El Viernes Santo, el arzobispo Gustavo Carrara encabezó la celebración de la Pasión del Señor en el Santuario de María y todos los Santos (Basílica San Ponciano), donde numerosos fieles adoraron a Cristo crucificado.
Acompañado por el padre Matías Villarreal y el párroco del templo, Guillermo Oría, Carrara recordó el camino que Jesús hizo hacia la cruz y aseguró que “si tuviéramos que resumir las lecturas, el Salmo, y la Pasión que acabamos de escuchar, podríamos decir que todo esto es ‘por nosotros´, por amor a nosotros”.
“Hoy confesamos que Jesucristo nos amó y nos salvó, y también confesamos que nuestra esperanza es su misericordia. Jesús es aquel que en medio de lágrimas y gritos con un corazón desgarrado, carga sobre sí nuestros pecados y nos obtiene la salvación”, manifestó.
“En algún momento de la vida todos nos hemos hecho una pregunta: ¿valgo para alguien? Hay algo que hoy tenemos que llevarnos grabado en el corazón, y es que valés mucho, valés un Dios crucificado”
El padre Gustavo destacó que “en la Pasión aparece la figura del rey, y Jesús es crucificado con una corona de espinas, es burlado de esa manera, pero es la figura de un rey, un rey crucificado. Su reinado es un reinado de amor y de servicio, que le lleva hasta el extremo de dar la vida”.
“En algún momento de la vida -agregó- todos nos hemos hecho una pregunta: ¿valgo para alguien? Hay algo que hoy tenemos que llevarnos grabado en el corazón, y es que valés mucho, valés un Dios crucificado”.
El arzobispo señaló que “frente a este rey crucificado, frente a la cruz de nuestro salvador, la actitud es la adoración, y por eso en la liturgia de hoy adoramos al Señor crucificado y después lo acompañamos en el camino de la cruz”.
Finalmente, recordó que “hay una gracia que hoy pedimos: nunca dudar de su amor para cada uno de nosotros, porque ese amor lo llevó a dar la vida por nosotros”.
Luego de la celebración, se realizó el tradicional Viacrucis, donde muchas personas de diversas comunidades acompañaron la procesión hacia la Iglesia Catedral. También estuvo presente el obispo auxiliar, Jorge González, junto con otros sacerdotes.
Monseñor Carrara agradeció a todos los que participaron del Viacrucis, donde cada persona portó en sus espaldas pañuelos de diferentes colores simbolizando los colores del Jubileo y de la Cruz Jubilar que peregrina en todo el mundo.
un reinado de amor y de servicio
