Los desafíos del Gobierno para alejar los fantasmas de la economía

Pese al exitoso canje con los acreedores privados, aún resta cerrar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, clave para estabilizar el mercado cambiario, y que las provincias también alcancen un acuerdo sobre sus obligaciones

El Gobierno considera que la negociación con el FMI es clave para estabilizar la economía y alejar los fantasmas de una nueva devaluación

Si bien el gobierno de Alberto Fernández logró un enorme éxito cuando más 99% de los acreedores de la deuda externa tanto de legislación extranjera como nacional aceptaron el canje por cerca de 108.000 millones de dólares, el tema del endeudamiento dista de estar solucionado. Pese a que esta vez no quedaron holdouts como sucedió en 2005 y que se contó con el apoyo del FMI, precisamente las complejas negociaciones que se están llevando a cabo para establecer condiciones de pagos “sustentables” de las obligaciones con el organismo, siguen presionando sobre la economía local y el dólar, luego de la corrida que hizo disparar el valor del paralelo a cerca de $ 200 a fines de octubre.
El equipo económico continuará esta semana con su agenda de reuniones con los técnicos del Fondo, para avanzar en el detalle fino de un nuevo acuerdo entre las partes, tras el fallido stand by pactado con el gobierno macrista por algo menos de 45.000 millones de dólares. Pero la novedad más significativa es que, al menos por ahora, no se está reclamando una devaluación por parte del organismo para llegar a un nuevo programa de asistencia, un tema que muchos analistas consideraban imprescindible, dada la efervescencia cambiaria poco después del anuncio del gigantesco acuerdo con los acreedores.

«La brecha del dólar le preocupa al FMI, pero entiende que tiene que haber control de capitales», sostuvo el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, y remarcó: «Nunca escuché al FMI decir que hay que cerrar la brecha del dólar devaluando. Si alguien sale a operar eso no es algo que esté en la realidad de las conversaciones».

En ese sentido, aclaró que «no hay un atraso cambiario en el tipo de cambio real» y que «una devaluación no fue parte de las charlas ni del deseo del FMI». «No hay un pedido de devaluación» por parte del organismo, sentenció.

Si bien hubo coincidencias con la titular y el staff del Fondo respecto a un acuerdo que fundamentalmente prorrogue los vencimientos por el término de tres años, lo cierto es que la letra chica se está negociando, para fijar los alcances y las demanda que se le pedirán que cumpla el Gobierno argentino.

Y de la misma manera que en su momento la cercanía de la administración de Donald Trump y su deseo de que el kirchnerismo no vuelva al poder allanó el camino para un stand by del Fondo muy superior al que le correspondía a la Argentina por sus aportes al organismo, ahora el cambio de mando en Estados Unidos genera demoras en las negociaciones, dado que será el gobierno de Biden quien tendrá un voto clave para cerrar el acuerdo.

Hay algunas certezas que se conocieron en los últimos días que tendieron a calmar las expectativas, como ser el anuncio de que no se demandará una drástica devaluación del peso, por lo que se estima que se mantendrán las minidevaluaciones apenas por encima de la inflación que lleva adelante el Palacio de Hacienda.

La otra certeza es que el equipo de Economía trabaja con los técnicos del Fondo sobre la base de profundizar el financiamiento en el mercado de capitales doméstico. Esto significa que por un lado no se buscará una vez más endeudarse en los mercados de crédito internacional, y por el otro lado son renuentes a volver a prestarle a la Argentina luego del canje con quita ya acordado.

También se aspira que se reduzcan cada vez más los aportes al Tesoro vía emisión monetaria, dos aspiraciones difíciles de conseguir al mismo tiempo, en especial con tasas de interés estables y que apenas superan la inflación proyectada.

Según informan las agencias internacionales, los técnicos argentinos presentaron al FMI, cuáles son las estrategias previstas para financiarse a través de un mercado de capitales doméstico siempre escuálido ante las necesidades de fondos que requiere volver a poner en pleno funcionamiento a la economía tras los efectos de la pandemia.

Según explicaron fuentes de Economía, la necesidad de incrementar el financiamiento del Tesoro en la plaza local para cubrir su déficit fiscal es un aspecto central del diálogo con el Fondo, debido a las dificultades de la Argentina   -por el riesgo país- en poder acceder al mercado internacional de deuda a pesar de la liquidez y la baja de tasas globales, sumado al siempre refractario deseo del kirchnerismo de financiarse con fondos externos.

Así, contar con dinero suficiente en la plaza local es una condición necesaria para poder enfrentar el déficit previsto para 2021 del 4,5% del PBI -según plantea el Presupuesto- y que la cartera económica espera cubrir mediante colocaciones de deuda en pesos y emisión monetaria.

En ese sentido, las fuentes señalaron que «hubo reuniones para profundizar esa estrategia del financiamiento del mercado en pesos. que es el tema principal que llevó a los funcionarios de Finanzas a Washington», ya que hace a la «sostenibilidad» del programa que pretende alcanzar el país.

Como ejemplo de ese camino, las fuentes recordaron que a comienzos de noviembre Guzmán dio una señal clara al decidir cerrar el financiamiento del Tesoro vía el Banco Central hasta fin de año, renovar la totalidad de los vencimientos de capital e intereses y obtener financiamiento neto de mercado por hasta un 10% respecto al total de vencimientos de dicho período.

De esta forma, Guzmán espera alcanzar un acuerdo que le permita postergar los compromisos de deuda al menos hasta 2024, y contemplar metas plurianuales no sólo fiscales, sino también monetarias, lo que quitaría presiones para un 2021, donde aun los efectos de la pandemia seguirán golpeando la actividad económica, al menos hasta mitad de año, cuando se estima que ya el efecto positivo de la vacuna no sólo se sentirá en una reducción de los contagios, sino también en un fuerte repunte de las variables económicas.

La representación argentina comenzó el lunes los encuentros en Estados Unidos, integrada por el secretario de Finanzas, Diego Bastourre; el subsecretario de Financiamiento, Ramiro Tossi; el subsecretario de Servicios Financieros, Mariano Sardi, y el director por el Cono Sur ante el FMI, Sergio Chodos. Por su parte, el staff del FMI está representado, entre otros, por Luis Cubbedu, Julie Kozak y Maral Shamloo.

Salir de la versión móvil