Los medios hegemónicos de comunicación lo escondieron desde el minuto uno, arrojándolo a la ridícula grieta k-antik, y de ese modo hicieron que millones de argentinos y argentinas ganados por el odio que destilaban un día sí y al siguiente también por las panatallas de TV se perdieran a un ¡Papa argentino! … Quizás el único de la historia (o no, veremos).
Los voceros del poder económico concentrado, que trabajan disfrazados de periodistas en los medios hegemónicos de comunicación, también fueron (y son) responsables de haber privado a la sociedad argentina en su conjunto de disfrutar a pleno de un Papa argentino; para colmo, el Papa más popular en el mundo entero en muchas décadas.
Los sectores ultraconservadores de la Iglesia estuvieron desde 2013 -año de la fumata blanca- agazapados. Y siguen estándolo. Quieren una Iglesia con características medievales: para pocos, con privilegiados, y con el pueblo pidiendo un trozo de pan en las puertas de las catedrales.
Todos los anteriores están tan lejos de la palabra y la obra de Jesucristo -para comprobarlo, sólo es necesario leer los evangelios- que sólo lograron y lograrán de aquí en adelante que muchísimos creyentes se vayan a otros templos, muchos de ellos muy válidos, pero otros muy oscuros en el sentido más amplio del término.
Pero Dios se hizo hombre y vino a esta tierra a enseñarnos que nos debemos poner en los zapatos de los pobres, los que están desnudos, los que tienen hambre y sed, los que están enfermos, los que están presos. ¿De dónde sacaron los pituquitos esa Iglesia cómoda y para pocos que pregonaron y pregonan?
El viernes 7 de marzo, en la capital federal se realizó una marcha de velas, multitudinaria, por la salud de Francisco. Y en las calles y en la Catedral había pueblo. Porque Francisco es el Papa que dijo:
“Los cristianos no tenemos un lugar privilegiado en la vida. Algunos quieren tenerlo. (Esos) son los proclamados cristianos cualificados, que al final caerán porque no tienen consistencia”
Y dijo:
«Debemos construir una Iglesia pobre para los pobres. Ellos tienen mucho que enseñarnos. Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, no se resolverán los problemas del mundo”
Y dijo:
“El mundo es rico, y sin embargo los pobres aumentan a nuestro alrededor (…) Si existe la pobreza extrema en medio de la riqueza es porque hemos permitido que la brecha se amplíe hasta convertirse en la mayor de la historia (…) Necesitamos trabajar juntos para cerrar las guaridas fiscales, evitar las evasiones y el lavado del dinero que le roban a la sociedad”
Y dijo:
«El desequilibrio social proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera (…) Y esas ideologías están negando el derecho de control de los Estados encargados de velar por el bien común”
Y dijo:
“No es noticia que muera de frío un anciano en la calle y sí lo es una caída de dos puntos en la bolsa. Eso es exclusión. Cultura del descarte. Vivimos en la idolatría del dinero, (a lo que se añade) una corrupción ramificada y una evasión fiscal egoísta, que han asumido dimensiones mundiales”
Y dijo:
“Algunos todavía defienden las teorías del derrame, que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo. Esta opinión, que jamás ha sido confirmada por los hechos, expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico y en los mecanismos sacralizados del sistema económico imperante. Mientras tanto, los excluidos siguen esperando”
Y sí, un Papa así molesta a los pituquitos. Por eso no marchan con velas junto al pueblo que reza por la salud de Francisco.
Pero no importa. Lo que importa es seguir orando por su salud, pedirle a Dios que se cumpla su voluntad, y nunca jamás apartarse de los evangelios, única verdad de quien es el Camino, la Verdad y la Vida (Juan 14:6).
el papa de los pobres
Crédito Fotos: @juangrabois
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