La posibilidad de una vacuna argentina contra el Covid dejó de ser una utopía

Hay dos proyectos en marcha, con distinto nivel de desarrollo. El más avanzado es el de la Universidad de San Martín y en Conicet, pero requiere de fondos para avanzar en la fase tres. Por eso demoraría un año en terminar de desarrollarse

La vacuna argentina contra el coronavirus podría demorarse, pero está cada vez más cerca

El rector de la Universidad de San Martín (Unsam), Jorge Greco, aseguró que la vacuna contra el coronavirus que elabora esa casa de estudios en conjunto con científicos del Conicet esta lista para iniciar su fase tres en humanos para lo cual «están avanzadas las negociaciones con un importante laboratorio para financiar esta etapa», por lo cual dejó de ser una utopía contar con una vacuna exclusivamente argentina para hacer frente a la pandemia .

En Argentina, otra vacuna que está en estado avanzado de elaboración es la que fabrica la Universidad del Litoral, en Santa Fe, también con la participación de científicos del Conicet

«Estamos avanzados mediante un preacuerdo con un laboratorio para el inicio de la fase 3 de la vacuna, las pruebas dieron muy bien, en laboratorio y luego en animales, tuvimos un apoyo muy fuerte de la Agencia de Promoción Tecnológica para conseguir socio estratégico empresario, ya hay un laboratorio interesado», dijo Greco en declaraciones radiales.

El rector explicó además que «una vez que se firme el acuerdo se iniciarán las pruebas en fase tres y es posible que de acá a un año la Argentina tenga su propia producción de vacunas sin necesidad de negociaciones con laboratorios extranjeros».

«En el futuro significaría una soberanía científica tecnológica, cuando se alcance la producción de la vacuna que para esta enfermedad, significará que no dependeremos de estas complejas negociaciones con otros productores internacionales”, señaló Greco.

Indicó además que la vacuna que elabora la Unsam «es un mecanismo que estimula que el cuerpo genere los anticuerpos, es una proteína que está incluido en el material genético del virus y ese es el que tiene la capacidad de producir estos anticuerpos del propio ser humano».

Greco destacó que «desarrollamos la vacuna sobre la base de proteínas puras» y aseveró que en función de la producción y de la fuerte inversión que se requiere para avanzar en fase tres tanto público como privada, «creemos que hasta dentro de un año no estará la vacuna».

Juliana Cassataro dirige el equipo de investigación interdisciplinario que trabaja en el desarrollo de la vacuna contra el Covid-19. La fórmula de esta vacuna se basa en proteínas recombinantes, una tecnología similar a la usada en la vacuna del Hepatitis B o el VPH. Esta propuesta fue seleccionada y apoyada por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación en el marco de la Unidad Coronavirus que integra junto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación y el Conicet.

El proyecto surgió con el objetivo de generar herramientas que prevengan la infección de Sars-CoV-2. Si bien esta vacuna no estará disponible en un plazo inmediato, realizar este desarrollo y producir las dosis localmente presentará ventajas a futuro en lo que se refiere a logística, costo y acceso. También, desde el grupo de trabajo de Cassataro, ven factible la aplicación de esta vacuna como refuerzo o para inmunizar a personas que por diferentes motivos no puedan recibir las otras vacunas disponibles. Este trabajo comenzó hace seis meses a partir del financiamiento otorgado por la Agencia de Investigación y Desarrollo. En ese tiempo no sólo se pudieron poner a punto las herramientas científicas y tecnológicas para este emprendimiento, sino que también se avanzó en la fase de investigación preclínica que está cerca de culminar.

El equipo, compuesto por inmunólogos y virólogos, se prepara para la próxima etapa participando de reuniones con empresas argentinas para la producción del prototipo que dé inicio a la fase clínica como parte del compromiso del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, que reafirmó su compromiso político en que se continúen estos tipos de proyectos en nuestro país. Fomentar este tipo de acciones es una oportunidad para ampliar las capacidades científicas argentinas y así tener respuestas más ágiles y más rápidas a los desafíos que puedan presentarse en el futuro.

La iniciativa, desarrollada en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la Universidad Nacional de San Martín también se nutre de otras ideas y proyectos que contaron con el apoyo de la Agencia de Investigación y Desarrollo.

Un ejemplo de esto es la información que brindan los diferentes grupos de vigilancia genómica del Sars-CoV-2 como el trabajo dirigido por Mariana Viegas, que se propone brindar conocimiento actualizado de las diferentes variantes que circulan en nuestro país en el marco del Consorcio interinstitucional para la Secuenciación del genoma y estudios genómicos de Sars-CoV-2. La información que brinda este consorcio es usada por el equipo de Cassataro, entre otras cosas, para conocer cómo será la respuesta inmune de esta futura vacuna a las diferentes variantes del virus que circulan en nuestro país.

El ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación Roberto Salvarezza aseguró que se trabaja el diseño de dos vacunas contra el Coronavirus «en base al uso de una proteína recombinante” como una estrategia innovadora. Una es la mencionada de la Universidad de San Martin y la segunda, la también apuntada de la Universidad del Litoral.

EN SANTA FE

La noticia sorprendió en la provincia de Santa Fe, donde en mayo de 2020 ya se había difundido sobre el equipo de científicos de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Litoral  y el Conicet y las empresas Cellargen Biotech y Biotecnofe trabajaban en el tema. Y la sorpresa llegó incluso hasta los propios equipos, ya que el desarrollo de proteínas recombinantes para el uso en vacunas aún se encuentra en “la expresión de la proteína”, por lo que lejos se encuentra de tener novedades que anunciar, o de estar en una “fase 3”.

Ante la declaración de Salvarezza, voceros de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) aclararon que “el equipo de investigación de UNL aún no inoculó animales de experimentación”, y de esta forma se entiende que en cuanto hubiera avances pertinentes se harán saber públicamente.

En una entrevista radial, el encargado de la cartera de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva declaró: «Estamos apoyando desde hace algunos meses el trabajo de dos laboratorios: uno de la Universidad del Litoral y el otro de la Universidad de San Martín, que junto al Conicet están desarrollando una vacuna en base al uso de una proteína recombinante. La estrategia consiste en inocular una proteína para que el cuerpo humano produzca los anticuerpos, por lo que no se trata de dar un virus ni el material genético sino que es una proteína que recubre al virus para que directamente nuestro cuerpo genere anticuerpos”.

Cuando se conoció en mayo pasado la noticia, el docente e investigador de la UNL y Conicet Diego Fontana declaró que: “los procesos de desarrollo y evaluación de las vacunas normalmente llevan unos cuantos años pero en esta pandemia las entidades regulatorias están haciendo que todo esto sea más rápido”.

Fue entonces que detalló que “se hace una prueba de concepto en animales de laboratorio y luego comienzan los ensayos clínicos”, dos instancias que aún no comenzaron. Este laboratorio de la UNL se dedica al desarrollo de vacunas, principalmente para medicina veterinaria pero también para humanos, y sobre el proyecto, Fontana reconoció que “muchas empresas a nivel mundial están más avanzadas”, pero destacó la importancia de esta tarea ya que apreció: “Creemos que este virus vino para quedarse».

Esta investigación fue declarada de Interés de la Ciudad de Santa Fe en mayo poco después de su anuncio. En aquella ocasión Fontana sintetizó que la investigación “apunta a producir de forma biotecnológica una parte del virus diseñada por nosotros mismos. De esta manera, pretendemos que estas proteínas del virus que estamos produciendo en el laboratorio puedan ser la base para un candidato vacuna que sirva para combatir el Coronavirus”.

Esta idea fue seleccionada junto a otras 63 entre 900 propuestas de todo el país, presentadas en la Convocatoria Especial de financiamiento para mejorar la respuesta de Argentina a la pandemia, donde el Estado financia con 100.000 dólares la puesta en marcha del proyecto.

El equipo multidisciplinario de trabajo está compuesto por 16 investigadores nucleados en el Centro Biotecnológico del Litoral, perteneciente a la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL y ocho vinculados a las empresas Cellargen Biotech SRL, pre incubadas en la Facultad, y Biotecnofe SA, incubada en el Parque Tecnológico del Litoral Centro.
Salir de la versión móvil