Hipócritas

Se veía venir. Pero dejaron que llegue. Ya hay ciudades importantes del país sin camas de terapia intensiva. Y hoy se registraron 28.680 contagios y 505 muertes, lo que puso al país (en el cálculo por millón de habitantes) en el segundo puesto a nivel mundial sólo por detrás de India. En Capital Federal reina el cinismo: ahora Larreta habla de restricciones y suspensión de clases presenciales. La Corte Suprema es cómplice. Pero el Gobierno nacional está jugando con fuego. Y a este ritmo, nos vamos a quemar

Amontonamiento de gente a pesar del covid y las tibias restricciones, una imagen muy común en Buenos Aires

“Larreta analiza fuertes restricciones y la suspensión de las clases presenciales”. Es el título que hoy, lunes 17 de mayo, refleja la hipocresía de la derecha argentina. Es que la Ciudad de Buenos Aires “mantenía un amesetamiento alto de casos pero desde el viernes empezó a registrar un aumento. No descartan controles drásticos”. Hipócritas. No cabe otro adjetivo.

Todos los especialistas de aquí y del mundo entero saben que con un amesetamiento en torno a los 2.500/2.700 casos diarios sobre una población de 3 millones de habitantes no puede existir ni la mitad de la circulación que se registra a diario en CABA y, mucho menos, clases presenciales.

Rodríguez Larreta desobedeció un fallo de la Justicia Federal y siguió adelante con sus clases presenciales, incluso bajo amenaza de sanción a los alumnos y docentes que no fuesen a las escuelas, con una media de 600/700 casos cada 100.000 habitantes.

En Alemania, las clases se suspenden automáticamente cuando el índice es de 165 casos cada 100.000 habitantes.

¿Y el gobierno nacional? Como dijimos en la nota Números negros y el macabro juego opositor, se ha mostrado y se sigue mostrando débil por temor al ataque mediático (que ahora lo atacará igualmente por la subida de casos, que en este lunes 17 de mayo rozaron los 30.000 y por la media de 500 muertos). Hipócritas.

90lineas.com pudo saber que en el entorno del gobernador Axel Kicillof, antes de que se adoptaran las últimas medidas, hubo dos posturas: cerrar todo 15 días o tomar medidas puntuales. Se optó por lo segundo. Faltó valor. “Cerrar todo” no implica que aquellos que deben ir a trabajar dejen de hacerlo. Implica medidas drásticas que minimicen la circulación sin sentido para bajar la curva sustancialmente.

Pero basta ver gente mirando vidrieras en los centros comerciales y las plazas y parques repletos los fines de semana para saber que no hay ningún tipo de control. ¿Quieren retomar la normalidad? Lamentamos informar que la pandemia está en su peor momento, aquí y en casi todo el planeta.

No se hizo. No lo hizo Nación. Tampoco la Provincia. De CABA mejor ni hablar. No lo hicieron en muchas jurisdicciones, y es por eso que una autoridad de Salud de la provincia de Santa Fe acaba de lanzar un SOS diciendo que en Rosario, Rafaela y Santa Fe capital no quedan camas de terapia intensiva.

En aquella nota (Números negros…) se alertaba que Argentina sólo estaba en cantidad de muertos y de contagiados por día detrás de India (no es referencia pues vive una catástrofe de proporciones bíblicas), Brasil (tampoco es referencia, a punto tal que su presidente, el neofascista Jair Bolsonaro, está siendo juzgado por la (no) gestión de la pandemia) y los Estados Unidos.

Todo empeoró. Si se toman las últimas 24 horas Argentina quedó, en el cálculo por millón de habitantes, en el 2º puesto a nivel mundial en cuanto a cantidad de víctimas fatales reportadas para una sola jornada, solamente detrás de India, que hoy contabilizó 4.340 decesos.

¿Y la Corte Suprema de (In)justicia? ¿No va a pagar por el fallo proCovid que avaló las clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires por razones estrictamente políticas? ¿No sabían los 5 jueces que las clases presenciales aumentan los contagios porque incrementan la circulación de gente, algo que hasta publicó la revista The Lancet, biblia de la medicina mundial? Sí, lo sabían. Hipócritas.

Larreta se tomará tres días, dicen, para evaluar más restricciones (tres siglos, hoy en día). ¿El Gobierno nacional qué piensa hacer? ¿Para cuándo señor Presidente?

El personal de la salud está vacunado. Y se celebra, pues de lo contrario hoy faltarían médicos y enfermeros en los hospitales. Pero están desbordados y temen (ya circuló en muchos hospitales el código de ética) tener que elegir entre dos personas a la hora de decidir una internación en terapia intensiva o el uso de un respirador.

Los gobiernos fuertes salen a la cancha en las crisis. Estamos en medio de una crisis. Salir a la calle en estos días mete miedo. Vida (casi) normal. ¿Por qué no leyeron el diario del lunes que escribió Europa? Esperemos que no actúen demasiado tarde.

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