Axel Kicillof anunció desde Bahía Blanca una ayuda de $273.000 millones para normalizar el funcionamiento de esa ciudad tras la inundación que dejó como saldo 16 fallecidos.
«Esto no fue ni un castigo bíblico, ni una película de terror. Sino producto del cambio climático», dijo Kicillof para empezar a marcar contrastes con Javier Milei, en alusión a la postura megacionista del gobierno nacional en materia ambiental (como todas las extremas derechas del orbe).
«Sin obra pública no hay solución a un tema como este. La respuesta a esta catástrofe es un Estado presente y obra pública. Tenemos que tener un respuesta desde el Estado», destacó en un mensaje al gobierno nacional, que transfirió apenas 10.000 millones, muy lejos de los 400.000 millones que costará la reconstrucción de la ciudad. (Recién el miércoles 12 por la tarde, tras viajar a Bahía porque la opinión pública lo puso entre la espada y la pared y ante el anuncio de Kicillof, Milei prometió que crearían un fondo de $200 mil millones para la ciudad; en su visita, el presidente estuvo protegido por un desmesurado operativo de seguridad, pese a lo cual fue insultado varias veces por los vecinos).
Además, el gobernador reiteró su pedido de una reunión a Milei para trabajar en conjunto sobre varios temas. «Es importante poder reunirnos para hablar de estas cosas al máximo nivel», dijo Kicillof y exigió al gobierno libertario que «una porción» del préstamo que desembolsará el Fondo Monetario Internacional (FMI) se use para la restauración de la ciudad.
El gobernador dejó en claro que lo que se encara ahora es una etapa de normalización, de reactivación de la ciudad. No se trata, dijo, de la etapa de reconstrucción que vendrá más adelante y que tendrá costos millonarios
$273 mil millones
El decálogo para reactivar la vida cotidiana de los bahienses
Kicillof detalló 10 nuevas medidas enfocadas directamente a reactivar la cotidianeidad de la ciudad del sudoeste bonaerense.