ciencia bajo ataque
La Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales expresa su más profunda preocupación por la situación de las diversas instituciones del sistema nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) que costó décadas construir. El sistema CTI argentino se basa en el entramado virtuoso entre investigación básica y
desarrollos tecnológicos. Actualmente, todas las instituciones del sistema CTI argentino están bajo ataque. La abrupta disminución del financiamiento de la actividad, la proyección decreciente del número de investigadores, profesionales, técnicos y becarios, y el deterioro en el mantenimiento de equipamiento e infraestructura han roto la cadena de producción y aprendizaje científico-tecnológico, lo que traerá graves consecuencias a futuro.
En particular, llamamos la atención sobre los siguientes aspectos:
• La falta de cumplimiento de las Leyes de Financiamiento del Sistema Nacional de CTI (Nº 27.614); Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030 (Ley 27.738), en particular, esta última ley nacional fue reemplazada de facto por un plan de prioridades que se preparó en un ámbito reducido y que no se ha dado a conocer públicamente.
• La ausencia total de una agenda nacional de Ciencia, Técnica e Innovación y de los correspondientes interlocutores gubernamentales, esenciales para interactuar con la comunidad científico-tecnológica.
• Los salarios de investigadores, profesionales y técnicos, y los estipendios de los becarios han quedado rezagados con respecto a la inflación; en particular, hoy un investigador joven, que ha apostado por nuestro país, está cerca de la línea de pobreza.
• La parálisis total de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), que tiene la misión de apoyar proyectos y actividades cuya finalidad es la generación de nuevos conocimientos científicos, tecnológicos e innovativos -tanto en temáticas básicas como aplicadas-, con fondos del Tesoro Nacional así como mediante operaciones de crédito externo y de cooperación internacional. Esto ha devastado la capacidad de los grupos para realizar su investigación diaria, ya que no se cumplen los contratos plurianuales en curso, y se prorrogan indefinidamente los llamados y el financiamiento de nuevos proyectos.
• La interrupción casi total de los desembolsos de programas nacionales como EquipAR, Construir Ciencia, Redes de Alto Impacto, programas internacionales y otros, que eran instrumentales para sostener la infraestructura y para actualizar las capacidades de investigación.
• La desaparición de los Sistemas Nacionales de Grandes Equipamientos.
• Las enormes trabas burocráticas que se mantienen para la gestión de proyectos, incluidas el pago al exterior y la gestión de certificados de importación de equipamientos.
• El congelamiento total de ingresos desde el llamado 2022 a la Carrera del Investigador Científico y Tecnológico del CONICET, que es la fuente de renovación del sistema, pese a las numerosas vacantes en la institución creadas por jubilación o renuncia de investigadores.
• El desfinanciamento de las Universidades Nacionales, que cumplen un rol fundamental en la generación de conocimiento y cuya oferta educativa de punta requiere la presencia de investigadores activos.
El destrato político junto al desfinanciamiento que ha sufrido el sector, con una ejecución del presupuesto apenas destinada a cubrir sueldos devaluados, atenta contra las posibilidades de nuestro país de generar conocimiento de frontera, desarrollo tecnológico y recursos humanos calificados que puedan comprender y
resolver los complejos problemas de las sociedades modernas.
«Hoy un investigador joven, que ha apostado por nuestro país, está cerca de la línea de pobreza»
En suma, la postura del gobierno con respecto a la investigación y la innovación está llevando a resultados lamentablemente previsibles:
• Investigadores se ven forzados a abandonar su labor o el país en un éxodo dañino para Argentina que pierde expertos y profesionales de máxima calificación.
• Los jóvenes pierden interés en estudiar carreras universitarias y en formarse profesionalmente en la investigación y desarrollo tecnológico.
• La reducción de la participación local en proyectos científicos internacionales, la falta de proyectos academia-industria, y una incertidumbre profunda y generalizada sobre la resiliencia del sistema de CTI en la situación actual.
• El ajuste que se está llevando a cabo en el sector de CTI deja a la Argentina aún más débil en el contexto actual de alta competitividad por el conocimiento a nivel mundial. El desarrollo de estas capacidades es vital para adquirir independencia intelectual y encarar los desafíos del Siglo XXI que incluyen construir progreso, mejorar la vida de nuestros habitantes y responder a los desafíos globales.
Llamamos a las autoridades del actual Gobierno a reflexionar sobre la relevancia estratégica de la actividad científica, en un escenario mundial en el que el acceso a la ciencia, la tecnología y la educación de calidad son la llave no solo del progreso sino también de la supervivencia de una Nación.
El brutal desguace del sector se produce en «un escenario mundial donde el acceso a la ciencia, la tecnología y la educación de calidad son la llave no solo del progreso sino también de la supervivencia de una Nación»
Desde la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales instamos a las autoridades a realizar acciones concretas y positivas en pos de mantener y mejorar el sistema de CTI, que es un socio esencial para delinear el futuro de nuestro país, en el contexto de un mundo globalizado y ferozmente competitivo por recursos y saberes.
Buenos Aires, 30 de mayo de 2025.-
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