El Domingo de Ramos es la conmemoración que da comienzo a la Semana Santa, un periodo en que se contemplan los últimos días en la vida terrenal de Jesús, señala Vatican News, el portal de información de la Santa Sede.
De acuerdo con la fuente oficial del Vaticano, Jesucristo ingresó a la ciudad de Jerusalén montado en un asno y fue recibido por una multitud de personas que agitaban ramas de palma (de allí el nombre de la conmemoración). Lo recibieron como «el hijo de David» y el «rey de los judíos».
“La entrada de Jesús en la ciudad siempre se describe como un ‘triunfo’ en la tradición cultural compartida, recordando la forma en que los reyes entraban en una ciudad. Los Evangelios también lo proclaman como un ‘cumplimiento de la profecía’”, describe la Enciclopedia de Historia Mundial (una plataforma de conocimiento histórico).
La creencia cristiana se basa en la idea de que Jesús, un hombre que vivió de forma itinerante en la región de la antigua Galilea, en el norte de Israel, vino a la Tierra para salvar a la humanidad de sus pecados, explica el artículo ¿Qué es la Pascua?, publicado por National Geographic.

Así describe el Evangelio de Mateo (Mt 21,1-11) la entrada de Jesús en Jerusalén:
1 Al acercarse a Jerusalén y llegar a Betfagé, junto al Monte de los Olivos, Jesús envió a dos de sus discípulos, 2 diciéndoles:
—Id a la aldea que tenéis enfrente y encontraréis enseguida un asna atada, con un borrico al lado; desatadlos y traédmelos. 3 Si alguien os dice algo, le responderéis que el Señor los necesita y que enseguida los devolverá.
4 Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por medio del Profeta:
5 Decid a la hija de Sión: «Mira, tu Rey viene hacia ti con mansedumbre, sentado sobre un asna, sobre un borrico, hijo de animal de carga».
6 Los discípulos marcharon e hicieron como Jesús les había ordenado. 7 Trajeron el asna y el borrico, pusieron sobre ellos los mantos y él se montó encima. 8 Una gran multitud extendió sus propios mantos por el camino; otros cortaban ramas de árboles y las echaban por el camino. 9 Las multitudes que iban delante de él y las que seguían detrás gritaban diciendo:
—¡Hosanna al Hijo de David!
¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
¡Hosanna en las alturas!
10 Al entrar en Jerusalén, se conmovió toda la ciudad y se preguntaban:
—¿Quién es éste?
11 —Éste es el profeta Jesús, el de Nazaret de Galilea —decía la multitud.
Comentario a Mateo 21,1-11 (www.bibliadenavarra.com)
La entrada triunfal de Jesús en la Ciudad Santa expresa su manifestación como Rey Mesías. Mateo ve en la presencia del asna atada con su borrico el cumplimiento de la profecía de Zacarías.
El asno, antigua montura de los príncipes, fue sustituido en tiempos de la monarquía israelita por el caballo, manifestación de poder. Por eso el vaticinio de Zacarías, con el asno, quería significar un rey de paz que triunfa no con armas ni violencia, sino con humildad y mansedumbre.
Los Santos Padres han visto en este episodio un simbolismo: el asna madre representaría al judaísmo, sometido al yugo de la Ley, mientras que el borriquillo sería la gentilidad. Jesús introduce a unos y otros en la Iglesia, la nueva Jerusalén.
