Por Horacio Micucci
“¿Qué puede haber imprevisto para el que nada ha previsto?” Paul Valéry. 1871-1945
“Si no espera lo inesperado no lo encontrará…” Heráclito. 535 a. C.- 480 a. C.
El jefe de Gabinete Guillermo Francos sostuvo que “el plan para reconstruir la ciudad es un tema que tiene que ver con el municipio y con la provincia, y todo lo que la Nación puede hacer económicamente para apoyar esta circunstancia lo hará”. La noticia se puede leer en los diarios (La Política Online. 10 de marzo de 2025).
Bahía Blanca necesitará más de 400 mil millones de pesos para su reconstrucción luego de la trágica inundación que golpeó a la ciudad y el campo aledaño y ya causó 16 muertes (hasta dónde se conoce).
Así lo reveló este domingo el intendente Federico Susbielles que, al enumerar los principales daños, dijo que al Canal Maldonado “hay que hacerlo de vuelta”, y que también habrá que hacer obras para trabajar de otra manera el flujo del arroyo Napostá.
Frente a este drama que conmueve al país, el presidente Milei -que no consideró necesario acercarse a la ciudad- anunció una ayuda de 10 mil millones de pesos. Una burla: 400 millones de dólares (para empezar) frente a 10 millones dólares que ofrece el gobierno de Milei. Cuarenta veces menos. Además, le retiene los fondos a la Provincia, en una clara maniobra extorsiva.
¿El drama de Bahía Blanca es un tema provincial y municipal o es un problema nacional?
Veamos la importancia de la zona en lo social, económico, de defensa nacional, etc.
Bahía Blanca es una ciudad argentina ubicada en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires. Es la novena ciudad más poblada del país. La población estimada de Bahía Blanca para el año 2024 es de 312.224 habitantes. Dista 627 km de La Plata (capital provincial) y 636 km de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, situándose en la región pampeana, a poca distancia del límite con la región patagónica. Fue fundada el 11 de abril de 1828 con el nombre de «Fortaleza Protectora Argentina» por el coronel Ramón Bernabé Estomba, por razones de defensa de ataques del Imperio de Brasil durante la guerra con él, en esos años (Wikipedia).
La Base Naval Puerto Belgrano, fundada en 1896, es la mayor base naval de la Armada Argentina, con asiento junto a Punta Alta, provincia de Buenos Aires. Hasta la reforma constitucional de 1994, se consideraba territorio federal (no pertenecía a la provincia de Buenos Aires ni al partido de Coronel Rosales). Pero al dejarse sin efecto los territorios federales en el país, por dicha reforma, la Base Naval Puerto Belgrano se halla en territorio provincial, aunque con jurisdicción nacional a través del Ministerio de Defensa.
Ingeniero White es una localidad y puerto de la provincia de Buenos Aires, Argentina. Se encuentra ubicada en el partido de Bahía Blanca, a 10 kilómetros de la ciudad de Bahía Blanca, formando parte del conurbano denominado Gran Bahía Blanca. El puerto de la localidad es uno de los principales puertos de ultramar de la Argentina, y el movimiento económico alrededor de él es muy grande y, se dice, fue el factor más importante en el crecimiento de la ciudad. El Puerto de Ingeniero White ha sido históricamente un puerto de cereales debido a su proximidad a las principales zonas agroexportadoras del país, y también pesquero antes que la mayoría de las empresas se mudaran a Puerto Deseado. Hoy es, además, químico y petroquímico, y exporta principalmente materias primas. El puerto de Ingeniero White, de aguas profundas, es uno de los principales puertos marítimos del país. La existencia del puerto promovió la radicación de industrias en la zona, conformando uno de los polos petroquímicos más importantes de la Argentina. Una Reserva Natural de uso múltiple que comprende varias islas e islotes adyacentes, ubicada al NNO del canal principal, permite la investigación para el uso racional de los recursos naturales con el objeto de conservar el ecosistema (Wikipedia).
También se encuentra el Polo Petroquímico de Bahía Blanca. Casi la mitad de las exportaciones petroquímicas y el 61 por ciento de la producción en territorio nacional del sector tienen lugar en Bahía Blanca. Las cifras surgen de un relevamiento realizado por el Centro Regional de Estudios Económicos Bahía Blanca – Argentina (CREEBBA), donde se cuantifica la importancia que tiene dicho polo en la industria en territorio nacional.
Las inundaciones afectaron también al gasoducto de Vaca Muerta y el gobierno podría verse obligado a importar más GNL. La catástrofe en el Complejo de General Cerri restringe la operación del gasoducto.
No menos importante es la zona agraria aledaña. Han quedado personas aisladas de las que nada se sabe, anegadas sus casas y campos y han muerto sus animales.
¿Y el ministro Francos dice que es un tema provincial y municipal?
No comprende el ministro Francos la importancia estratégica de la zona. Si hubiera un ataque exterior, ¿esa es la concepción para su defensa?
Es el pensamiento de este gobierno. Un camino de disgregación territorial: ¡Sálvese quien pueda! … si no se subordina a sus designios.
Solidaridad y organización popular y nacional en la emergencia
El Pueblo argentino, en su inmensa solidaridad, demuestra no pensar lo mismo que Francos. Ni tiene la insensibilidad de Milei, cuyo silencio ensordece. Un presidente temeroso, que manda a Bullrich y Petri como avanzada porque vislumbra que el ambiente “no está para bollos”.
Milei tiene antecedentes de ese comportamiento cuando fue el tornado anterior.
“A diferencia de lo sucedido cuando, recién asumido, visitó disfrazado de militar la ciudad golpeada por un tornado, esta vez Javier Milei no quiere ir a Bahía Blanca por temor a enfrentar la bronca de los vecinos afectados por una devastadora inundación que ya causó al menos 16 víctimas fatales”, se lee en La Política Online del 10 de marzo de 2025.
Milei es como los rivadavianos que le ordenaron retroceder a Belgrano hasta Córdoba abandonando todo el norte (orden que Belgrano no cumplió). Estos “neo rivadavianos” no contemplan que Argentina no es una suma de municipios y provincias, es una República Federal que debe (o debiera) tener un proyecto nacional integrado e integrador. A Milei, en esto (y en Malvinas) no le importa la integridad territorial y actúa en consecuencia.
Lo primero es organizar la gigantesca solidaridad en Comités de Emergencia y Ayuda. Hacen falta alimentos, desinfectantes, agua potable, abrigos, medicamentos, vacunas, equipos sanitarios móviles, hospitales de campaña, etc. Con el 70% de su logística destruida, el municipio necesita ayuda en ese sentido, camiones, vehículos, etc.
¿Esto pudo ser prevenido?
Un habitante añoso de Bahía Blanca explicó las causas del desastre. Lluvia intensa en la Sierra de la Ventana, el crecimiento del arroyo Napostá y el Maldonado y aguas que arrasan las ciudades. Como suele ocurrir que VOX POPULI VOX DEI, buscamos bibliografía de los antecedentes del caso y encontramos varios trabajos del CONICET, UNS y UTN, algunos de 2013-2014 (1) (2). De paso, queda demostrado para qué sirve el desarrollo científico y técnico.
Allí hay propuestas que hacen falta. Algunos sostienen que es un problema histórico. Las últimas grandes obras sobre estos arroyos se realizaron hacia 1948, se comentó en medios televisivos. Hay consenso en que las estructuras nuevas deben actualizarse a las nuevas condiciones del cambio climático del cual el “mileismo” es negacionista. Y del desarrollo de la zona que no es sólo las ciudades y pueblos sino también la zona agraria.
Una de las manifestaciones del cambio climático es el aumento de situaciones excepcionales no esperadas. Los que lo niegan argumentan que estamos ante cambios geológicos y climatológicos que son ajenos a toda prevención y que ocurrirán indefectiblemente.
No es así. Tampoco es cierto que sea culpa de la actividad humana en general (una causa antropogénica). Es causado por un sistema de explotación del ambiente que privilegia la ganancia de unos pocos sin importar los daños que causan a muchos. Si los que ganan con estos mecanismos son los llamados “héroes” por el presidente, se deberá cambiar esa orientación. Nos va la vida en ello.
En las inundaciones de La Plata en 2013, varios equipos científicos habían alertado que el negocio inmobiliario al norte de la ciudad se había logrado construyendo y obstruyendo la circulación del agua hacia un arroyo cercano. La ganancia incontrolada y fomentada fue la causa que bloqueó el drenaje del agua. Casualmente, el gobernador era Daniel Scioli, hoy parte del gobierno nacional como Secretario de Turismo, Ambiente y Deportes de la Vicejefatura de Gabinete del Interior de Argentina. Extraña coincidencia…
Lo que está claro es que esto no es culpa de Dios. De cada evento se deben sacar conclusiones preventivas.
La Defensa Civil es parte de la Defensa Nacional
En este momento hay dificultades logísticas para distribuir la ayuda.
La logística es la ciencia y el oficio (para conocer causalidad y llevar a cabo medidas) para poner los insumos necesarios…
- a) en el lugar indicado
- b) en el momento indicado
- c) en las condiciones indicadas
- d) al menor costo económico y social
Los insumos pueden ser balas, tanques o vehículos, medicamentos, alimentos, agua, etc. Es decir, la Defensa Nacional y la Defensa Civil están integradas. Si no hay la una, no hay la otra.
La Defensa Civil es parte de la Defensa Nacional. Si se desarma la segunda, la primera también se desguaza. Así es que, indirectamente, muchas personas son víctimas, en esta emergencia, de la indefensión nacional. Un ministro y un presidente disfrazados de militares de película, como Petri y Milei cuando sucedieron los tornados en la misma Bahía Blanca, demuestran de modo grotesco en manos de quién está nuestra integridad territorial y la vida de los habitantes. Lo mismo ocurrió en los incendios recientes.
Las hipótesis de conflicto de la Defensa Nacional y la Defensa Civil ante desastres tienen el mismo esquema
No tenemos hipótesis de conflicto en un país con una parte de su área territorial terrestre y marítima ocupada por el colonialismo británico. Tampoco hipótesis de catástrofes en un país con accidentes de todo tipo, inundaciones, sequías, incendios, contaminación ambiental, etc.
El esquema de Defensa Nacional y de Defensa Civil ante catástrofes es el mismo.
1º. Detectar un evento no deseado
2º. Que el evento no ocurra (fase preventiva). Tomar medidas para ello.
3º. Si ocurre, reducirlo a su mínima expresión (fase de acción ante el desastre)
4º. Ocurrido el evento y terminado, paliar las consecuencias (fase de rehabilitación)
Y así como hay un concepto restringido de la defensa nacional que la limita a los medios militares y un concepto amplio de la misma que incluye elementos y personal bélico y no bélico, integrando al personal profesional militar, las milicias, en una guerra partisana, y cada hombre y mujer de un pueblo en armas en defensa de la Nación agredida, hay Acción frente a siniestros ampliada, que debe integrar al personal profesional (desde los bomberos hasta el personal sanitario), la defensa civil organizada y la acción en el lugar de la población, que actúa solidaria y “espontáneamente” (pero con un cierto “entrenamiento previo”).
Establecido un siniestro como hipótesis ya se saben muchas de las consecuencias del mismo, si ocurre. No hay excusa para la imprevisión. Se sabe que tanto en un terremoto como en un descarrilamiento de trenes va a haber un alto número de traumas y contusiones y que en una inundación habrá un menor porcentaje de los mismos, y esto será tenido en cuenta para prever la fase de acción en la emergencia. Asimismo, tanto en un terremoto como en una inundación debe preverse, en la fase paliativa, que habrá numerosas personas que se quedarán sin vivienda y este problema se debe resolver con rapidez. Lo mismo respecto a las posibles epidemias posteriores.
La insensibilidad del mileísmo es expresión de un Estado y funcionarios que no están al servicio del Pueblo y de la Patria.
Todos los que hablan de ajustes se refieren a ajustar el gasto destinado al Pueblo, a la Independencia Nacional y a su protección y defensa. ¿No es muestra de eso lo que se está haciendo con Fabricaciones Militares? Nunca se tocan los intereses de los que lucran con las distintas variantes de “modelo” que se unifican en lo esencial: ajuste al pueblo, y entrega del patrimonio nacional.
La carencia de Defensa Civil es parte de eso. La corrupción y la falta de servicios adecuados de salud y educación son parte de eso. La miseria es parte de eso. Las enfermedades y catástrofes evitables también. La destrucción del sistema de Ciencia y Tecnología es parte de eso. La destrucción del Servicio Meteorológico Nacional es parte de eso y la ministra Bullrich intentó culparlo de ineficiencia. “¡Al ladrón” grita el ladrón!
Se necesitan acciones paliativas al desastre. Y la acción de Defensa Civil es parte de la Defensa Nacional. Esto no se resuelve con préstamos blandos. Una habitante de Bahía Blanca fue clara: “no quiero préstamos que voy a pagar yo. ¡Qué se los metan en el culo!”.
¡Hay plata!, dice el economista Carlos Ríos. Alrededor de U$A 100.000 millones al año se van por mecanismos legales y “paralegales”. Que una parte de ellos se usen para reconstruir la ciudad y el campo aledaño. A grandes problemas, grandes medidas.
Pero claro, el presidente y su ministro de economía sólo se preocupan en conseguir dólares del FMI para que los timberos de las finanzas y la bicicleta financiera se los lleven y cierren su negocio de tener intereses del 20% al año en dólares cuando en el exterior solo ganarían 2%.
Ni piensan en suspender el pago de la deuda externa (para investigarla por ilegítima, fraudulenta, usuraria y odiosa), y destinar los fondos para emergencias como la de Bahía Blanca. Ni piensan en beneficiar a los campesinos inundados. Sólo piensan en los latifundistas, muchos de ellos extranjeros, que exprimen a los campesinos con alquileres siderales.
El gobierno desprecia el cambio climático y dice que es un fenómeno natural. Sin embargo, se puede actuar preventivamente.
Cuando algún funcionario dice que las estructuras preventivas contemplaban la media de lluvias históricas, la ciencia probabilística responderá que sólo se prepararon para el 50% de los casos. El Mercado no resuelve. Prevenir estas cosas no da ganancias mercantiles. Da ganancia en bienestar y derechos de los habitantes.
Otro Estado para una Argentina Independiente de toda dominación extranjera
Hace unos años, uno de los diseñadores de algunas autopistas del Conurbano y Capital reconoció que se habían construido considerando las precipitaciones de 20 años porque, si se consideraban las de un siglo, el costo de la prevención hubiera sido muy elevado.
Una decisión económica hace que se produzcan a menudo inundaciones en esas autopistas. El sufrimiento de personas fue considerado como aceptable en función de un concepto económico. Una economía que privilegia las ganancias de pulpos financieros y monopolios extranjeros, consigue estos resultados. Los parásitos de la Patria son considerados héroes por el presidente.
Una visión económica que privilegie al ser humano real no actuaría así. Ramón Carrillo decía que en el hombre argentino reside la verdadera Nación. Su visión de la Medicina se centraba, entonces, en la prevención, integrándola con la curación y la rehabilitación.
De nada vale que culpen a la imprevisibilidad del clima porque científicamente podemos prevenir ese riesgo aumentado, con mayores medidas preventivas que, desde ya, tienen un costo. Y disminuyen ganancias obscenas.
¿Pero no es costoso, también, favorecer con exenciones impositivas a una megaminería contaminante? ¿O a petroleras extranjeras que esquilman nuestro petróleo y gas? ¿O a la renta financiera? ¿O pagar una deuda externa ilegítima, usuraria, fraudulenta y odiosa? ¿O proteger a latifundistas como el inglés Lewis en Lago Escondido (lago al que literalmente tiene secuestrado) y en la costa Atlántica?
La discusión es dónde se pone el dinero. Porque no es cierto que no hay plata.
Hemos visto y seguimos viendo todo tipo de políticas antinacionales y antipopulares. También sufrimos sus consecuencias. Es hora de decir basta. Es necesario abrir una nueva huella argentina y encontrarse en ella.
“Caminante no hay caminos, se hace camino al andar”, dijo el poeta.
Comencemos a caminar y hagamos la nueva senda.
…
1 Mastrandrea, A., & Pérez, M. I. (2022). PROPUESTA METODOLÓGICA PARA LA GESTIÓN INTEGRAL DEL RIESGO HÍDRICO: EL CASO DE LA CUENCA DEL ARROYO NAPOSTÁ GRANDE (ARGENTINA). Papeles de Geografía, (67), 6–26. https://doi.org/10.6018/geografia.470311 (Original work published 16 de mayo de 2021)
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