Se espera el dictamen del ente regulador europeo sobre la vacuna de AstraZeneca

Hasta ahora no hay evidencias concretas que vinculen la vacunación con la aparición de coágulo

Son de público conocimiento los problemas que tuvieron individuos vacunados con AstraZeneca/Oxford en Austria, Dinamarca y Noruega, en un principio. Si bien todas las vacunas tienen efectos adversos leves o moderados, la aparición de reacciones severas debería llamar la atención. Esto ocurrió en estos 3 países y, enseguida, una comisión de seguridad del ente regulador europeo (EMA) comenzó a investigar los 22 casos denunciados.

Seguidamente, otros países (Alemania, España, Francia e Italia) decidieron suspender la vacunación por precaución, hasta tanto la EMA emita un comunicado donde concluya sobre la asociación o no de la vacunación con la aparición de microtrombos venosos y pulmonares (lo cual en principio ocurriría este jueves).

El consorcio AstraZeneca/Oxford declaró inmediatamente que no hay registros previos de que la vacuna genera coagulación de este tipo. Y lo llamativo es que estos efectos se observan en casos de pacientes infectados con SARS-CoV-2 y desarrollan una Covid-19 severa. Por lo tanto, lo primero que habrá que determinar es si estos individuos al momento de vacunarse no estaban infectados, y con la vacunación se iniciaron los eventos tromboembólicos.

La vacuna no contiene virus, por lo cual se debe descartar de plano que produzca la infección si la hubiere. Por otro lado, ya se han vacunado decenas de millones de personas en 17 países de Europa y estos eventos han ocurrido en un muy reducido número de vacunados, por lo cual también se debe evaluar el equilibrio entre riesgo y beneficio de vacunar, aunque obviamente cada caso tiene su propia importancia.

Inclusive, en un primer informe la EMA definió que el porcentaje de coagulaciones de este tipo en vacunados no es mayor al que se observa en la población general, por lo cual la vacuna no estaría involucrada en la inducción de este evento severo.

Esta evaluación que está realizando la EMA y cada país con su ente regulador debe concluirse en el menor tiempo posible, dado que la relación riesgo-beneficio de no vacunar es mayor que vacunando.

El Comité de Análisis de Riesgo en Farmacovigilancia (PRAC) de la EMA, responsable de la evaluación de la seguridad de los medicamentos, se reunirá el 18 de marzo en forma extraordinaria para concluir el análisis de la seguridad de la vacunación con AstraZeneca/Oxford y el riesgo de tromboembolismo. Hasta que no emitan el informe con las conclusiones y recomendaciones no debe haber preocupación ya que no se sabe ciertamente si fue la vacuna la que originó estos efectos severos.

Como se observa en el gráfico, Pfizer/BioNTech es la vacuna que se aplica en más países (72), seguida de AstraZeneca/Oxford (71), y luego Moderna (32), de manera que esta vacuna se está aplicando en numerosos países.

En nuestro país se está vacunando con esta vacuna (Covishield) producida en el Instituto del Suero de la India (mayor productor de vacunas del mundo) bajo las normas de producción definidas por AstraZeneca/Oxford.

Hemos recibido hasta el momento alrededor de 1 millón de dosis de esta vacuna, y al igual que en la Unión Europea hemos tenido problemas en la provisión de dosis de AstraZeneca/Oxford y otras.

Esto básicamente reside en la gran demanda que se ha producido en el mundo por el mayor número de países que están iniciando la vacunación. Luego de haber vacunado a más de 300 millones de individuos en el mundo se está viendo que las vacunas funcionan y los casos están disminuyendo.

Cabe recordar que la vacuna de AstraZeneca/Oxford o Covishield emplea un vector viral, adenovirus de chimpancé, que contiene el ADN que codifica para la proteína S de SARS-CoV-2 y se aplica con intervalo mínimo de 21 días. En Inglaterra se está difiriendo la segunda dosis hasta 3 meses y se aplica en menores y mayores de 60 años. Al 14 de marzo, 26 millones de dosis fueron aplicadas en Inglaterra y no se han observado efectos de este tipo. Por lo tanto, hasta que los entes reguladores no emitan un informe final, no debería haber preocupación en la población vacunada ya que, como se mencionó anteriormente, no hay evidencias concretas que vinculen la vacunación con la aparición de coágulos.

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