el estado del papa
Por Vatican News
El Vaticano informó este jueves (6 de marzo) que el Papa tuvo una noche tranquila y sigue descansando en el Hospital Gemelli de Roma. El Pontífice cumple 21 días de internación y su cuadro clínico sigue siendo complejo
Anoche, la Oficina de Prensa de la Santa Sede había informado que «la salud del Santo Padre, también hoy, ha permanecido estacionaria sin presentar episodios de insuficiencia respiratoria. Como estaba previsto, recibió oxigenoterapia de alto flujo durante el día y durante la noche se reanudará la ventilación mecánica no invasiva. El Santo Padre aumentó la fisioterapia respiratoria y motora activa.
Pasó el día en un sillón. Dada la complejidad del cuadro clínico, el pronóstico sigue siendo reservado.
Esta mañana, en el piso privado de la 10ª planta, el Santo Padre participó en el rito de bendición de las Santas Cenizas que le impuso el celebrante, y luego recibió la Eucaristía.
Después se dedicó a algunas actividades de trabajo. Por la mañana, llamó al padre Gabriel Romanelli, párroco de la Sagrada Familia de Gaza. Por la tarde, alternó descanso y trabajo».
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Francisco es un hombre que no escatima esfuerzos, que trabaja mucho y cuya hospitalización es casi la única forma de obligarle a descansar, puntualizaron los médicos

Hay que cuidarlo de él mismo
Sergio Alfieri y Luigi Carbone, médicos de Francisco en el hospital Gemelli de Roma, el viernes 21 ofrecieron una conferencia de prensa, pues el heredero de Pedro pidió que todos conozcan exactamente su estado de salud.
Vale recordar que, atendido inicialmente en Casa Santa Marta, el Papa fue trasladado el viernes 14 de febrero para recibir una atención médica más adecuada por consejo del doctor Luigi Carbone, médico de consulta del Santo Padre. «Ahora está mucho mejor», aseguraron los dos médicos. «No está en peligro de muerte», insistieron, añadiendo que «su corazón está perfecto».
Sin embargo, «no está fuera de peligro» y permanecerá en el hospital Gemelli para continuar el tratamiento de su neumonía bilateral.
Padece una enfermedad crónica que puede entrar en fases agudas. En este contexto, los médicos prefieren mantenerlo bajo vigilancia en el centro sanitario, donde está rodeado de un equipo de especialistas, entre ellos neumólogos y cardiólogos
Los pulmones de Francisco, víctimas de una «infección polimicrobiana», están obstruidos por «virus y bacterias», lo que hace que el tratamiento sea más complejo y requiera cuidados especiales. Al Papa, un «frágil paciente de 88 años», se le ha recetado un amplio tratamiento farmacológico, y es plenamente consciente de su fragilidad, como él mismo dijo a los médicos. Francisco es un hombre que no escatima esfuerzos, que trabaja mucho y cuya hospitalización es casi la única forma de obligarle a descansar.
el estado del papa

Cansado por la intensa actividad
«¿Conocen a otro hombre de 88 años que gobierne un Estado y sea además el padre espiritual de todos los católicos del mundo?», preguntó Sergio Alfieri, director del departamento médico-quirúrgico del policlínico Gemelli. Así que, para garantizar un período de reposo adecuado para su convalecencia, anunciaron que el Papa permanecería en el hospital.
Francisco está mejor, se levanta, lee, trabaja, firma documentos y también pasa tiempo en la capilla del hospital -precisa el profesor Alfieri-, pero padece una enfermedad crónica que puede entrar en fases agudas. En este contexto, los médicos prefieren mantenerlo bajo vigilancia en el centro sanitario, donde está rodeado de un equipo de especialistas, entre ellos neumólogos y cardiólogos.
El Papa ha pedido expresamente a los médicos que no oculten nada sobre su estado de salud
En cuanto a las comunicaciones desde el inicio de su hospitalización hace una semana, «todo lo que está escrito en los boletines es la verdad», han remarcado los médicos, y ha sido redactado de acuerdo con sus diversos colegas. El Papa ha pedido expresamente a los médicos que no oculten nada sobre su estado de salud.
El Santo Padre sigue de «buen humor» y se ha permitido algunas bromas, ha dicho el profesor Sergio Alfieri, que ha saludado al Papa diciéndole «Buenos días, Santo Padre» al entrar en su habitación. «Hola, Santo Hijo», fue la respuesta del Obispo de Roma.
Asimismo, los dos especialistas explicaron que el Papa estaba siendo tratado «como cualquier otro paciente» y que necesitaría descansar: «Es el Papa, pero también es un hombre».
Significativo fue el elogio de los médicos del policlínico al enfermero Massimiliano Strappetti, «una persona extraordinaria que cuida del Santo Padre desde hace muchos años».
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