El Gobierno confía en los acuerdos y los controles para frenar los precios

Extendieron hasta el 31 de marzo el programa de Precios Máximos, sin embargo el nuevo incremento en los combustibles complican la extensión de estas negociaciones en los rubros que más crecieron

El Gobierno apuesta a los acuerdos y a los controles para frenar la escalada de precios, que este mes de enero se ubicarían por encima de diciembre complicando el objetivo de llegar al 29% en todo el año que establece el Presupuesto

El programa Precios Máximos se extendió hasta el 31 de marzo próximo, por resolución de la secretaría de Comercio Interior, pero con una menor cantidad de productos, como consecuencia de la exclusión que se hizo en diciembre y enero de varias categorías que lo integraban y que se sumaron a Precios Cuidados.

El Gobierno prorrogó hasta fines de marzo la vigencia de los Precios Máximos, a través de la resolución 112/2021 de Comercio Interior publicada este lunes en el Boletín Oficial.

El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, destacó la efectividad en la aplicación de este programa, en el marco de la Ley de Abastecimiento. “La Ley de Abastecimiento se aplica. Hemos implementado precios máximos justamente aplicando esta ley”, indicó en declaraciones radiales.

El funcionario puntualizó que a partir de la aplicación de la política de Precios Máximos, “la secretaría de Comercio Interior hizo inspecciones en todo el país con más de 500 clausuras, $90 millones en multas, y 5.000 actas de infracción”.
Por su parte, la titular del organismo, Paula Español, explicó que la extensión del programa Precios Máximos hasta el 31 de marzo permitirá «seguir trabajando en algunas revisiones y monitoreos» de los productos que lo componen, cuidando la evolución de «los más sensibles y de primera necesidad».

«Extendemos Precios Máximos hasta el 31 de marzo para seguir trabajando en algunas revisiones y monitoreos, cuidando particularmente los productos más sensibles y de primera necesidad y con el objetivo de seguir protegiendo el ingreso de los hogares argentinos», dijo Español.

En ese sentido, la secretaria explicó que se renovó la resolución al entender que todavía «se está atravesando un escenario de pandemia, y esto trae muchas incertidumbres, por eso desde marzo del año pasado se decidió este congelamiento en los valores de los productos que consumimos todos los días».

De esta manera, los Precios Máximos cumplirán más de un año desde su inicio el 19 de marzo último, cuando se dispuso esta medida en sintonía con la decisión del Gobierno de instaurar el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio.

En un principio se retrotrajeron los precios de los artículos al 6 de marzo, pero a mediados de julio pasado se autorizaron aumentos de 2% a 5%; y a principios de octubre último se permitieron nuevas subas entre 2% y 6%.

En noviembre comenzaron las conversaciones entre Comercio Interior y el sector privado, con mirar a desamar la canasta de Precios Máximos y fortalecer la de Precios Cuidados.

Estas negociaciones derivaron en una ampliación del Precios Cuidados, que a comienzos de enero renovó su canasta, con 600 productos, el doble que un año antes.

También significaron un desarme progresivo del Precios Máximos, ya que en noviembre y enero, Comercio Interior sacó de la lista en dos oportunidades muchas categorías de productos, en primera instancia por no ser consideradas de uso masivo, y en segunda, como consecuencia del ingreso al Precios Cuidados, de las que sí son de consumo masivo.

La resolución 552/2020, del 12 de noviembre, el área que conduce Paula Español desafectó bebidas alcohólicas -blancas, whiskys, licores, aperitivos y variedades de vinos-, las isotónicas y energizantes, los jugos a base de soja y los de fruta 100% natural.

De los alimentos se exceptuaron arroz integral y preparado; patés; conserva de fruta, excepto duraznos; conservas de pescado, excepto atún y caballa; golosinas, barras de cereales; sémola y semolín; harinas integrales; variedades de semillas; café en distintas presentaciones, en saquitos, en cápsulas o bolsitas para máquinas.

También fueron quitados de la lista el té en hebras o saborizado; leches condensadas y vegetales; papas y otros tubérculos congelados; tortillas de trigo o masa para tacos; pizzas y empanadas congeladas; premezclas para pizza; puré instantáneo de zapallo; sopas concentradas; salsas de soja; acetos; y quesos brie, camembert, azul y provolone.

De los artículos de higiene personal, se sacaron los enjuagues bucales; maquillajes, base, delineador y labial; loción para después de afeitarse; productos de limpieza y cuidado facial, cremas antiarrugas y antiacné; y cremas para peinar, gel, cera capilar y tratamiento capilar.

De los productos de limpieza, se eliminaron las pastillas y bloque de inodoros; aprestos y perfumes para tela; limpia metales; y pomadas para limpieza de calzado.

El 12 de enero último, se produjo la segunda exclusión, a través de la resolución 43/2021, de bolsas de residuos y films, palillos, protectores labiales, talcos, fideos importados, pan congelado, yerba mate, gaseosas, cervezas, papel higiénico y rollos de cocina.

El programa Precios Máximos incluye a todos los almacenes, mercados, autoservicios, supermercados e hipermercados, a excepción de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), y a los establecimientos comerciales mayoristas de venta de productos de consumo masivo, que cuenten con salón de ventas.

También rige para todos los distribuidores, productores y comercializadores de cosas muebles, obras y servicios, y prestaciones que se destinen a la producción, construcción, procesamiento, comercialización, sanidad, alimentación, vestimenta, higiene, vivienda, deporte, cultura, transporte y logística, y esparcimiento.

La resolución que prorrogó la vigencia hasta el 31 de marzo, asimismo, intimó a las empresas que forman parte integrante de la cadena de producción, distribución y comercialización «a incrementar su producción hasta el máximo de su capacidad instalada y a arbitrar las medidas conducentes para asegurar su transporte y provisión durante el período de vigencia de la presente medida».

De acuerdo con cifras que manejan en la Secretaría de Comercio Interior, en 2020 los precios de todos los alimentos que están en las góndolas subieron 23%, mientras que el aumento en los productos frescos fue bastante por encima de la inflación.

Durante ese último mes y también en octubre de 2020, la Secretaría de Comercio Interior autorizó aumentos de hasta 6% en algunos artículos. Ahora, la Casa Rosada justificó una nueva prórroga de este esquema de congelamiento de precios, al señalar que durante la pandemia y las medidas de aislamiento es necesario tomar medidas para morigerar el impacto de la la inflación «en el sistema económico y asegurar a la población el acceso equitativo y razonable a bienes básicos de consumo».

Asimismo, indicó que en los últimos meses hubo «un aumento significativo de la demanda de bienes de consumo esencial en un contexto de emergencia sanitaria extendido en el tiempo, con un impacto acumulado con efectos negativos en la actividad económica y, consecuentemente, en el poder adquisitivo de la población».

«En razón de ello, deviene imperativo salvaguardar el bienestar del pueblo argentino, evitando los efectos perniciosos de aumentos generalizados e irrazonables de bienes básicos de consumo general, y a la vez asegurar su acceso en condiciones razonables, justas y equitativas por parte de todas y todos», añadió el texto oficial.

Si bien la inflación bajó casi 20 puntos porcentuales en 2020, el país ingresó recientemente en una nueva espiral ascendente apuntalada por la suba de precios de productos de consumo masivo, por lo que el Gobierno activó nuevos mecanismos de control que, por ahora, hacen poco efecto y generan malestar a un sector del oficialismo, según trascendió.

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