el fmi pide votar al gobierno
“Siempre se puede estar peor”. La frase se viene escuchando en nuestro país desde hace tiempo, y es que desde hace tiempo Argentina va (o viene) de mal en peor. Particularmente desde el 10 de diciembre de 2023, cuando el gobierno cayó en manos de gente que muchos de quienes la votaron seguramente no imaginaban que podía ser gente tan inepta, cipaya y violenta, el país -con su sociedad a cuestas, demás está decirlo- ha sido lanzado a un tobogán enjabonado sin que ninguna fuerza política siquiera amague con, al menos, amortiguar un poco la caída.
Pero, en efecto, se podía estar peor. Y la confirmación de que aquella frase calza a la perfección con la realidad nativa llegó el jueves 24 de abril de la mano de la directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Geogieva, quien de manera realmente insultante dijo que “el riesgo” para el acuerdo que el organismo firmó -a sabiendas de que se incumplió la ley de leyes en Argentina- con el gobierno de ultraderecha “es que el país va a tener elecciones, como ustedes saben, en octubre”.
¿Por qué sería un riesgo para el FMI que en Argentina haya democracia? Y… quizás porque un porcentaje importante de la población vote en contra de este gobierno por, entre muchas otras cosas, pedirle un préstamo impagable al FMI con el fin de seguir facilitando la timba financiera a los grandes sectores del poder.
Valga aquí una aclaración: el préstamo que el FMI le dio al gobierno de Cambiemos (Pro-UCR-CC) en 2018 sin pasar por el Congreso de la Nación e incumpliendo incluso el reglamento interno del organismo -aunque eso lo arregla un llamado desde la Casa Blanca- ascendió a 57 mil millones de dólares, que terminaron siendo 45 porque el gobierno del Frente de Todos no quiso los 12 mil millones que faltaban entregar al 10 de diciembre de 2019. Bien, de ese préstamo no se pagó un centavo. Y ahora, un año y pico después de asumir, quienes venían a hacer una “revolución” (algún día averiguaremos en qué consistía) salieron corriendo a pedirle al FMI otros 20 mil millones de dólares porque se les iba todo al traste, ya que se trata de un gobierno sin proyecto de país; son simples administradores de los grandes capitales económico-financieros con un ejército de robocops que matan a palos a quien se atreva a protestar.
El receptor de ambos créditos impagables (y no es un decir: son sumas que están muy por encima de la capacidad de pago de la República Argentina) fue el mismo, el mesadinerista Luis Caputo.
Los primeros 45 mil millones de dólares supuestamente los fugó. Pero como la Justicia argentina tiene cajoneado el expediente que condensa las numerosas peticiones judiciales que se presentaron pidiendo que se aclare el destino de los fondos, aún no se sabe, y quizás nunca se sepa. No es pesimismo: la historia tiene varios capítulos similares y nunca jamás nadie fue preso. (Si no, los invitamos a leer esta nota: La mayor estafa argentina no tiene ningún responsable – 90lineas.com).
Así las cosas, la deuda -solamente con el FMI– se disparó a 65 mil millones de dólares. Y los tendrá que pagar usted, yo, su vecino, el mío, sus familiares, los míos, los hijos de los argentinos y argentinas y sus nietos, bisnietos y tataranietos.
Hasta tanto, ningún gobierno podrá tomar medidas económicas destinadas a favorecer la educación pública, la salud pública, a hacer caminos, rutas, puertos, a extender la red ferroviaria, a impulsar la ciencia y la tecnología, a fomentar el desarrollo económico de las provincias, la generación de industrias -que, a su vez, crean trabajo cualificado y bien pago-, y un eterno etcétera de imposibilidades. Si alguna vez usted pensó que la deuda externa no tenía que ver con su vida cotidiana, lamentamos informarle que tuvo, tiene y tendrá que ver, y con la de las próximas generaciones, mejor ni le contamos.
Pero volvamos al lanzamiento de Kristalina Georgieva como candidata de La Libertad Avanza (o del Pro, o de la mayoría de la UCR, que es lo mismo). “Es fundamental que no descarrile (en las elecciones de octubre) la voluntad de cambio. Hasta ahora no vemos que ese riesgo se materialice. Pero insto a la Argentina a mantener el rumbo”, dijo la tecnócrata búlgara.
Es decir, hemos perdido hasta la democracia: la directora del organismo al que le debemos 65 mil millones de dólares está haciendo campaña para que sigan las políticas de saqueo y pobreza, única forma de que ellos tengan una mínima garantía de que se les pague la deuda (impagable).
Sí, se podía estar peor. Lo estamos. Y no pensemos que tocamos fondo. Recordemos que… “siempre se puede estar peor”.
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