¿Por qué miente (tanto) el ex presidente Mauricio Macri?

Es un dirigente con votos propios, influencia, líder de la oposición. ¿Por qué tantos “periodistas” no le hacen una sola repregunta? ¿Por qué los medios hegemónicos lo siguen blindando? Quizás sea hora de plantearse seriamente si no existen sectores que desean que la Argentina, hoy muy mal herida, vuelva a colapsar. Y este planteo no surge de la libre imaginación de un escenario de ese tipo per sé: lamentablemente la historia del país está plagada de hechos de esa naturaleza

El ex presidente de la Nación y líder de la oposición, Mauricio Macri, hará campaña junto con Rodríguez Larreta, Vidal y Santilli. Ya arrancó un tour televisivo para mentir y confundir a la gente sobre el insultante endeudamiento externo que tomó su gobierno, cuyo destino se desconoce, a excepción de la fuga comprobada de divisas (Foto: Télam)

El título de esta nota no es una fina ironía. Es producto de la preocupación por lo que parece una compulsión inexorable del ex presidente de la Nación, Mauricio Macri, a manejarse en el terreno de la falsedad.

Para colmo, el reinado (aparente y lamentablemente indiscutido de las redes sociales) da lugar a defensas irracionales de declaraciones o planteos lisa y llanamente falsos del ex mandatario y líder de la oposición, así como también a respuestas vía Twitter que poco sirven -salvo contadísimas excepciones- para entablar un debate de fondo que le sirva a la comunidad (o incluso a memes, algunos realmente muy cómicos pero que no pasan de eso).

Así las cosas, en ese bombardeo informativo que recibe muchísima gente vía redes sociales, canales de noticias 7×24 donde jamás se debate seriamente y trillones de portales de noticias donde la forma y la rapidez le ganan por goleada al fondo y la reflexión, se terminan colando mentiras flagrantes como las que Mauricio Macri viene diciendo respecto de la deuda externa.

Y vuelta al inicio: es muy preocupante porque se está hablando nada más y nada menos que de una decisión de política económica que tomó el gobierno 2015-2019 que condicionó al país por años y años, y más años. Es decir, la toma de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 57 mil millones de dólares, suma récord para el organismo en cantidad y en tiempo de aprobación del préstamo, de los cuales se desembolsaron 44 mil millones de dólares cambio de gobierno mediante.

Un dato realmente escalofriante: ¿cuánto contempla el plan del FMI para combatir la pandemia en el mundo? 50 mil millones de dólares; 7 mil millones de dólares menos que lo pactado con el gobierno de Cambiemos (o Juntos por el Cambio o Juntos) a mediados de 2018 o apenas 6 mil millones de dólares más de lo que efectivamente desembolsó el organismo internacional (vale reiterarlo: para combatir la pandemia a nivel planetario).

Macri tampoco reconoce que los fondos que ingresaron por el crédito stand by se hayan fugado del sistema productivo argentino debido a la desregulación cambiaria que propició su gobierno. Desde el 1er desembolso del FMI hasta diciembre de 2019 se fugaron, entre FAE y capitales especulativos, todo el préstamo del organismo y 6.000 millones de dólares más

Mauricio Macri regresó de Suiza y, con muy pocas ganas pero sin más remedio pues ellos no lideran la alianza de derecha, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y su primera candidata a diputada nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la gobernadora 2015-2019 de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, sumaron al ex presidente a la campaña. Están previstas, dicen, algunas recorridas juntos. Pero antes de eso el multimillonario comenzó a dar entrevistas en canales amigos y con periodistas amigos (esto tampoco es una ironía).

Días atrás, cuando estuvo por enésima vez frente a un conductor que jamás le repregunta y que asiente todo lo que dice con la cabeza, Macri se zambulló en el tema de la deuda (no externa, sino total; vale mucho esta aclaración) y volvió a jugar el juego que aparentemente y como dice Joan Manuel Serrat, mejor juega y más le gusta: el de mentir impunemente.

UNA EXPLICACIÓN CLARA Y CONTUNDENTE

El Centro de Economía Política Argentina (CEPA), muy lejos de las posturas neoliberales pero responsable de trabajos tan serios y documentados que nunca nadie los refuta, realizó un hilo en Twitter (allí donde el debate queda tan acotado que no sirve de cara a la mayoría de la población que cada dos años va a las urnas) donde desnuda de una manera muy clara y sencilla la tremenda mentira del ex presidente. Veamos.

“Anoche -dice en referencia al domingo 22 de agosto pasado- Mauricio Macri utilizó un gráfico para mostrar que su gobierno “había emitido menos deuda anual promedio” que Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández. Esto es engañoso: evita hablar de lo que importa, que es la deuda externa (mismo error conceptual que llevó su gobierno al colapso)”, dice el primer tuit.

Importante: como dijimos más arriba, Macri no habla de deuda externa (en dólares) sino de “deuda anual promedio”. Un ardid muy bien armado por él o por sus asesores para confundir, que es otra forma de mentir.

Sigue el CEPA: “El colapso financiero de 2018 parece no haber logrado que (Macri) comprenda la diferencia entre los distintos tipos de endeudamiento. Esa medición agregada tiene infinidad de sesgos: el más importante es la licuación por las devaluaciones”.

Respecto del enorme “error” conceptual (lo ponen entre comillas, lógicamente), señala el Centro que “esos datos que muestra Mauricio Macri suman, de manera indistinta, emisiones en pesos, en dólares, colocaciones en el mercado local, en el mercado internacional, con organismos públicos, privados… Unificarlos es disparatado”.

“Así, los resultados son diametralmente opuestos a los que intentó mostrar: Cambiemos aumentó la deuda externa (NdR.- en dólares, moneda que el país no fabrica y que no ingresa en cantidades grandes, menos con una economía híper recesiva como la que dejó la alianza derechista, más la pandemia que afectó y afecta al mundo entero). Y la aumentó a un promedio de 23.000 millones de dólares anuales; el segundo gobierno de Cristina Fernández lo hizo en apenas 700 millones y el de Alberto Fernández muestra una merma vía reestructuración”.

“Entonces -finaliza-, ese cuadro no sirve para abordar el problema principal de los modelos de desregulación financiera, que es su dependencia de la deuda externa”. Y luego presentan un gráfico muy didáctico.

Fuente: CEPA

Cuando Macri asumió, la deuda externa con relación al PBI era de menos del 14%, contabilizando incluso aquellos títulos que no habían ingresado en la reestructuración, que estaban pendientes (…) Cuando Macri dejó el Gobierno, la deuda externa había trepado al 45% del PBI.

Es interesante volver a escuchar lo que dijo en su momento el ministro de Economía de Cambiemos, Nicolás Dujovne, acerca de la herencia peronista en cuanto a deuda externa.

VIDEO.- NICOLÁS DUJOVNE RECONOCE EL FUERTE DESENDEUDAMIENTO ENTRE 2003-2015

https://youtu.be/erz1A4gKYsw

También es más que interesante observar la infografía preparada minuciosamente por el Estudio Broda (del economista ultraliberal Miguel Angel Broda, el que durante la campaña electoral 2015 dijo “la historia es si hacemos el ajuste planeado, o a los golpes”). El periodista Pablo Tigani lo presentó contando que el gráfico fue realizado “en el segundo semestre de 2014” e “ilustra cómo era la relación Deuda/PBI, y como se desplomó a sólo una cuarta parte desde que asume la presidencia Néstor Kirchner”.

“Cabe agregar que era el peor momento del segundo mandato de Cristina Fernández -consideró Tigani-, ya que la Argentina estaba supuestamente en default según el juez (estadounidense) Griesa (sobre el que Macri, en junio de 2014, apuntó: “ahora hay que ir, sentarse en el tribunal de Griesa y lo que él termine diciendo, hay que hacerlo”). A pesar de ello, el riesgo país era de 689 puntos básicos. Haberle pagado a los fondos buitres no movió la aguja”, añadió el periodista de Ámbito.

Infografía sobre la deuda elaborada por el Estudio Broda, dirigido por el economista ultraliberal Miguel Ángel Broda (Crédito: Ámbito)

También es bueno recordar que días atrás, en un acto, el ministro de Economía, Martín Guzmán, afirmó que Cambiemos endeudó al país “en dólares” por 100 mil millones de la moneda estadounidense, pues sumó la toma del crédito histórico con el FMI y las deudas con los privados, que su gestión ya reestructuró. También lo repitió en un programa de TV, para aclarar una vez más que este gobierno tomó “cero deuda en dólares”.

VIDEO.- MARTÍN GUZMÁN EXPLICA EL TEMA DE LA DEUDA «EN DÓLARES»

https://youtu.be/L6JpNe_75_Q

El siguiente gráfico confeccionado con datos del ministerio de Economía, es decir que contiene información de esta gestión y de las anteriores, muestra que desde diciembre 2019 hasta marzo 2021 la deuda bajó merced a la reestructuración de los compromisos que había asumido Cambiemos con los acreedores particulares.

Evolución de la deuda (fuente: Ministerio de Economía de la Nación)

Volviendo a lo que arriba llamamos “compulsión inexorable del ex presidente de la Nación, Mauricio Macri, a manejarse en el terreno de la falsedad”, se podría hacer un libro. Pero aquí sólo reproduciremos un trabajo de recopilación efectuado por usuarios de redes sociales durante la campaña electoral 2019.

Elaborado por usuarios de redes durante la campaña electoral 2019 y publicado en su momento por El Destape

La pregunta vuelve a ser la misma y no hay que cansarse de hacerla y de repetirla una y mil veces: ¿Por qué miente (tanto) Macri? Es un ex presidente con votos propios y líder de la oposición. ¿Por qué hay tantos “periodistas” que no le hacen una sola repregunta? ¿Por qué los medios hegemónicos lo siguen blindando?

Quizás sea hora de plantearse seriamente si no hay sectores que desean que la Argentina, hoy muy mal herida, vuelva a colapsar. Y como el título de esta nota no es una ironía, esta pregunta no plantea un escenario apocalíptico; la historia del país está plagada de hechos de esa naturaleza y peores.

El debate por redes sociales y programas prefabricados de TV no es debate; no llega al grueso de la comunidad. La clase política debería volver a viejas formas de comunicación con los vecinos y vecinas, sin descuidar la tecnología, si realmente quiere que los mensajes lleguen efectiva y claramente.

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