A 42 años de haber partido de allí, la imagen de la Virgen de Luján Malvinera peregrinó a las Islas Malvinas acompañando a familiares de combatientes caídos en la guerra de 1982. La buena nueva la dio el obispo castrense y para las Fuerzas Federales de Seguridad de la República Argentina, monseñor Santiago Olivera. El regreso se produjo el miércoles 4 de diciembre.
Es de destacar que tras el fin de la Guerra de Malvinas la Virgen peregrinó 37 años fuera de nuestro territorio nacional, ya que permaneció a lo largo de ese período en la catedral castrense San Miguel y San Jorge, ubicada en la ciudad de Aldershot (Reino Unido), y retornó a la Argentina recién en 2019.
«En octubre de 2019, tuvimos la alegría de poder concretar, en un encuentro junto al Santo Padre y el obispo castrense del Reino Unido, monseñor Paul Mason, la tan ansiada entrega de la Virgen de Luján que estuvo en las Islas Malvinas», recordó monseñor Olivera.
Tras el fin de la Guerra de Malvinas la Virgen peregrinó 37 años fuera de nuestro territorio nacional, ya que permaneció a lo largo de ese período en la catedral castrense San Miguel y San Jorge, ubicada en la ciudad de Aldershot (Reino Unido), y retornó a la Argentina recién en 2019
Sobre el nuevo viaje, dijo el obispo castrense: «Le pedimos a la Virgen por nuestro país, por nuestro pueblo; le pedimos por la reconciliación, por la paz, por el encuentro, por la fraternidad», puntualizó.
«Que la Virgen de Luján nos ayude verdaderamente a transitar y a peregrinar como verdaderos cristianos, amando a todos como Jesús nos ama y nos enseña», pidió.
Monseñor Olivera detalló que, en esta ocasión, acompañó al grupo de familiares caídos en Malvinas el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Pedro Cannavó, quien hasta ser nombrado obispo era capellán del Obispado castrense destinado en el Instituto Dámaso Centeno.
Fuente: Aica