiento del bloqueo estadounidense a Cuba. Pero después siguieron otras medidas polémicas que se agregaron a la decisión original de no sumarse a los BRICS.
Argentina acaba de convertirse en el único país del mundo que votó de forma negativa en la Asamblea de la ONU prevenir formas de violencia contra las mujeres y los niños, decisión contraria a una lista con 170 votos afirmativos y en la que sólo se abstuvieron Corea del Norte, Irán, Rusia, Nicaragua, Burundi y Malí. También fue el único país en la ONU en votar en contra de los derechos de los pueblos originarios.
Además la delegación argentina se retiró de la COP 29 en Bakú, Azerbaiyán, donde se discutía la lucha contra el Cambio Climático porque Milei rechaza el daño ambiental luego de que en su discurso ante la Asamblea General de la ONU criticó la Agenda 2030 sobre Desarrollo Sostenible; se negó a sumarse al multilateralismo de la ONU y se apartó del Pacto del Futuro, una propuesta para trazar los lineamientos a temas considerados esenciales.
Lo cierto es que estas señales extraordinarias, exceden incluso las posturas del propio Trump e hicieron quedar a la Argentina fuera de los parámetros internacionales, es decir alejada del mundo al que aparentemente intenta ingresar e incluso conducir desde su peculiar visión.
Con el agravante que Trump propone una salida ultraproteccionista para la economía estadounidense, contraria a la iniciativa en extremo aperturista del gobierno argentino. Una situación que ya le trajo problemas a Macri con el acero y los limones con la anterior administración del republicano. Al punto que se dice que Trump se refería al ex presidente argentino como mister lemon.
Cabe destacar que del total de las exportaciones argentinas hasta octubre, que alcanzaron a 66.154 millones de dólares con un crecimiento interanual del 16,9%, Estados Unidos ocupó el cuarto lugar detrás de Brasil, China y Chile con 5.145 millones de dólares y mientras que de los 50.199 millones de las importaciones, que cayeron en el año 21,5%, a Estados Unidos le correspondió el tercer lugar con 5.340 millones de dólares y un saldo levemente deficitario de 195 millones de dólares.
Es decir que el alineamiento con Estados Unidos y la administración de Trump tendría poco que ver con los datos de la economía real y el intercambio comercial, que suelen ser los ejes de cualquier política exterior.
Pero Milei en su acercamiento al poder estadounidense tiene la mirada puesta en convertir a la Argentina en un polo de desarrollo de la revolución tecnológica en especial de la Inteligencia Artificial e la mano de Elon Musk, sobre todo luego de los problemas que X la ex Twitter tiene con la justicia de Brasil.
No es ajeno, en ese sentido, la designación de Alejandro Oxenford como nuevo embajador argentino en Estados Unidos en reemplazo de Werthein. Se trata ni más ni menos que de un empresario tecnológico, que entre otras fundó empresas punto com locales como Olx, Letgo y Deremate.com.
En sus coqueteos con el magnate tecnológico al que Trump acaba de designar como líder de un flamante Departamento de Eficiencia Gubernamental, el presidente argentino elogió ´las posturas económicas liberales y le recomendó aplicar algunas de las medidas que en nuestro país desarrolla Federico Sturzenegger.
Musk ha manifestado reiteradamente su rechazo a la intervención estatal excesiva, lo cual no le impidió elogiar el proyecto de la futura administración republicana de incrementar los aranceles a los autos eléctricos chinos, rivales de riesgo para el dueño de Tesla.
EL QUE LAS HACE, LAS PAGA
“El que las hace, las paga” es uno de los preceptos ideológicos sobre los que se basa, en especial en el terreno de la seguridad, la gestión de Javier Milei. A partir de ese principio logró reducir la protesta social, pese al notorio deterioro del nivel de vida de amplios sectores de la sociedad, mediante una metodología represiva muy cuestionada desde la oposición.
Pero como quedó demostrado durante la cumbre del G20, en materia diplomática el que debió hacerse cargo de sus posturas anacrónicas, claudicantes y estrafalarias fue el propio Milei que lo obligaron a recular en posturas que forman parte de sus fundamentos discursivos, como ser la adhesión al documento final de la cumbre de Rio donde se promociona la agenda del 2030 y un impuesto a los megamillonarios.
De esta forma, una cumbre bilateral con Xi Jinping trabajosamente concertada, pero que se extendió por apenas 15 minutos en medio de gestos adustos y un saludo protocolar gélido con el anfitrión Luiz Inacio Lula da Silva fueron apenas dos de los numerosas muestras de fastidio que el presidente argentino recogió de buena parte de sus pares en Brasil y que las visitas a Buenos Aires de Emmanuel Macron y Giorgia Meloni o las reuniones con la titular del FMI Cristalina Georgieva y el primer ministro de la India, Narendra Modi no lograron ocultar.
Y para colmo el amateurismo en la relación con el mundo fue potenciada aún más por la polémica con el presidente colombiano Gustavo Petro o la ausencia del mandatario en la foto oficial de los presidentes en Río de Janeiro.
Fueron verdaderas cachetadas que la Cancillería intentó ocultar detrás de un anacronismo ideológico que busca convertirse en un faro para el mundo, pero que hasta ahora es apenas un experimento de dudosos resultados.
Milei hace apuestas que hasta ahora le han salido relativamente bien, pero que conllevan enormes riesgos que van mucho más allá de no obtener “un puñado de dólares”.