Más que un lanzamiento, una reafirmación

Axel, Alberto y Cristina en el Estadio Ciudad de La Plata (gentileza INFOBAE)

Es sabido que La Plata es un lugar muy especial para la Vicepresidenta. No sólo porque nació en la Ciudad, sino porque aquí conoció a Néstor Kirchner y fue donde estudió, se recibió de abogada y comenzó su militancia. Además La Plata fue escenario clave en las campañas electorales para el kirchnerismo en su ascenso y permanencia en el poder.

Y el viernes pasado el acto en el Estadio Único que en adelante pasará a denominarse Diego Armando Maradona, también significó un hito. Es lo que muchos califican de relanzamiento del Gobierno, pero que para otros fue una ratificación de la alianza en el poder, pero además de los objetivos compartidos por parte de sus principales socios.

Axel Kicillof, el convocante al encuentro, usó la reunión para ratificar que busca profundizar la ayuda social y la política de hábitat; Sergio Massa dijo que «en la puja distributiva» el Gobierno seguirá «eligiendo el mercado interno como motor de la economía, y Máximo Kirchner llamó a «hacer un esfuerzo entre todos para salir adelante» y consideró que «no hay lugar para la queja», ni para «las peleas de la política» y puso el énfasis en que “los empresarios deben entender que los argentinos no dan más», en relación con algunas subas de precios registradas.

Pero como siempre las definiciones más esperadas y contundentes vinieron de parte de Cristina y del Presidente. La ex mandataria, con su tradicional estilo no ahorró críticas a la oposición, a la Justicia, defendió lo actuado en relación a la pandemia, pero retomando el mensaje contra los “funcionarios que no funcionan” les pidió a algunos ministros y legisladores “que se busquen otro laburo” sino están dispuestos a jugarse por entero en esta etapa política.

Y otra vez fue Alberto el que con más firmeza convocó a la unidad, pero sin abandonar sus dardos contra el mal funcionamiento de la Justicia, convertida en el blanco coincidente del oficialismo disconforme sobre su accionar y su pasado reciente, tanto por lo que hace como por lo que deja de hacer.

MUCHO MAS QUE ANUNCIOS

Es decir, el acto en La Plata fue mucho más que anuncios por parte del Gobernador. Fue la ratificación por un lado de la unidad del Frente de Todos, que más allá de posturas divergentes o precisamente por ellas, hacen de la confluencia que los llevó al poder mucho más que un instrumento, sino un objetivo mismo para la acción política.

Pero se fue más allá, un discurso de distinto tenor confluyó en definir esas posturas únicas e incluso históricas que acerca a los integrantes de la coalición de gobierno.

La recuperación del ingreso de asalariados y jubilados, como mecanismo para recuperar la economía fue esbozado como un objetivo común, al igual que los cuestionamientos a los caminos elegidos durante la anterior administración.

Pero quizás lo más importante en esta etapa es la reafimación de que la Justicia está en el medio de los cuestionamientos y que la reforma judicial forma parte inescindible del proyecto político en marcha, al igual que la ofensiva en favor de la interrupción voluntaria del embarazo en plena disputa en el Senado.

El Frente de Todos en La Plata ratificó su unidad a un año de llegar al Gobierno, que las diferencias se zanjan para el interior de la fuerza política, confirmaron que existe un objetivo común tanto en lo social como en lo económico, acuerdos básicos sobre cómo lograrlos y conciencia sobre los desafíos de la etapa como ser una posible segunda oleada de coronavirus y el tradicional desborde de precios que está al tope de los desafíos como en cada etapa en que la economía busca salir del sótano en que suele caer y en el que ahora está sumergido.

Lo dicho, en La Plata el Gobierno no quiso hacer un relanzamiento, hizo una demostración de que más allá de que pueda haber correcciones, está tan vivo como hace un año.

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